A pesar de la crisis, las familias se mantienen como los principales ahorradores del sistema. Los datos del Banco de España muestran que en el tercer trimestre de 2012, los hogares españoles cosecharon un saldo financiero positivo de 733.241 millones. Frente a estas cifras, las administraciones públicas registran un saldo negativo de 573.703 millones de euros, por encima del cual se sitúa el de las sociedades no financieras (empresas)que superan los 1.261.000 millones.
La crisis económica se ha llevado por delante empleos y salarios, lo que ha obligado a muchas familias a tirar del colchón del ahorro financiero, dentro del cual se incluyen depósitos, paquetes de valores y el resto de bienes que no son inmuebles. El descenso de la riqueza financiera de los hogares no ha hecho que estos dejen de ser los principales ahorradores si se comparan con otros sectores. Las cuentas financieras del Banco de España arrojan un saldo positivo de 733.241 millones en el tercer trimestre de 2012 que resultan de restar a unos activos de 1.643.022 millones los 909.781 millones de pasivos.
â€Las familias siempre son los principales ahorradores netos en todo el mundoâ€, señala Rafael Pampillón, profesor de Economía de IE Business School. Aunque se endeuden siempre serán mayores los activos que los pasivos, añade. Esta máxima se cumple a pesar de que las familias están echando mano de sus depósitos para hacer frente a las bajadas de salarios, apunta el experto.
La caída de las Bolsas en todo el mundo y el miedo a la evolución que podría tener en un futuro la renta variable tambiíén tuvo consecuencias en los activos financieros de las familias. Mientras que en 2007, las acciones y otras participaciones alcanzaban los 799.253 millones de euros, al año siguiente se vieron reducidas hasta los 539.359 millones. Este descenso coincidió con un aumento en la cifra de efectivo y depósitos. “La crisis de las empresas hace que la Bolsa caiga y que las familias, normalmente de perfil medio y alto, salgan de la renta variable y se dirijan hacia productos más segurosâ€, apunta Joan Carlos Amaro, profesor de Finanzas de ESADE.
Frente a la riqueza financiera de los hogares, la administración central, las comunidades autónomas o las empresas son “desahorradoresâ€. En el caso de las sociedades no financieras, los datos del regulador muestran que en el tercer trimestre del año pasado, el saldo fue negativo en 573.703 millones de euros. Una cifra que fue superada por las sociedades no financieras, lo que en su mayoría representa a empresas, que registraron un díéficit financiero de 1.261.000 millones.
Echando la vista atrás, Pampillón apunta que es normal que esto se produzca porque desde prácticamente antes de 1975 no ha existido un superávit fiscal en España en el sector público. Lo que implica la existencia de este díéficit es que el Estado tenga que emitir deuda, lo que puede conllevar un efecto de expulsión para el sector privado del mercado. Si los bancos se deciden por comprar deuda en vez de emitir críédito puede suscitar un problema para las empresas.
Durante la crisis económica los ahorradores, ya sean hogares o administraciones, han buscado la seguridad para mantener sus ahorros. En este aspecto, los bancos pueden sentir la tentación de pedir dinero barato e invertirlo en deuda pública, explica Amaro. Aunque lo que más puede interesarles s tener dinero en efectivo y productos a la vista, añade.