El respaldo que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dio al euro el pasado verano frenó en seco los ataques a la deuda soberana de los países perifíéricos. Salvo Irlanda, España es la que menos ha estrechado su prima de riesgo, aunque toma la delantera en Bolsa.
A Mario Draghi, presidente del BCE, le bastaron solo unas palabras para cambiar el rumbo de los mercados financieros y salvar el euro, al menos temporalmente. Desde que dijera a finales de julio que "el BCE hará lo necesario para preservar el euro y, críéanme, será suficiente" y anunciara despuíés (en septiembre) el programa de compra de deuda ilimitada, condicionado eso sí a una solicitud de rescate, han mejorado considerablemente las primas de riesgo y los índices bursátiles de los países con más problemas.
No obstante, España es uno de los perifíéricos que menos ha estrechado su riesgo país. El diferencial de los bonos españoles a diez años respecto a sus homólogos alemanes, considerados los más seguros, se sitúa en 345 puntos básicos frente a los 638 que marcaba antes de las declaraciones de Draghi. Junto con Italia, han sido los países más castigados por los ataques de deuda, pero mientras España ha rebajado su prima un 46%, el país transalpino lo ha hecho un 52%.
De los tres países rescatados, Irlanda prácticamente empata con España con una prima de riesgo un 45% más baja. Portugal la ha reducido un 53% y Grecia, un 62%. El país heleno ha sufrido en mayor medida la crisis financiera global y todavía está por ver que consiga mantenerse en el euro, pero el miedo ya no es el mismo que cuando estalló la crisis de deuda. "Se convive con la idea de que cualquier día Grecia salga del euro, pero ha habido tiempo para depurar los riesgos", explica Miguel Paz, responsable de estrategias de Unicorp Patrimonio.
"Draghi ha ahuyentado a los especuladores", sentencia Paz. En su opinión, "los episodios de volatilidad en la prima de riesgo española se han estabilizado y veremos el techo en los 450 puntos básicos", aunque advierte que podría romperse si finalmente el BCE tiene que comprar deuda española, lo que significaría que España ha tenido que pedir ayuda.
Pero la percepción de España ha dado un giro positivo en lo que llevamos de 2013 y está aumentando la confianza de los inversores, lo que aleja el fantasma del rescate, al tiempo que en la proximidad de las elecciones en Italia mantiene las tensiones y la incertidumbre, según los expertos. El precio de los seguros de impago de deuda (credit default swaps o CDS) para los bonos españoles
Para Miguel Paz, lo que ha terminado por beneficiar al bono español en los últimos días es el fin de la guerra de depósitos, ya que la demanda de los minoristas en banca privada busca ahora mayores rentabilidades en la deuda pública. "Los inversores ven atractivo en el bono español al 5% mientras los depósitos se pagan al 1,75%", afirma.
En lo que claramente España va aventajada es en Bolsa. El selectivo español es el que más se ha revalorizado desde los mínimos de julio, un 45%. En índice italiano ha escalado un 40%, mientras que los índices de referencia Portugal e Irlanda han subido un 36% y un 13%, respectivamente. Es cierto que el mercado español ha subido algo menos que el resto desde que el BCE anunciara oficialmente el 6 de septiembre el plan de compra de deuda, pero "ya había rebotado anticipando un compromiso por parte del BCE de apoyo al euro", sostiene Natalia Aguirre, de Renta 4.