El 26 de julio de 2012, un día antes del comienzo de las Olimpiadas de Londres, Mario Draghi pronunció un discurso en la capital británica que puede pasar a la historia como uno de los de mayor impacto inmediato en los mercados.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE) declaró aquel día que este organismo está dispuesto a hacer “lo que sea necesario†para preservar el euro.
Estas palabras hicieron saber a los inversores que el BCE no permitiría la salida de ningún país del euro, en un momento en el que se especulaba con el abandono de la moneda única por parte de Grecia, e incluso España. Para ratificar esas palabras, el BCE lanzó en septiembre el programa de compra de bonos de países en apuros, que todavía no ha sido activado.
Las fuertes consecuencias en el mercado de ese mensaje quedan reflejadas en un análisis realizado por Bank of America Merrill Lynch. En los seis meses posteriores al discurso de Draghi, la bolsa española ha sido la más rentable del mundo, por delante de otros tres países de la periferia europea: Portugal, Italia y Grecia.
En concreto, según el banco americano, la rentabilidad total del mercado español ascendió al 67,2%, frente a una media global del 18,5%. En el mismo periodo, la bolsa británica ha subido un 18% y la estadounidense un 14%.
La rentabilidad está medida en dólares, lo que ayuda al Ibex por la apreciación del euro producida desde esa fecha.
En el mercado de bonos, España ocupa el cuarto lugar en la rentabilidad del semestre, con una mejora del 31,3%. Por delante figuran Grecia, Portugal e Italia.
“Las consecuencias en el mercado de la promesa de Draghi han sido impresionantes y sugieren que lo peor podría haber pasado ya para la Eurozonaâ€, dice Neil Williams, economista de la gestora de inversión Hermes.
En el caso español, las palabras del presidente del BCE redujeron drásticamente la penalización que la bolsa sufría por el riesgo de un impago de la deuda soberana o de una salida del euro, explican los analistas, facilitando el regreso de los inversores extranjeros. Jeffrey Taylor, gestor de Invesco Perpetual y uno de los primeros inversores que se lanzaron a comprar bolsa española a mediados de 2012, indica que “la reducción de los riesgos en la Eurozona y la estabilización en los beneficios de las empresas impulsaron las bolsas en el ejercicioâ€.
La cuestión que hoy se plantean analistas e inversores es si el rally ha ido demasiado lejos y es momento de recoger beneficios. Los estrategas de renta variable de bancos de inversión como HSBC, Barclays y JP Morgan aconsejan seguir comprando bolsa española, ya que su valoración todavía es baja por las caídas sufridas antes del discurso de Draghi. En Goldman Sachs, sin embargo, prefieren otros mercados como el alemán porque su economía tiene mejores perspectivas que la española, que podría seguir en recesión hasta 2015.
Los inversores tambiíén están divididos. Taylor, que tiene posiciones en firmas como BBVA y Repsol, cree que “pese al díébil crecimiento económico, va a seguir la reducción de tensiones en la Eurozona. Hay empresas internacionales que han sido castigadas desproporcionadamente por cotizar en Madrid, en lugar de en una ciudad del norte de Europaâ€.
Pero Neil Williams advierte de que “pese a la iniciativa de Draghi, España mantiene el riesgo de su enorme volumen de deuda privada, más del 120% del PIBâ€. Según Jack Kelly, de Standard Life, “España se ha beneficiado de la garantía implícita del BCE, sin llegar a pedir el rescate ni tener que asumir sus posibles condiciones. Esto reduce el imperativo para la disciplina fiscal y las reformas estructurales, que son más urgentes cuando los costes de financiación son elevadosâ€.