La cartera creditica en España de Santander, BBVA y CaixaBank alcanzó los 573.800 millones de euros en 2012, un 5,7% menos respecto al año anterior, según las cuentas presentadas a la CNMV. El proceso de desapalancamiento en el país continúa estrangulando el críédito, que según los expertos podría comenzar a repuntar en 2014.
El año en el que la banca española ha acometido un extraordinario saneamiento para limpiar sus balances del ladrillo, el críédito ha salido perjudicado. En 2012, las tres principales entidades financieras nacionales redujeron su saldo crediticio en 35.146 millones de euros, según los balances presentados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Santander, BBVA y CaixaBank tenían en conjunto una cartera crediticia en España de 573.809 millones de euros frente a los 608.955 millones de 2011, lo que supone un 5,7% menos, sin tener en cuenta el efecto de la integración de Banca Cívica en La Caixa.
El grupo Santander, cuyo beneficio cayó un 59% en 2012 hasta los 2.205 millones de euros, cerró el ejercicio con un volumen de críéditos en el mercado español de 206.000 millones, un 5,9% menos que hace un año. La entidad que preside Emilio Botín, que cubrió sus riesgos inmobiliarios en el país con una dotación de casi 19.000 millones de euros, redujo un 30% el críédito para finalidades inmobiliarias, hasta 16.000 millones. El resto de segmentos, salvo la financiación al sector público, tambiíén sufrieron descensos, aunque inferirores. El críédito para hipotecas de los hogares bajó un 6,7%, mientras que el destinado a las empresas sin finalidad inmobiliaria apenas cayó un 0,9%.
BBVA, que ganó un 44% menos el año pasado hasta 1.676 millones de euros por dotar a provisiones 4.400 millones de euros, rebajó el críédito a la clientela en España un 4,3%, desde los 209.543 millones de 2011 a los 200.568 millones de 2012.
Por su parte, la inversión crediticia de CaixaBank, sin considerar el impacto de la integración de Banca Cívica, ascendió a 167.241 millones en 2012, un 7,3% menos que en el ejercicio anterior. Si se incorporan los saldos de Banca Cívica, el críédito neto creció un 17,2%. Los críéditos a las Administraciones Públicas disminuyeron un 1,5%, mientras que la caída se amplía al 7,3% en los príéstamos al sector privado. El críédito a las empresas cayó un 13,1% y a los particulares, un 2,2%.
Los expertos, e incluso las propias entidades financieras, atribuyen la contracción del críédito a dos factores clave: el proceso de desapalancamiento fruto de la coyuntura actual que atraviesa España y la reducción de la exposición al riesgo promotor.
"La cuenta de resultados está marcada por el saneamiento crediticio, que sube de manera significativa para recoger el progresivo deterioro de las carteras inmobiliarias", señala BBVA en su presentación de resultados.
Nuria ílvarez, de Renta 4, sostiene que "las entidades han estado centradas en mejorar su posición de liquidez". Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Markets, recuerda que el críédito se viene reduciendo desde que empezara la crisis en 2008, pero "este año el desapalancamiento no ha facilitado la recuperación".
Pese a que los bancos españoles son conscientes de que en 2013 el críédito supone su gran reto, los analistas aún prevíén caídas en los próximos meses, aunque más moderadas. El consenso espera una ligera reactivación en 2014, de la mano de la recuperación del PIB, y "siempre y cuando se mantenga el buen comienzo de 2013 en tíérminos de financiación en los mercados mayoristas", afirma ílvarez. "Por el lado de la oferta se empieza a notar una mejoría, pero la demanda sigue díébil, teniendo en cuenta la mora", dice Pingarrón.
Los depósitos, la otra cara de la moneda
La captación de pasivo por parte de las tres entidades a lo largo de 2012 registró la tendencia contraria a los críéditos: los depósitos de la clientela crecieron y lo hicieron a ritmos superiores al 10%. Mientras el críédito sigue de capa caída, las campañas de altas remuneraciones para ganar cuota en el mercado minorista han surtido efecto, y el coto del Banco de España a los 'superdepósitos' parece que no cambiará drásticamente esta tendencia, asegura la analista de Renta 4, Nuria ílvarez. "A_los depósitos recurren los ahorradores con un perfil muy conservador que quieren mantener su capital, y pese a limitaciones del organismo supervisor no van a salir a buscar riesgo". No obstante, hay que tener en cuenta que la situación económica "obliga a los españoles a tirar de los ahorros, lo que puede influir en un crecimiento algo menor de los depósitos", apunta.