Dell se prepara para dejar de cotizar. Las negociaciones entre la compañía y un consorcio de inversores, liderado por el propio fundador y consejero delegado del fabricante de PC, Michael Dell, para adquirir el conjunto de la compañía, habrían entrado en su fase final. Según The Wall Street Journal, Microsoft invertiría 2.000 millones, Silver Lake casi 1.000 millones y Michael Dell, 700 millones.
Las negociaciones entre Dell y un consorcio de inversores, liderado por el propio fundador y consejero delegado del fabricante de PC, Michael Dell, para adquirir el conjunto de la compañía, continúan y habrían entrado en su fase final, según apuntaron distintas fuentes a Reuters y The Wall Street Journal. La citada agencia precisó ayer que los contactos entre las partes se están enfocando ahora en el precio de compra, que se situaría entre los 13,50 y 13,70 dólares por acción.
Tanto Reuters como el rotativo económico detallaron, no obstante, que el acuerdo definitivo aún no se ha cerrado y que las negociaciones podrían romperse. O, simplemente, podrían cambiar los tíérminos de la operación. Aún así, avanzaron que si todo se desarrolla según lo esperado Microsoft podría invertir cerca de 2.000 millones de dólares en la transacción, mientras Silver Lake aportaría unos 1.000 millones. Por su parte, Michael Dell invertiría 700 millones para mantener su 16% en la compañía, una participación valorada en unos 3.700 millones de dólares.
La transacción, que valoraría al tercer mayor fabricante de PC del mundo en más de 23.000 millones de dólares, supondría la salida de Bolsa de la compañía. Un hecho que muchos analistas apuntan beneficiaría a la empresa, que no tendría que estar retratándose ante el mercado con las obligadas presentaciones de resultados cada trimestre. "Cuando las compañías están inmersas en un proceso de transformación, con lento crecimiento y buscando lanzar nuevos productos, es complicado ser un grupo cotizado", dijo a Bloomberg hace unos días Stephen Pagliuca, responsable de gestión de Bain Capital.
Dell, que llegó tarde al mercado de las tabletas y los smartphones (en este último entró y salió rápidamente), lleva tiempo sufriendo la caída de ventas de los ordenadores. Por ello, los analistas creen que su compra permitiría al gigante tecnológico impulsar una nueva estructura en la compañía y centrarse en otros negocios. Con todo, el intento de dar un giro a la compañía no es nuevo; Dell lleva tiempo buscando ser menos dependiente de los PC y ha hecho importantes compras en otras áreas, como la del software, con la adquisición entre otras de Quest Sofware por 2.400 millones.
La compra de Dell, que al cierre de esta edición seguía sin cerrarse, sería la mayor desde la crisis financiera y la mayor de una tecnológica desde la adquisición en 2006 de Freescale Semiconductor por un grupo de entidades privadas lideradas por Blackstone Group por 17.600 millones.