La Comisión Europea va a imponer a España una nueva normativa sobre provisiones, una especie de 'Guindos 3' una vez que han caducado los Decretos 'Guindos 1 y 2', que imponían fuertes coberturas sobre la exposición inmobiliaria y que han provocado píérdidas en España a la mayoría de las entidades. Una vez cubierto este problema, Bruselas quiere atacar la llamada "morosidad oculta", es decir, los críéditos clasificados como subestándar y las refinanciaciones empresariales que ocultan críéditos incobrables, pero dejará fuera los críéditos hipotecarios residenciales, según fuentes comunitarias. En todo caso, esta nueva normativa puede echar por tierra las previsiones de una fuerte recuperación de los beneficios del sector en 2013 tras las provisiones extraordinarias de 2012.
El reciente concurso de acreedores de Reyal Urbis ha puesto de manifiesto el enorme peligro de los críéditos refinanciados de la banca española, lo que los analistas denominan la "morosidad oculta". La refinanciación ha sido una práctica generalizada para contener la mora y las provisiones, pero se trata de críéditos con un enorme riesgo de impago, y que tienen unos niveles de cobertura muy bajos en general. Por ello, algunos analistas consideran que se trata de la próxima bomba de relojería del sector y, en consecuencia, Bruselas quiere desactivarla antes de que estalle.
En efecto, los críéditos refinanciados alcanzan el 16% de la cartera crediticia en España del Santander, el 10% de la del BBVA y el 13% de la de Bankia (tras el traspaso de su críédito promotor a Sareb). Lo más llamativo es que estos riesgos tienen una cobertura muy reducida, en torno al 15% en los dos grandes y que sube al 25% en la entidad que preside Josíé Ignacio Goirigolzarri gracias al rescate europeo. La práctica de las refinanciaciones es conocida en el sector como la "patada a seguir", y recientemente JP Morgan la denominaba "delay and pray" (retrasar y rezar). Es decir, cuando un cliente no puede pagar un príéstamo, se le da más tiempo con la esperanza de que en el futuro las cosas le vayan mejor y logre saldar la deuda. Ahora bien, en muchos casos esas esperanzas no tienen ningún fundamento, como evidencia el caso de la inmobiliaria de Rafael Santamaría, con lo que lo único que hacen es retrasar lo inevitable: el reconocimiento de que esos críéditos son morosos y la consiguiente obligación de provisionarlos.
Eso es exactamente lo que pretende Bruselas con la nueva normativa de provisiones, que no necesariamente adoptará la forma de real decreto, como los anteriores, sino que podría tramitarse como una mera circular del Banco de España, según las fuentes consultadas. El modelo que se persigue es el mismo que se ha impuesto en Italia: "La Comisión Europea va a obligar a los bancos españoles a pasar a mora todo el críédito refinanciado subestándar, sea para pymes o para grandes empresas, y a reclasificar muchos críéditos que ahora se consideran sanos, con el consiguiente incremento de las provisiones".
El Banco de España ya exigió en una circular de septiembre la publicación de los críéditos refinanciados en las memorias anuales de las entidades, con una distinción entre morosos, subestándar (no ha entrado aún en mora, pero tiene muchas probabilidades de hacerlo) y sanos, aunque esta diferenciación es muy etíérea cuando son críéditos que no tienen que pagar nada -o sólo intereses- durante años.
Según las fuentes citadas, las hipotecas minoristas -la otra gran preocupación de los inversores internacionales pese a su baja morosidad- se quedarán fuera de esta nueva normativa, "porque incluirlas supondría otro díéficit de capital en el sistema y la necesidad de pedir otro rescate". Aun así, el nuevo 'Guindos 3' hará mucho daño a las cuentas de las entidades en 2013 y echará por tierra sus optimistas previsiones de recuperación tras el 'palo' de los dos decretos de Guindos sobre exposición inmobiliaria en 2012. Expertos consultados aseguran que el impacto más duro será para las entidades medianas, Sabadell y Popular.
El MoU impone el cambio de provisiones
El memorándum de entendimiento (MoU) sobre el rescate bancario establecía que el Banco de España debía elaborar antes de fin de año un documento con una propuesta de reforma de la normativa de provisiones. Sobre la base de ese documento "está pendiente un debate entre la troika [Comisión Europea, FMI y BCE] y el Banco de España sobre las nuevas provisiones que se van a exigir a los bancos en España", según fuentes cercanas al supervisor.
Concretamente, el punto 23 del MoU dice que "se reevaluará el marco actual de provisiones para príéstamos incobrables. Basándose en las experiencias de la crisis financiera, las autoridades españolas presentarán propuestas para reformar el marco permanente de las provisiones para príéstamos, teniendo en cuenta las medidas provisionales adoptadas en los meses pasados, así como el marco contable de la UE. Es más, las autoridades analizarán la posibilidad de revisar la calibración de las provisiones dinámicas sobre la base de la experiencia adquirida durante la actual crisis financiera. A tal fin, las autoridades españolas presentarán, antes de mediados de diciembre de 2012, un documento estratíégico, para consulta con la Comisión Europea, el BCE, la ABE y el FMI, sobre la modificación del marco de provisiones una vez que dejen de ser de aplicación los Reales Decretos Ley 2/2012 y 18/2012" (los decretos 'de Guindos").