Telefónica vuelve a postularse como el salvador de Prisa, cuya abultada deuda amenaza la viabilidad del grupo de comunicación. La operadora presidida por Cíésar Alierta está en conversaciones para adquirir a la familia Polanco y al fondo Liberty la mayoría del capital de Digital+, la filial de televisión de pago de la que ya compró el 21% en noviembre de 2009 por 470 millones de euros.
Fuentes próximas a la transacción han confirmado las negociaciones entre Prisa y Telefónica, que ha declinado hacer ningún comentario sobre esta información. Las relaciones entre ambos grupos se han estrechado en los últimos años al tiempo que se degradaba la situación financiera de la editora de El País, dueña de emisoras como la Cadena Ser. De hecho, en julio del pasado año, la primera multinacional española acordó la suscripción de 100 millones de euros en bonos convertibles, lo que de facto la convierte en accionista del grupo de medios de comunicación.
Según otras fuentes, las conversaciones comenzaron hace unas semanas cuando los bancos acreedores volvieron a advertir a Prisa de que no iba a ser capaz de cumplir las obligaciones financieras pactadas en su última refinanciación, en diciembre de 2011. Aquel acuerdo permitió a la empresa gestionada por Juan Luis Cebrián alargar los pagos de sus 3.500 millones de deuda hasta 2014 y 2015, pero a cambio de mantener una serie de ratios sobre el beneficio operativo.
Prisa ha conseguido recortar su deuda hasta los 3.123,5 millones, pero no por haber generado ingresos extraordinarios para rebajar su pasivo, sino gracias a la puesta en circulación de varias emisiones de bonos convertibles y al ejercicio de emisiones de warrants a favor de Liberty, según la documentación enviada por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). De hecho, sin estas inyecciones de capital, la deuda real habría aumentado en cerca de 75 millones.
Debido a esa agobiante posición financiera, Prisa necesita seguir deshaciíéndose de activos en un proceso que inició a finales de 2009 con la venta del 44% de Digital+, la mitad a Telefónica y la otra mitad a Telecinco. Asimismo, se desprendió de un 25% de Santillana a favor de DLJ South American Partners y del 10% de Media Capital, que fue adquirido por Miguel Pais do Amaral.
El fútbol vale menos
En este contexto se enmarcan las negociaciones con Telefónica, para quien la compra de una participación mayoritaria en Digital+ la convertiría en el líder de la televisión de pago en España. A esta plataforma resultante de la fusión entre Sogecable y Vía Digital se sumarían los contenidos y los usuarios de Imagenio, la televisión por Internet de la operadora. Telefónica, que desde 2009 tiene un acuerdo con Prisa para la distribución conjunta de contenidos, tiene 760.000 accesos.
Digital+ tiene 1,723 millones de clientes a septiembre de 2012, 51.000 menos que al cierre del tercer trimestre del año anterior. No obstante, sus ingresos crecieron un 5,9%, hasta los 788 millones, gracias a la venta de derechos audiovisuales. Por su parte, el beneficio antes de impuestos, intereses, amortizaciones y depreciaciones mejoró un 14,3%, hasta los 173 millones en los nueve primeros meses del último ejercicio.
Sin embargo, estos datos están muy alejados de los que presentaba Digital+ a finales de 2009, cuando Telefónica acordó pagar 470 millones por el 22% del capital. En el tercer trimestre de ese año, la plataforma de pago ingresaba 981 millones, casi 100 millones más que ahora, y tenía un beneficio operativo de 227 millones, un 23,7% superior. En ese momento, la filial de Prisa fue valorada en 2.136 millones, una tasación que fuentes financieras consideran desmesurada teniendo en cuentas los ratios actuales.