El grupo lograría un beneficio de 90 millones en caso de descontar provisiones y deterioros.
Sacyr registró una píérdida neta de 977,5 millones de euros en 2012 por el ajuste realizado en su inversión en Repsol y el saneamiento practicado en otros activos inmobiliarios y de concesión, según informó el grupo. La compañía que preside Manuel Manrique atribuye esta píérdida, un 39% inferior a la de 2011, a los ajustes que ha realizado ante la "crudeza de la crisis" y siguiendo su estrategia de "máxima prudencia contable y de transparencia". En caso de descontar estas provisiones y deterioros, Sacyr habría cerrado el ejercicio 2012 con un beneficio neto de 90 millones de euros.
La cifra de negocio del grupo de construcción y servicios cayó un 5,4% en el pasado ejercicio, hasta 3.613,7 millones de euros, afectada por los negocios de construcción e inmobiliario de España. El beneficio bruto de explotación (Ebitda), de su lado, se mantuvo en 506 millones. Sacyr reforzó el pasado año su internacionalización, al lograr del exterior el 41,1% de sus ingresos, frente al 39% de 2011. El porcentaje de facturación internacional se eleva hasta el 52% en el caso del negocio constructor.
A cierre de 2012, el grupo soportaba un endeudamiento de 8.455 millones de euros, de los que 2.367 millones corresponden a la financiación de su participación en Repsol.
íreas de negocio
Por áreas de negocio, la construcción se mantiene como primera fuente de negocio de Sacyr en 2012, al generar 1.975,5 millones de euros, pese a que cayó un 19%, por el descenso de actividad en España y Portugal. A cierre del ejercicio contaba con una cartera de obras pendientes de ejecutar de 5.998 millones de euros, el 80% en el exterior.
Vallehermoso, división de promoción inmobiliaria, elevó un 5,7% sus ingresos, hasta 189,9 millones, tras vender 509 viviendas. La filial suma un 'stock' de 710 pisos, un 38% menos que al inicio del pasado año.
La rama de servicios (Valoriza) es la que más creció (+13,2%) y facturar 1.123 millones. Por contra, la de concesiones redujo un 39,8% su facturación, hasta 267,2 millones, por los menores ingresos de concesión. Los correspondientes sólo a servicios concesionales crecieron un 13,8%.