(PL)
La India inició hoy el proceso de cancelación del contrato que tenía con la firma italiana Finmecannica para la compra de 12 helicópteros, bajo la fuerte presunción de que se firmó sobornos por medio.
El asunto amenaza con convertirse en un nuevo escándalo de corrupción en torno al gobierno indio, pues aunque sin dilucidarse aún niveles de responsabilidad, han salido a relucir los nombres de importantes figuras de la política, la fuerza aíérea y la seguridad del país.
En un comunicado público, el Ministerio de Defensa señaló haber iniciado "una acción de anulación del contrato para la adquisición de 12 helicópteros AW101" y requerido respuesta de Finmecannica en un plazo no mayor a una semana.
El presidente de la firma italiana, Giuseppe Orsi, fue arrestado el martes bajo la acusación de que el cierre de la operación de compra-venta de los helicópteros -tres de los cuales ya fueron entregados- había sido "engrasado" con sobornos a funcionarios indios.
La India selló el contrato, superior a 500 millones de euros, con Augusta Westland, la filial anglo-italiano de Finmeccanica.
Ayer, el gobierno indio ordenó a la Oficina Central de Investigación realizar una investigación sobre el caso y recordó que los requisitos tíécnicos del AW101 fueron establecidos en 2003, bajo el gobierno de A. B. Vajpayee, del ahora opositor Partido Bharatiya Janata (Partido del Pueblo de la India, BJP).
Los cambios en la oferta se incorporaron entre marzo del 2005 y septiembre de 2006, cuando S. P. Tyagi era jefe de la Fuerza Aíérea, y el ahora presidente de la India, Pranab Mukherjee, era ministro de Defensa.
Tyagi está en el ojo de la tormenta, pues se está investigando si tres de sus familiares aceptaron sobornos a cambio de posibilitar el acuerdo.
De acuerdo con el actual ministro de Defensa, A. K. Antony, "el contrato firmado con Augusta Westland incluye provisiones contractuales concretas contra el soborno y el uso de influencias indebidas".
Pero los investigadores de la fiscalía italiana creen que una parte de los más de 500 millones de euros que implicó la operación pudieron servir para cubrir un soborno de 51 millones pagados por el grupo italiano