Rebote de un día y vuelta al pesimismo. Motivos no parecen faltar para la Bolsa. La preapertura de los mercados se salda con un retroceso del 0,22% antes de la campanada. Las tensiones con Chipre y las amenaz del BCE de cortar la financiación a la isla si no acepta los tíérminos del rescate están pasando factura en el ánimo de los inversores, que nisiquiera han reaccionado con el anuncio de la Fed de que inyectará otros 85.000 millones de dólares en la economía estadounidense. A esta hora, índices como el FTSE londinense se dejan algo más un 0,2%. Ayer, el Ibex ha terminado con una subida del 1,15%, en los 8.416 puntos. El español ha sido, de hecho, el índice que más ha subido sube de todo el Viejo Continente, impulsado por el buen comportamiento de la banca.
La deuda española tiene hoy otra fecha marcada en el calendario en su agitado programa de emisiones. El Tesoro Público tratará de captar entre 3.000 y 4.000 millones de euros en bonos y obligaciones. En concreto, el Tesoro subastará bonos con cupón del 2,75% y vencimiento a 31 de marzo de 2015, bonos con cupón 4,50% y vida a 31 de enero de 2018 y obligaciones con cupón del 5,40% y vencimiento a 31 de enero de 2023.
Con esta persperctiva, la deuda española comienza la sesión en 358 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años algo por debajo del 5%. La credibilidad española, asistida por la fortaleza del Banco Central Europeo, muestra una apreciable estabilida que le está llevando a acercarse de nuevo a la rentabilidad italiana: 324 puntos básicos a primera hora d ela mañana.
El euro, por último, cotiza levemente al alza y vale 1,29 dólares la pieza. Y eso, a pesar de que el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvíédev, ha declarado que la crisis del sistema bancario chipriota es motivo para sopesar la disminución de la parte en euros de sus reservas internacionales