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Durante 2012 cerraron en Francia 266 fábricas que dejaron sin trabajo a casi 24 mil personas, de acuerdo con un estudio del Observatorio del Empleo y las Inversiones de la sociedad Trendeo.
En ese período sólo se crearon 166 nuevas instalaciones, lo que pone de manifiesto el acelerado proceso de desindustrialización sufrido por el país.
El balance es alarmante, precisa el texto, porque el tamaño promedio de los centros clausurados fue de 77 empleados, mientras en el de los abiertos esa cifra sólo llegó a 65.
La economía gala se aproxima a su peor desempeño registrado en 2009, el más difícil de la crisis global, cuando se perdieron en total 379 empresas en el sector manufacturero, señala la investigación.
Los sectores más afectados por este fenómeno son el automovilístico, el químico farmacíéutico y el alimentario, mientras que, por el contrario, en el aeronaval hubo un repunte en la creación de nuevos puestos.
Desde el punto de vista geográfico las regiones más dañadas por este fenómeno son Lorraine, antiguo emporio siderúrgico; y el Ile-de-France, donde está comprendida esta capital.
En los departamentos de ultramar, Martinica sufre las más graves consecuencias de la desindustrialización.
Según el observatorio, la Baja Normandía se benefició con nuevas inversiones en el sector de la energía eólica ejecutadas en 2012 por la empresa Electricidad de Francia.
Si el año anterior fue malo, íéste podría ser aún peor, advierte Trendeo, porque comenzarán a aplicarse los programas de reestructuración de varias grandes corporaciones que prevíén una drástica reducción de su personal para bajar costos y preservar sus utilidades.
"El mes de enero de 2013, con los anuncios de supresiones masivas de empleos en la Renault y Goodyear, es el más malo desde que comenzamos a recopilar informaciones", destaca la investigación.
Trendeo es una sociedad privada, cuyo objetivo es archivar y procesar la información sobre temas económicos publicada en la prensa, las páginas de internet y los foros de debate.