El mercado da por hecho que la acción de Bankia se hundirá, igual que Banco de Valencia. Pese a que los pequeños accionistas –unos 350.000– se resisten a vender y el valor se sitúa solo ligeramente por debajo de los 0,30 euros por acción. Pero otros inversores consideran que es una oportunidad de oro para poder sacar partido de la eventual caída de la entidad en Bolsa.
El hundimiento de Banco de Valencia hasta 0,01 euros por título, el precio al que se cruzan algunos títulos en las subastas de cierre desde el pasado 1 de marzo, ha abierto la puerta a muchos inversores a creer que el escenario en Bolsa para Bankia es muy similar.
El pasado viernes, Daniel Pingarrón, estratega de IG, explicaba a Cinco Días que era posible, aunque con dificultades, abrir posiciones cortas en Bankia. Eso sí, había que pagar más del 50% anual por alquilar las acciones y poder venderlas despuíés. Hoy, fuentes de mercado explican que no hay papel: “No encontramos acciones para tomar prestadas por ningún ladoâ€, explican en la mesa de operaciones de un intermediario. La situación se repite en las mesas de operaciones de los brókeres consultados. Es más, algunos están viíéndose obligados a cerrar las posiciones cortas previamente abiertas porque han de devolver el príéstamo de valores.
Los contratos por diferencias (CFD) son un derivado que no cotiza en un mercado oficial pero que sí requiere tomar en príéstamo las acciones para abrir la posición. Es decir, se toman prestadas las acciones y despuíés se venden. Si no hay acciones a príéstamos, a ningún príéstamo, no se pueden abrir posiciones cortos. Tampoco es posible apostar a la baja contra Bankia a travíés de otras herramientas, como los futuros sobre acciones o los warrants, no hay liquidez o no hay emisiones. Un portavoz de BME ha declinado hacer comentarios sobre esta información a Cinco Días.
Pese a que el veto a las posiciones cortas concluyó el pasado 31 de enero, en la práctica es imposible –al menos para un pequeño inversor– ponerse corto en Bankia… Porque ya lo han hecho otros antes… El capital que cotiza libremente en Bolsa (free float) de la entidad que preside Josíé Ignacio Goirigolzarri se sitúa cerca del 52%, porcentaje equivalente a unas 1.040 millones de acciones, pero todas las acciones prestadas (en manos de grandes inversores, como fondos de inversión o de pensiones) ya han sido prestadas, explican fuentes del mercado.
El príéstamo de valores en Bankia –que revela habitualmente posiciones cortas– se ha más que duplicado desde el cierre del 31 de enero, cuando la CNMV levantó el veto a las posiciones cortas. A cierre de ayer, había 97,5 millones de acciones prestados.
Los bajistas tienen el camino abierto. Por ejemplo, abrir un corto en Bankia por 300.000 euros a 0,3 euros por acción, con una garantía del 10% sobre el subyacente, requiere 30.000 euros depositados en el intermediario. Con 300.000 euros, se obtienen un millón de acciones (300.000 euros entre 0,3 euros por acción).
Pongamos que, al igual que Banco de Valencia, Bankia baja a los 0,01 euros que se están barajando como precio al que entrará el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria. Se cierra el corto a 0,01 euros por título. El coste es de 10.000 euros (un millón de títulos a 0,01 euros). Es como si se hubieran comprado un millón de acciones de Bankia a 0,01 euros y se hubieran vendido a 0,3 euros La ganancia (290.000 euros) equivale al 2.900%.
Para ponerse corto en Bankia, se pueden utilizar diferentes fórmulas, como CFD, futuros, opciones y warrants. Eso sí, “el coste de príéstamo de Bankia en el mercado se sitúa en el entorno del 53%â€, explica Daniel Pingarrón, de IG. Además no es fácil encontrar acciones disponibles.
Precio de entrada
Antes de finales de marzo, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) tiene que fijar el precio por acción al que entrará en Bankia. Con un patrimonio neto negativo de 6.055 millones de euros a cierre del año pasado, el precio será simbólico, y todo apunta a que se fijará en 0,01 euros por acción, como ocurrió con Banco de Valencia y como quiere la Comisión Europea y como vino a confirmar ayer el propio Josíé Ignacio Goirigolzarri. Es el mínimo necesario para que pueda seguir cotizando.
La dilución de los accionistas minoritarios, si el precio es 0,01 euros, será casi total. Se quedarían con un 0,1% del capital, pues el fondo español de rescate de la banca tendría que emitir 1,07 billones de acciones nuevas. Así se produciría la metamorfosis de los 10.700 millones de euros inyectados en diciembre en Bankia a travíés de su matriz Banco Financiero y de Ahorros (BFA), controlada, a su vez, por el FROB al 100%.
Si el precio es de 0,1 euros por acción, la dilución será inferior pero aun así su peso quedaría reducido a la mínima expresión: un 1%.
Si el FROB decide que transformará preferentes y deuda subordinada al mismo precio al que entrará íél mismo (es decir, a 0,01 euros, de acuerdo a la información disponible), entonces, Bankia tendría que emitir 480.000 millones de acciones más. El número total de títulos en circulación de la entidad quedaría en nada menos que 1,55 billones. La participación en el capital de los inversores privados sería del 31%
Los dueños de las preferentes y de los híbridos en general recibirían acciones a precio de saldo respecto al valor de cotización. Pero solo en teoría. A una inversión en participaciones preferentes de 10.000 euros se le aplicaría un descuento del 39%. Es decir, recibirían 6.100 euros y estos, transformados en acciones emitidas a 0,01 euros, se convertirían en 610.000 acciones. Sin embargo, el precio de cotización difiere fuertemente de esos 0,01 euros. Las plusvalías, para un precio por acción de 0,3 euros, serían nada menos que del 1.630%.
Obviamente, estas plusvalías son solo sobre el papel, porque el torrente de ventas (flow back) de los nuevos accionistas [el FROB no venderá] en cuanto tuvieran los títulos hundiría el precio de la acción hasta acercarlo a los 0,01 euros, como ha ocurrido con Banco de Valencia.