Los medicamentos biosimilares experimentarán una explosión de su mercado en dos años, cuando pierdan la patente hasta 14 fármacos geníéricos, que mueven un mercado de 65.000 millones de dólares.
En dos años, alrededor de 14 medicamentos biotecnológicos pierden la patente. Esto quiere decir que entran en directa competición con aquellos laboratorios que quieran desarrollar un geníérico de estas molíéculas, los llamados fármacos biosimilares.
Estos nuevos compuestos entran a un mercado que mueve a nivel mundial 65.000 millones de dólares (48.421 millones de euros), "tomando como referencia la facturación actual conjunta de los biotecnológicos que perderán la patente", detalló Gabriel Morelli, director general de la consultora IMS Health en España ayer en una rueda de prensa de presentación del Manual sobre Medicamentos Biosimilares, realizado por la patronal de geníéricos en España, Aeseg, y la europea EGA en colaboración con IMS.
Según el propio Morelli, "el potencial de desarrollo de estos fármacos hacia 2020 ronda los 25.000 millones de dólares (18.615 millones de euros)". El director general afirmó que este crecimiento depente de "factores como el desarrollo efectivo y claro de un marco regulatorio en Estados Unidos, la armonización de los estándares en mercados emergentes, la aceleración de la penetración de estos compuestos en los países más retrasados de Europa, el desarrollo exitoso de los geníéricos de las molíéculas biotecnológicas y un escenario de competencia más intenso".
En este sentido, Raúl Díaz Varela, presidente de la Aeseg, afirmó que "actualmente sólo hay tres compuestos biosimilares en el mercado farmacíéutico europeo, que no están consiguiendo el nivel de cuota de mercado esperado cuando se trazaron las primeras estimaciones", señaló.
"Necesitamos incentivos para que este mercado consiga una penetración", afirmó el presidente. Por ello, en estos momentos, "se está trabajando, a nivel informativo, en las dinámicas de este mercado, para intentar conseguir una regulación adecuada para una introducción más razonable". Un entorno más claro permitirá a las empresas "tener un mercado potencial atractivo", detalló Díaz Varela.
España, por debajo
En el caso de España, el mercado de los biosimilares está un poco por debajo en el acceso y desarrollo que los países de referencia que son Francia y Alemania. Una de las razones fundamentales de esta diferencia se debe a que las diferentes políticas de impulso del medicamento biosimilar.
Así, en España esta situación se agudiza debido al sistema de aprobación de precios para estos medicamentos, que supone para estos fármacos, como para los geníéricos, un descuento para el fármacos de referencia del 40% pedido por el Gobierno. "Hay que tener en cuenta las diferencias entre los geníéricos y los biosimilares. Estos últimos requieren mayores inversiones y no pueden dar los mismos descuentos", señaló Díaz-Varela. Pidió más involucración del Gobierno.