Rosalía Iglesias Villar, la esposa de Luis Bárcenas, ha decidido echar una mano a la economía familiar, golpeada en los últimos meses por los embargos judiciales de cuentas en el extranjero y por el «despido improcedente» del cabeza de familia tras casi tres díécadas como empleado del PP. La mujer del extesorero de los populares se ha dado de alta como «autónoma» en el apartado de actividad 9.529, esto es «reparación de otros efectos personales y artículos de uso domíéstico», un epígrafe en el que caben buena parte de los profesionales que se dedican a los arreglos a domicilio de los enseres domíésticos, siempre que no sean bienes electrónicos o muebles y artículos de menaje.
A la nueva empresaria, que declara incluso tener ya un local en la calle General Díaz Porlier, en el acomodado barrio de Salamanca, no le ha ido mal en sus primeros meses y ha demostrado tener el mismo buen olfato para los negocios que su marido. Pese a no contar con la ayuda de ningún empleado y con una inversión «en activos materiales» de solo 844 euros, en 2012 logró un volumen de negocio de 37.797 euros.
La mujer de Bárcenas debuta así en el mercado de trabajo tras una trayectoria profesional cuanto menos confusa. La propia Villar, cuando fue interrogada en 2010, no supo aclarar si entonces tenía algún ingreso legal «porque todos los temas económicos los lleva mi marido». Cuando el juez le preguntó si tenía algún «trabajo remunerado», tampoco pudo aclarar si estaba dada de alta y pagaba impuestos. Es más, cuando le inquirieron sobre si había tributado alguna vez tampoco supo responder. «Yo no he hecho nunca ninguna declaración de renta, ni de nada de eso», declaró.