Bankia se ha convertido en el mascarón de proa de la crisis española. En torno a su auge y caída circulan varios debates, que cada uno de los implicados responde de forma distinta. Respecto a quiíén va a hacerse cargo de la factura mil millonaria que ha costado, el Gobierno asegura —y el ministro Luis de Guindos lo reiteró este fin de semana— que el Estado recuperará los 22.424 millones inyectados. Pero Bruselas no lo tiene tan claro.
“El plan de reestructuración establece que [...] el grupo BFA tiene pocas probabilidades de devolver del todo las diversas ayudas públicas que ha ido recibiendoâ€, señala el informe redactado por la Comisión Europea que se hizo público ayer. Este texto tambiíén afirma que la Comisión considera “poco probable†una remuneración adecuada a la recapitalización teniendo en cuenta “la problemática situación actual del grupo BFA y grandes cantidades de dinero recibidasâ€.
Sin embargo, en otro párrafo del documento, dice en tono más optimista: “En vista del plan de reestructuración se espera que el FROB reciba una gran parte de los beneficios futuros y de los ingresos provenientes de la venta de BFA-Bankia en el futuroâ€.
El ministro de Economía se mostró convencido de que Bankia, Catalunya Banc y Novagalicia serán capaces de devolver las millonarias ayudas recibidas. En una línea parecida está el presidente de Bankia, Josíé Ignacio Goirigolzarri. Ayer abogó ayer por iniciar la privatización de la entidad nacionalizada entre 2014 y 2015, aunque ello suponga venderla “trozo a trozo. Primero a inversores institucionales y despuíés a los minoritariosâ€. Además, insistió en que van a devolver las ayudas del Estado por una doble vía: o a travíés del pago de dividendos (a partir de 2015 con cargo al ejercicio de 2014) o con ventas en Bolsa, dijo en un desayuno informativo organizado por Europa Press.
Sobre este asunto, Bruselas impone que Bankia reparta como dividendo, a partir de 2015, el exceso de capital por encima del mínimo legal (9%) más un 1 punto extra de colchón. Es decir, si supera el 10%.
¿Una fusión con Catalunya Banc?
Otro de los debates sobre el caso Bankia es la posibilidad de que la entidad incorpore Catalunya Banc o Novagalicia. Las normas europeas lo impiden. Las ayudas públicas se inyectan para permitir que las entidades sean viables y alcancen la rentabilidad a medio plazo, pero no para que se hagan con competidores que le permitan reforzarse.
El documento redactado en Bruselas menciona las dos patas en que se ha dividido la entidad. La primera engloba los activos heredados no relacionados con el negocio básico, a vender o mantener hasta su vencimiento. Esto incluye las oficinas a cerrar, las participaciones industriales y los negocios financieros en venta, como el banco de Miami. La otra pata es el negocio típico de Bankia y en el que se tendrá que centrar en el futuro y cuyos activos serán solo el 20%-30% de lo que llegaron a sumar las siete cajas en su momento de apogeo. Los activos más tóxicos ya se han desgajado al integrarlos en el banco malo.
Goirigolzarri, que fue recibido en el hotel madrileño donde se celebró el desayuno por un nutrido grupo de afectados por las preferentes, dijo que comprende “perfectamente†que “muchos estíén decepcionadosâ€. “Uno de nuestros objetivos ha sido buscar buenas condiciones para las preferentes; en ningún tema como este he sido tan pesado con Bruselasâ€, aseguró, y lamentó la cerrazón europea en este tema, pero admitió que si no les hubieran inyectado capital las preferentes ahora valdrían cero.
Sobre el posible ajuste de las acciones de Bankia hasta un cíéntimo, Goirigolzarri reconoció que la depreciación “era la esperadaâ€. En cuanto al pasado, ha asegurado que los actuales responsables de Bankia “están analizando todas las operaciones no ortodoxas y metiíéndolas en un circuito de análisis donde, con asesores externos, decidimos si hay que archivarlas, enviarlas al juzgado o a la fiscalíaâ€.
El presidente de Bankia, que reconoció un sueldo fijo de 500.000 euros y un variable de hasta el 50% de esta cantidad, aunque ha renunciado a ella, advirtió de que España tiene un nivel “no tolerable†de corrupción. “No lo pienso por los efectos que produce a corto plazo en la prima de riesgo, sino como problema estructuralâ€, añadió antes de abogar por “enfrentar a este problema a todos los niveles y en todos los campos. Nos hemos constituido en un Estado de derecho, por lo tanto, deberíamos cambiar las leyes. Una vez que se haya hecho esta reforma se deberían aplicar el máximo rigorâ€, sentenció con una rotundidad inequívoca.