El Fondo para la Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB) ha avisado a los bancos interesados en la subasta de Catalunya Banc, el banco al que CatalunyaCaixa traspasó su negocio financiero, que esta se llevará a cabo sin esquema de protección de activos (EPA), según han confirmado fuentes financieras conocedoras del proceso de venta. Esto tambiíén implicaría descartar cualquier otro tipo de ayudas públicas.
En este sentido, y especialmente desde el Ministerio de Economía, que encabeza Luis de Guindos, se ha enviado el mensaje de que nadie espere una nueva edición de la venta del Banco de Valencia a CaixaBank. Al contrario, se defiende que, despuíés de haber inyectado 9.084 millones de fondos públicos en Catalunya Banc, los posibles ofertantes en la puja no pueden esperar ni nuevas inyecciones de capital ni una EPA que garantice futuras píérdidas.
En este sentido, tambiíén se recuerda que Catalunya Banc ha traspasado 6.708 millones de activos problemáticos a Sareb, más conocido como banco malo, con lo que el sector público ya ha asumido el grueso de los activos tóxicos que tenía el grupo bancario heredero de la segunda caja de ahorros catalana. El grupo que saldrá a la venta tambiíén goza de una buena posición de liquidez.
Fuentes de Catalunya Banc han declinado hacer comentarios. Otras fuentes financieras explican que está previsto que Citi empiece a mover el libro de venta entre la semana que viene y la siguiente, cuando el banco que preside Adolf Todó cierre las cuentas del año 2012. En todo caso, el calendario de venta de la entidad sigue en marcha y se mantienen los plazos previstos.
Los avisos del Gobierno topan con las pretensiones del grupo más interesado: el Banco Santander. Emilio Botín espera del Ejecutivo un trato similar al que ha recibido CaixaBank al quedarse Banco de Valencia o, como mínimo, al que disfrutó Banco Sabadell con la adquisición de CAM. Pero el mensaje del FROB es claro: la semana fantástica de las ofertas bancarias se ha acabado en España.
El Fondo ha llegado más lejos: incluso ha apuntado que en caso de recibir lo que se denominan "ofertas negativas" -ofertas que de una u otra manera (por ejemplo, con una EPA) implican una compensación para el comprador- no descarta mantener la propiedad de Catalunya Banc en calidad de banco público un par de años más, algo perfectamente factible, porque ahora la entidad se encuentra saneada. La previsión de Catalunya Banc es cerrar 2012 con un total de 225 millones de beneficios de explotación positivos.
Dos ofertas reales
Se espera que cinco entidades pujen por Catalunya Banc: Banco Santander, BBVA, Banco Popular, Banco Sabadell y KutxaBank. Sin embargo, fuentes financieras advierten de que sólo dos de estas ofertas serán reales: las de BBVA y Banco Santander, porque Popular y Sabadell estarán más como observadores del proceso que como entidades realmente interesadas, un papel que siempre juega algún grupo en este tipo de subastas.
La situación de KutxaBank es más compleja. Una parte del Consejo del grupo de Euskadi se niega a hacer esta operación corporativa o cualquier otra. Por otro lado, el momento no es bueno para la entidad, que preferiría afrontar la subasta cuando la UE determine quíé porcentaje de KutxaBank tendrá que vender la caja vasca para cumplir con la normativa comunitaria. De manera que la entidad, que se encuentra perfectamente saneada y podría participar en el proceso con garantías, preferiría otro calendario para la venta que el que ahora va a llevar a cabo el FROB.
Oportunidad para el BBVA
Con todo, el nuevo marco que se está dibujando para la subasta podría suponer una oportunidad para el BBVA. Aunque el presidente de esta entidad, Francisco González, está cada vez más alejado del Gobierno, lo cierto es que los nuevos condicionantes podrían favorecerle en un proceso en el que, antes de Navidad, todas las fuentes apuntaban a Banco Santander como el favorito.
Ya ocurrió en la subasta de Unnim, cuando el BBVA se adjudicó el banco en un proceso en el que siempre otras entidades, como Ibercaja, parecían mejor posicionadas. El BBVA sigue queriendo reforzarse en Cataluña, mientras que el Banco Santander busca fortalecer su posición en este mercado, donde despuíés de los diferentes procesos de concentración es el cuarto banco por cuota de mercado.
