España ha sido un virus para muchos inversores institucionales, que durante 2012 decidieron vaciar sus carteras de cualquier activo que tuviera que ver con los países perifíéricos en apuros. Uno de los más agresivos fue Allianz, la aseguradora alemana con gran presencia en el mercado español por su actividad de seguros y como accionista de referencia del Banco Popular.
Pese a esta vinculación, al grupo germano no le ha temblado el pulso para vender el 50% de su posición en deuda española. En concreto, unos 2.600 millones de euros respecto a los 5.100 millones que tenía a finales de 2011. Un hecho del que Allianz alardea en la presentación de sus cuentas anuales para demostrar a los inversores que su exposición a un país como España se ha reducido de forma considerable.
La multinacional de servicios financieros tenía claro que debía desvincularse del errático comportamiento de la solvencia nacional de economías como las de Grecia, Irlanda, Portugal y España. En el país heleno no tenía invertido ni euro, mientras que el peso de los bonos lusos bajó desde los 800 a los 200 millones. Del abatido tigre celta tan sólo le quedaban 100 de los 500 millones registrados a finales de 2011. Por el contrario, Allianz sí apostó por la deuda de Italia, de la que compró 500 millones, hasta los 29.800.
La huida del riesgo de España contrasta con la importante presencia que el grupo tiene en el negocio asegurador. Allianz posee una cifra de negocios en nuestro país que ronda los 3.000 millones de euros, con un beneficio operativo de 450 millones y un beneficio neto próximo a los 300. Pero, además, la compañía con sede central en Múnich gestiona 9.100 millones de euros de clientes españoles y otros casi 10.000 de terceros a travíés de sus sociedades de administración de patrimonios.
Por tanto, se da la paradoja de que Allianz, a travíés de su departamento de gestión de activos y de su tesorería, ha podido utilizar los fondos de clientes nacionales para vender deuda española en busca de posiciones más seguras o de menor riesgo. Allianz tiene en España una cartera de 3,7 millones de asegurados y más de 900.000 partícipes de sus fondos de inversión y pensiones, los vehículos a travíés de los cuales compra y vende renta fija soberana.
Allianz es, a su vez, uno de los accionistas del llamado núcleo duro de Banco Popular, al que apoyó en la ampliación de capital de 2.500 millones de euros que realizó en diciembre. La institución bávara no dudó en respaldar al banco español, aunque lo hizo parcialmente al suscribir sólo una parte del número de acciones que le correspondía. Tras la emisión, su participación se redujo desde el 5,9 al 4,24%.
Pese a esta influencia, tanto en el negocio de seguros como en el Consejo de Administración de Banco Popular, la palabra 'España' ha desaparecido del listado en el que Allianz detalla la inversión en bonos soberanos en los distintos países de Europa. En 2010, España tenía un peso del 5%, ponderación que se redujo al 4% en 2011 y a un porcentaje indeterminado en 2012. Su posición en cíédulas hipotecarias de bancos españoles tambiíén ha bajado desde los 10.200 millones a 9.600, desde el 13% de la cartera total al 9%.