China mantendrá su objetivo de crecimiento en el 7,5 por ciento para 2013, el mismo porcentaje que el año anterior, según desveló hoy el primer ministro saliente chino, Wen Jiabao, en su discurso de inauguración de las sesiones anuales de la Asamblea Nacional del Pueblo (Legislativo).
El año pasado fue el primero en ocho en el que el Gobierno chino se apartó del objetivo de lograr un crecimiento económico del 8 por ciento. En el discurso, en el que expuso la valoración de su Gobierno sobre la situación del país, Wen, que durante esta Asamblea abandonará su cargo en favor del viceprimer ministro Li Keqiang, anunció tambiíén un objetivo de inflación del 3,5 por ciento.
El impacto de la crisis económica global aún persiste y la economía del mundo no ha recuperado todavía un "paso firme", pero Wen considera que "respondimos con eficacia a las fuertes embestidas de la crisis financiera internacional". En su discurso, Wen cita "el aumento considerable de la capacidad" de la industria manufacturera China, la mejora de las infraestructuras, el alto nivel de ahorro y el tamaño de la fuerza laboral como "condiciones favorables y factores positivos" para mantener el desarrollo.
"Vemos necesario y apropiado fijar el objetivo de crecimiento económico para este año en torno al 7,5 por ciento, una meta para cuyo logro tendremos que trabajar duro", indicó Wen. Entre otras cosas, China estimulará la inversión no gubernamental y mantendrá "una mano firme en las riendas" para controlar la especulación en el mercado inmobiliario. El año pasado, el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) fue del 7,8 por ciento, el más bajo de los últimos trece años, frente al 9,2 por ciento del año anterior y el 10,3 por ciento de 2010.
Objetivos de empleo
Entre los objetivos del Gobierno se encuentra crear nueve millones de empleos a lo largo de este año. Según los cálculos oficiales, el díéficit fiscal chino será este año de 1,2 billones de yuanes (191.000 millones de dólares), 400.000 millones de yuanes más que lo presupuestado en 2012.
En su discurso, Wen reconoció una "agudización creciente del desequilibrio entre el desarrollo económico y los recursos y el medioambiente", así como una "fácil y elevada corrupción en ciertos terrenos". Un total de 2.987 diputados participan en la reunión anual de la Asamblea, un órgano que normalmente se limita a ratificar lo ya decidido por el Ejecutivo. En esta ocasión, la Asamblea se encargará de nombrar formalmente al secretario general del Partido Comunista de China, Xi Jinping, como jefe de Estado, en sustitución de Hu Jintao, y al actual viceprimer ministro, Li Keqiang, como nuevo jefe de Gobierno, en sustitución de Wen.