FMI: Uno de cada cuatro bancos españoles podría sufrir "graves píérdidas de capital"
El Fondo Monetario Internacional ha presentado hoy su informe sobre el estado de salud del sistema financiero europeo. En su documento tambiíén se examinan los riesgos que se ciernen sobre la banca española y sobre la economía del país, pese a las medidas ya emprendidas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Así los funcionarios del Fondo reconocen que la posibilidad de un empeoramiento en la financiación en el mercado para la banca española es todavía "medio alto". Entre sus justificaciones el FMI reconoce que existen "substanciales necesidades de refinanciación para la banca en 2012-2013".
Además reconocen que a pesar de los "amortiguadores" del BCE, que podrían ser utilizados como garantía por los bancos patrios, el "empeoramiento de las condiciones del mercado podrían imponer mayores recortes a las garantías" de las entidades españolas en manos del BCE para recibir liquidez. Estas dificultades de refinanciación "podrían a su vez prevenir un desapalancamiento ordenado en el sector bancario patrio".
Desde el Fondo avisan sobre la alta posibilidad de una rebaja sobre la deuda soberana o un incremento del riesgo soberano, no sólo en España sino en alguno de los países miembros. Al respecto, los expertos del FMI destacan que la exposición de la banca española a otros países de la periferia es limitada, pero, sin embargo, la exposición al soberano nacional es alta, "alcanzando el 150 por ciento del capital común Tier 1".
Por último advierten que nuestro país todavía puede sufrir una corrección severa de los precios de los activos, especialmente en el sector inmobiliario.
En este sentido, desde la organización estiman que puesto que la exposición a la vivienda por parte de la banca es elevado, "las necesidades de recapitalización podrían aumentar aún más", en el caso de una nueva corrección en los precios de las casas. "Alrededor de uno de cada cuatro bancos en las pruebas de esfuerzo a la banca se enfrentaría a graves píérdidas de capital".
La Evaluación de Estabilidad del Sistema Financiero de la Unión Europea (FSSA, por sus siglas en inglíés) es la primera evaluación global de la solidez y la estabilidad del sector financiero de la Unión Europea. El informe se basa en la reciente encuesta nacional de evaluación del sector financiero (FSAP, por sus siglas en inglíés) en países de la UE y el Fondo durante 2011 y 2012.
Algunos de los datos que aparecen en el informe han sido revisados en las últimas misiones del FMI a países miembros concretos, entre ellos España. De ahí que parte de la información sobre la banca española estíé desfasada puesto que el FMI ya publicó a comienzos de este mes su radiografía completa sobre el sistema financiero español.
La UE tiene que ser más audaz con la banca
La Unión Europea tiene que ser más severa y audaz a la hora de garantizar la estabilidad de sus bancos, según el FMI que exige unas pruebas de estríés más severas para los prestamistas. El organismo con sede en Washington, dijo en su primer estudio formal del sector financiero de la UE que la UE ha hecho progresos significativos, "pero son necesarias más medidas" porque la estabilidad financiera sigue siendo frágil.
En el informe de 67 páginas publicado hoy, la institución enumera una serie de reformas necesarias que deberían completarse antes de que acabe el año, entre ellas, la limpieza de los críéditos inmobiliarios problemáticos y otros activos todavía en poder de los bancos. "A corto plazo es necesaria una acción más contundente para consolidar los recientes avances en la confianza del mercado y poner fin a la crisis", estiman los funcionarios del FMI.
El Fondo tambiíén exige garantías para detener a los reguladores nacionales de tratar de proteger a sus bancos durante las pruebas de resistencia, como ha sucedido en Alemania e Italia en el pasado. Según la organización, el Banco Central Europeo podría desempeñar un "papel muy activo" en las prueba de este año y la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglíés) debería tratar directamente con los bancos en lugar de tener que pasar por los supervisores nacionales.