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Autor Tema: Míéxico: Una revolución que se va...  (Leído 160 veces)

OCIN

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Míéxico: Una revolución que se va...
« en: Febrero 28, 2013, 06:15:37 pm »
Por...   Macario Schettino

Lo sabe porque lo hemos comentado en estas páginas desde hace buen rato, y hemos hablado del gas de lutitas (shale gas) o del petróleo de esquisto (shale oil) o como se dice en general, petróleo y gas no convencionales. La revolución, que hace un par de años era casi totalmente desconocida fuera de los especialistas, ya está en los titulares de los medios.
 
Y es que en estos pocos años en verdad se confirma que es una revolución. Las tíécnicas de perforación horizontal y fractura hidráulica han permitido hacer viables las reservas de gas de lutitas, lo que significa que hay gas disponible para tres siglos, si seguimos consumiendo como hasta ahora. Eso no se sabí­a antes de 2006, y todaví­a no quedaba claro en 2008. Por eso en ese año los precios de los energíéticos se fueron a las nubes conforme las economí­as crecí­an: ya no habí­a energí­a disponible, y eso significaba que se acabarí­a el crecimiento económico muy pronto.
 
La disponibilidad de energíéticos que hoy tenemos es una garantí­a de que no se va a acabar el crecimiento, por el contrario. No es sólo en gas en donde hay un incremento significativo de producción. En petróleo, EE.UU. y Canadá están incrementando su producción de forma muy importante haciendo uso tambiíén de nuevas tecnologí­as que hacen económicamente factible el petróleo no convencional. La Agencia de Información de Energí­a de EE.UU. afirmaba hace unos meses que EE.UU. superarí­a a Arabia Saudita en producción de petróleo para 2017. Pero los datos apuntan a que se equivocaron, y que a fines del año pasado ocurrió ese hecho. Mire usted, en 2008 se producí­an en EE.UU. 8,5 millones de barriles diarios (mdb) de lí­quidos (no todo es petróleo, una parte es condensados, pero es lo mismo para todos los paí­ses). En ese mismo año, en Arabia Saudita se producí­an 10,8 mdb. Es una diferencia muy importante, pero que ha ido desapareciendo. En 2012 (los datos llegan a octubre, así­ que tomo noviembre 2011 a octubre 2012), Arabia Saudita ya producí­a 11,6 mdb, pero EE.UU. produjo 10,9 mdb. Es decir que Arabia Saudita incrementó su producción en casi un millón de barriles al dí­a, EE.UU. lo hizo en 2,4 millones. Y si tomamos la información de los últimos meses de 2012, el asunto es increí­ble: en julio Arabia Saudita producí­a 900 mil barriles diarios más que EE.UU.; en agosto eran 850 mil; para septiembre eran 400 mil, y en octubre fueron apenas 150 mil barriles diarios adicionales. Ya veremos noviembre y diciembre, pero no me sorprenderí­a que en uno de esos meses EE.UU. haya producido más petróleo que los árabes.
 
Indudablemente es una comparación complicada. Arabia Saudita es el centro de la OPEP, y reduce o incrementa su producción en el ánimo de controlar el precio, de forma que lo que producen en un mes en particular, o incluso en un año determinado no es tan significativo. Tienen margen para moverse. Por otro lado, Arabia Saudita exporta prácticamente todo lo que produce, mientras que EE.UU. sigue siendo un importador neto. Pero en esto tambiíén va avanzado EE.UU., que consumí­a 20 mbd de petróleo crudo, y ahora ha reducido ese consumo cerca de 18 mbd. Es decir que si en la primera mitad de la díécada tení­a un díéficit de más de 10 mbd, la mitad de su consumo, ahroa ese díéficit ronda 6 mbd, que es la tercera parte del consumo.
 
Pero al mismo tiempo Canadá ha incrementado significativamente su producción. En el 2000 Canadá producí­a 2,7 mbd y consumí­a 2,1 mbd. En 2001 su consumo habí­a subido a 2,2 mbd, pero su producción llegó a 4 mbd. Es decir que incrementó su capacidad de exportación en 200%, pasando de 600 mil a 1,8 mbd. Así­ que el díéficit de EE.UU. es nada más de 4 mbd, si consideramos que todas las exportacinoes de Canadá llegan a ese paí­s. Entre Míéxico y Venezuela aportan la mitad de esa cantidad, de forma que EE.UU. requiere sólo dos millones de barriles diarios de petróleo del resto del mundo. Esa cantidad llegará a cero muy rápido. La tasa de crecimiento en la producción de petróleo en Canadá es de 8% anual, y en EE.UU. es de 9%. Si esa tasa se mantiene nada más tres años, en 2015 entre ambos paí­ses producirán 20 mbd, justo lo que consumirán.
 
Es decir que EE.UU. y Canadá serán autosuficientes en producción de petróleo, y superavitarios en gas. Sin necesidad de Míéxico, serán una potencia energíética, y más importante aún, no necesitarán invertir en cuidar las instalaciones petroleras de otros paí­ses, especialmente en Medio Oriente. Y no le estoy hablando de lo que ocurrirá en veinte años, sino en 2015, justo cuando Peña Nieto enfrentará la elección intermedia.
 
Mientras en esos paí­ses la producción de energí­a crece aceleradamente, la gran noticia en Míéxico es que la nuestra ya no está cayendo. En 2012 produjimos 2,5 mbd (sin condensados), lo mismo que en 2011. Casi la mitad de la producción viene de una región marí­tima, y la tercera parte de la producción total viene de un solo activo: Ku-Zapp-Maloob. Cantarell continúa su declinación, y dos de los mantos de KZM ya están en ese proceso. No se nos va a acabar el petróleo, pero es muy posible que para 2015, si las cosas siguen como van, tengamos ya muy poco para exportar. De hecho, se ha reducido el consumo interno a 1,3 mbd para poder mantener las exportaciones arribita de 1,2 mbd, y las importaciones de petrolí­feros alcanzan ya 700 mil barriles diarios, de forma que nuestras exportaciones netas son de medio millón de barriles al dí­a. No síé si llegan a 2015, pero aún si es así­, somos marginales frente a nuestros socios del TLCAN.
 
La revolución energíética es uno de los eventos más importantes en el futuro de la economí­a mundial. Nosotros nos estamos quedando fuera, no por falta de recursos naturales, sino por nuestra limitación mental. A ver si logramos salirnos de ella, antes de que sea demasiado tarde.


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