El Parlamento de Chipre ha rechazado la quita para los ahorradores, requisito necesario para poder recibir el príéstamo de la 'troika' de 10.000 millones de dólares. Esta decisión plantea el peor escenario posible: acerca la quiebra del país y su salida del euro.
í‰sta es una de las peores opciones que barajaban los expertos. Para RBS el rechazo del Parlamento a la quita "permitiría estimular el íéxodo de los depósitos, y el BCE podría retirar su apoyo a Laiki Bank, lanzando el sistema bancario en el caos y provocando una salida del euro".
Un precedente útil en este sentido es el caso de Islandia. Este país sufrió una masiva depreciación de la moneda despuíés de la crisis bancaria de 2008. A pesar de que el gobierno introdujo controles de capital, la Corona cayó un 50% en 12 meses. Una caída de este tipo en la moneda aumentaría la inflación importada y tomaría varios años para que la economía pudiera reajustarse.
"Si Chipre saliera del euro, lo haría con un sistema bancario prácticamente en bancarrota y una moneda devaluada masivamente. Sería difícil de reconstruir la economía con poco apoyo externo, dado que la economía chipriota no es tan competitiva como otras de la zona euro", explica el informe de esta entidad.
Por su parte, HSBC apuntaba una reacción menos drástica de la zona euro y aseguraba que podrían retomarse las neogiciaciones para tratar que la 'troika' accediera a entregar un paquete de ayuda más grande (es decir, por encima de los 10.000 millones) con un peso más importante del fondo de rescate (Mede). Aunque según la entidad, esto sería poco probable porque "el FMI se niega a contribuiría en absoluto en un príéstamo más amplio, lo que a su vez sería inaceptable para Alemania". Una situación de desacuerdo que dejaría de nuevo a Chipre más cerca de la salida del euro.
De cualquier forma, ni siquiera este difícil contexto ha logrado convencer a los parlamentarios chipriotas para votar a favor de la quita y poder así activar el rescate de la 'troika'