RTVE registró píérdidas superiores a 100 millones de euros en 2012 y en el Ejecutivo se han encendido todas las alarmas. Al punto que el equipo económico del Gobierno ya plantea abiertamente la vuelta a la publicidad en la televisión pública como vía para aumentar la recaudación y evitar que se perpetúen los números rojos. La excusa perfecta para acometer una reforma exhaustiva de la financiación en la Corporación la proporcionaría el Tribunal de la UE, que en las próximas semanas debe pronunciarse sobre el modelo promovido por el Gobierno Zapatero. Bruselas ya tumbó el sistema francíés, muy similar al español.
Según se expone en medios gubernamentales, la ley de estabilidad presupuestaria se está aplicando ya en todas las Administraciones Públicas y empresas estatales, y RTVE no debería quedar al margen de esos esfuerzos. Para ello, resulta imprescindible poner en marcha ya mismo drásticas medidas de ahorro y recorte del gasto que ayuden a frenar el díéficit en la casa. Por ejemplo, en ese marco se inscribe la denuncia del actual convenio laboral planteada por su presidente, Leopoldo González-Echenique, para ahorrar 35 millones, aunque esa vía no sería suficiente para cuadrar los números.
El objetivo sería ajustar de verdad las cuentas en 2014 y para eso es imprescindible volver a recaudar por la emisión de publicidad. Con luchas internas incluidas. El Ministerio de Hacienda ya propuso recortar más en la subvención directa a RTVE en los últimos Presupuestos Generales del Estado y forzar así y cuanto antes los cambios en el modelo de financiación de la sociedad. Desde la Moncloa, sin embargo, se impuso la tesis de que recortar más equivalía a estrangular RTVE. ¿Conclusión? Se dulcificó el ajuste, pero se enquistó el problema del díéficit.
El presidente de RTVE ya avanzaba en octubre que la cadena pública tendría píérdidas de 105 millones en 2012, al no poder absorber el recorte de 204 millones impuesto por el PP al acceder al poder. Este año no pinta mucho mejor. No en vano, de los 547,59 millones que las cuentas públicas recogían para la cadena en 2010, se ha pasado a 292,74 en 2013, más de 250 millones menos. Y si los Presupuestos del Estado no responden, tampoco lo hace la parte que RTVE se embolsa de la facturación de las cadenas de televisión privadas y las telecos, en plena debacle de la publicidad y del consumo.
Precisamente es la tasa a las compañías de telecomunicaciones la que está en manos de la justicia europea, despuíés de que en marzo de 2011 la Comisión la denunciara ante el Tribunal de la UE. Bruselas considera que el nuevo impuesto para compensar la supresión de la publicidad no está en línea con las normas comunitarias, ya que supone una doble imposición a las empresas y no se emplea en financiar costes de regulación del propio sector. El equipo económico de Rajoy tiene claro que la resolución es inminente y, en caso de eliminar el canon, supondría un vuelco a todo el modelo en marcha.
Sindicatos y oposición, de acuerdo
El debate sobre la publicidad no está sólo en el Ejecutivo. Tambiíén alcanza a la casa. El Comitíé Intercentros, en pie de guerra tras conocer la semana pasada los planes de ajuste de la Dirección, tiene previsto plantear fórmulas a esta para evitar que todo el recorte por los menores ingresos recaiga en la plantilla. Entre las medidas que hará públicas esta semana se encuentra recuperar la publicidad en función de la decisión de Bruselas. En tanto la Corporacion sólo garantiza el empleo durante dos años –aunque se apliquen las medidas de ajuste-, los sindicatos temen un nuevo ERE y plantean medidas a la desesperada.
Tambiíén la oposición se ha mostrado en más de una ocasión a favor de recuperar la publicidad, pese a que fue el PSOE quien la eliminó. González-Echenique ha apuntado en una de sus intervenciones parlamentarias que podría “compartir†la reflexión, si bien siempre ha dejado claro que los gestores “somos destinatarios de la norma y debemos cumplirlaâ€. Aunque el PP no hacía ascos a recuperar la publicidad antes de llegar al Gobierno, una decisión de esa índole supondría una declaración de guerra a las televisiones privadas. Sobre todo, teniendo en cuenta el mercado publicitario menguante. Las cadenas se repartían 3.500 millones en 2007; tras cinco años de crisis apenas llegan a 2.000. Un nuevo player resultaría devastador. Tambiíén implicaría romper el compromiso que privadamente adquirió el propio presidente del Gobierno con las cadenas antes de llegar al Gobierno.
La inquietud por sus finanzas no es la única del Ejecutivo respecto a RTVE. De hecho, en cuestión está tambiíén la línea de los telediarios, que en muchos ministerios y en el 'aparato' de Gíénova consideran en exceso antigubernamental. Un sentimiento que habría confirmado el tratamiento en los informativos al caso Bárcenas. Y es que González-Echenique ha logrado en nueve meses contrariar a propios y ajenos. “A mí no me nombró ni el PP ni el Gobierno, sino las Cortes Generalesâ€, arreció esta semana en el Congeso. “¿Acaso habría accedido a la presidencia con el PSOE? Al menos podría no decir nadaâ€, aseguraba hace unos meses un político de larga trayectoria en la formación conservadora en respuesta a una afirmación similar. De fondo, la lucha Soraya-Cospedal por controlar la casa.