La capacidad de RTVE para hacer hueco a nuevos trabajadores parece ilimitada. Según consta en las últimas cuentas de la Corporación, recientemente remitidas al Registro Mercantil, la televisión pública contaba con una plantilla de 6.517 profesionales a 31 de diciembre de 2011. Se trata de 107 personas más que al cierre de 2010, cuando la sociedad facilitó un estructura de 6.410 empleados. Las cuentas en cuestión, las primeras suscritas por el actual presidente nombrado por el PP, Leopoldo González-Echenique, son en realidad las últimas vinculadas a la era Zapatero.
Según el desglose que facilita la compañía, el principal desajuste entre ambos ejercicios se produce en las contrataciones eventuales. Si RTVE apenas contaba con 600 trabajadores contratados por exigencias circunstanciales del mercado en 2010, esta cifra se disparó hasta los 728 a finales de 2011. La evolución de la plantilla rompe en mil pedazos un acuerdo que ya era papel mojado. Sindicatos y empresa alcanzaban en 2006 un pacto -el denominado Acuerdo de los Peñascales- para llevar a cabo un ERE que suponía la salida de 4.150 empleados. El compromiso establecía “una plantilla objetivo de futuro para la Corporación RTVE consistente en 5.900 trabajadores fijos y hasta 500 trabajadores temporalesâ€.Las cifras se publican precisamente en plena negociación del nuevo Convenio Colectivo, con la inquietud entre los trabajadores de la casa de que pueda ponerse en marcha un nuevo ERE en el año 2015. Un temor que nace del propio planteamiento de la Dirección, que sólo garantiza el empleo durante dos años. Y eso si se toman medidas drásticas para ahorrar hasta 35 millones en la masa salarial. Entre ellas, la supresión de parte de las pagas de marzo y septiembre, la congelación de la antigí¼edad, el reordenamiento de las categorías laborales, la eliminación de la paga de los diez años y las vacaciones por 20 de servicio, el hacer la jornada variable en un 10%... Una revolución frente a la que los sindicatos ya han anunciado un “contundente plan de choqueâ€.
“Es evidente que esa última entrada de personal es atribuible a la última etapa del PSOE -explican fuentes internas de la Corporación-. Si de verdad se quiere llevar a cabo a medio plazo un ajuste de plantilla parece lógico empezar por los eventuales. Sin contar con que, a día hoy, aún permanecen en nómina 45 directivos contratados, de fuera de la casa. La cifra de trabajadores fijos está en 5.467 personas, en línea con el Acuerdo de los Peñascalesâ€. Según las cuentas de 2011, RTVE contaba con 234 directivos en total. González-Echenique ya anunciaba en octubre de 2012 una nueva estructura de mando y la supresión del 28% de los ejecutivos, una medida que en principio eliminaría 70 de esos cargos.
Una auditoría demoledora
RTVE tampoco se libra en 2011 de su tradicional revolcón por parte de la auditora. Como en los tres años anteriores, el informe a las cuentas anuales cuestiona los números de la televisión pública por no ajustar el precio de sus solares e inmuebles a su valor real. “Al 31 de diciembre de 2011, el epígrafe de terrenos y construcciones incluye activos por un valor neto de 796.135 milles de euros (…) De acuerdo con el marco normativo de informacion financiera que resulta aplicable a la sociedad, es necesario evaluar, al menos al cierre del ejercicio, si existen indicios de deterioro de los elementos del inmovilizado material, en cuyo caso deberían estimarse sus importes recuperables efectuando las correcciones valorativas que procedieran. La sociedad no nos ha facilitado la mencionada evaluaciónâ€, refleja Ernst&Young en el documento.
Fue el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Ramón Aguirre, quien dio la señal de alarma durante una comparecencia en el Congreso a finales de octubre. El político popular aseguró entonces sin ambages que la contabilidad de la Corporación estaba manipulada y los balances sobrevalorados. “Sería muy bueno que los anteriores responsables de RTVE, que ya no están, hubieran tenido a bien hacer un balance verdadero, ajustar los precios de sus deudas a lo que realmente son, ajustar los precios de sus inmuebles a lo que realmente sonâ€, subrayó, a la vez que instaba al actual presidente a “hacer los ajustes pertinentesâ€.
González-Echenique ha recogido el guante de la SEPI -primer accionista de la cadena pública-, pero ha preferido aplazar la solución del problema a 2012, las primeras cuentas que se corresponden realmente con su gestión. Según explicaba el primer ejecutivo de la casa en una respuesta parlamentaria, RTVE ha imputado 16,4 millones de euros en los presupuestos del año pasado a “gastos derivados del impacto previsible que tendrá en la cuenta de resultados la eliminación de las salvedades que contiene la auditoría de cuentas desde hacer varios ejercicios por sobrevaloración de los activos inmobiliariosâ€. Todo un agujero, más teniendo en cuenta que el presidente prevíé unas píérdidas de 105 millones en 2012, al no ser capaz de absorber la sociedad los ajustes del PP.
No obstante, la auditoría va más allá e incluso cuestiona la continuidad de la sociedad con el actual sistema de financiación, con continuos recortes de su presupuesto y con serios problemas de tesorería al depender la casa de la aportación de las televisiones y las compañías de telecomunicaciones. Al punto que RTVE culpa a esos desajustes del díéficit de 29,17 millones registrado en el ejercicio y que parece abrir toda una senda de números rojos. Y es que, según expone la Corporación en su memoria, esos ingresos “son inferiores a la estimaciones realizadas aplicando las disposiciones legales, por lo que esta desviación es la causa última del díéficit contable registrado en la cuenta de explotación del ejercicio 2011â€.