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Foro de Metafísica y Esoterismo => Mentes Abiertas => Mensaje iniciado por: Scientia en Noviembre 28, 2008, 08:34:05 pm
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Mundo espiritual
Que acontece con el espíritu, cuando muere su cuerpo?
Muchas personas, despuíés de su muerte, o desencarnación, permanecen aquí mismas en la costra de la Tierra, en los ambientes donde vivieron. Otras consiguen “desligarse†y son conducidas o atraídas hacía regiones espirituales compatibles con su evolución y merecimiento. De esa forma, en cuanto algunas siguen hacia regiones o fajas vibratorias más elevadas, otras permanecen en la Tierra o van hacia las zonas del umbral y hasta así mismo de las sombras.
El umbral, o los umbrales son dimensiones vibratorias, o zonas espirituales más próximas de la costra de la Tierra, donde se localizan espíritus más atrasados o que no merecieron elevarse a fajas más altas por causa de sus culpas y/o omisiones durante la vida. Son zonas de sufrimientos, desequilibrios y aflicciones, algo semejante al purgatorio de la concepción católica.
En los libros dictados por el espíritu Andríé Luiz, a travíés de la psicografia del conocido míédium Francisco Cí¢ndido Xavier (Chico Xavier), hay muchos relatos y explicaciones sobre esas dimensiones vibratorias. Más muchos otros míédiuns tambiíén han traído informaciones detalladas sobre ese otro lado de la vida. Tambiíén el Reverendo G. Vale Owen, sacerdote de la iglesia de Oxford, Inglaterra, en el comienzo del siglo XX psicografió gran número de mensajes de su madre, ya fallecida, y de otros espíritus, con narraciones detalladas sobre esas dimensiones invisibles e intangibles a nuestros sentidos físicos.
Ya las regiones tenebrosas, por lo que informan algunos espíritus, son zonas todavía más “bajas†y tenebrosas, de las cuales poca noticia se tiene.
Mas la permanencia de los espíritus en las regiones de sufrimiento no es eterna. Siempre que algunos de ellos, arrepentido sinceramente de sus actos, implora ayuda a Dios, termina siendo socorrido por falanges de espíritus benefactores que trabajan en aquellas zonas de purgación, en nombre del amor.
Hay tambiíén las fajas espirituales más elevadas, ambientes de inmensa belleza, paz, armonía y contentamiento. Más no son como aquel cielo que es enseñado por la mayoría de las religiones.
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Es muy difícil asimilar la idea de la existencia de un mundo espiritual.
Es muy difícil, en cuanto nos manifestamos a travíés del cerebro físico, aceptar la idea de un mundo espiritual invisible e intangible a nuestros sentidos, en el cual son desenvueltas innumerables actividades, donde hay instituciones como hospitales, puestos de socorro, residencias, gobernaciones, etc.
Tal vez esa dificultad sea todavía mayor porque no nos acostumbramos a cuestionar. Las religiones nos hablan de un cielo e infierno, de Dios, de los ángeles, arcángeles y otros seres que no vemos y cuja presencia no percibimos, mas en cuya existencia creemos. Si ellos existen, mas son invisibles e intangibles a nosotros, por que no pueden existir otras tantas cosas y seres que no vemos, ni percibimos?
Cuando dormimos, “salimos†del cuerpo carnal, no obstante permanezcamos ligados a el por filamentos fluídicos, conocidos como el “cordón de plataâ€. Y en esa condición de espíritus fuera de la materia, nos manifestamos y vivenciamos innumerables andanzas y experiencias en el mundo espiritual, durante el sueño.
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Que son los sueños?
Hay varios tipos de sueños. Hay aquellos en que permanecemos fluctuando sobre el cuerpo físico, sumergidos en las imágenes del subconsciente o del inconsciente, reviviendo acontecimientos recientes y hasta así mismo escenas de vidas pasadas.
Esas imágenes nos aparecen como sueños.
Hay los sueños que reflejan el recuerdo de nuestras andanzas en el mundo espiritual, en las cuales permanecemos ligados al cuerpo carnal por “el cordón de plata†formado por filamentos fluídicos entre el cuerpo físico y el espiritual. En esas andanzas, esa ligazón con la materia no nos permite mucha lucidez. Por eso, nuestra mente ligada al cerebro carnal por el “cordón de plata†interpreta mucho de lo que vemos, de forma distorsionada.
Tambiíén, al despertarnos, cuando el cerebro del cuerpo espiritual se Yuxtapone al carnal, las imágenes de nuestra memoria son re-codificadas por los archivos del cerebro del cuerpo físico. Esto porque las condiciones espirituales son dimensionalmente diferentes de las materiales. Por eso los sueños que recordamos, son casi siempre extraños y hasta así mismo absurdos.
Más tambiíén hay aquellos sueños producidos por los espíritus, buenos o malos, que nos quieren transmitir alguna idea, avisos, orientaciones o nos desean perturbar.
Muchas personas igualmente son llevadas a participar en encuentros, cursos, palestras y actividades asistenciales en el mundo espiritual, durante el sueño. En la mayoría de los casos, ningún recuerdo guardan al despertar.
Como se puede percibir, esa otra dimensión no es un lugar de reposo eterno, más si un universo paralelo al nuestro, donde la vida se desenvuelve con infinitas posibilidades de aprendizaje y progreso, mucho más allá de los límites de nuestro entendimiento.
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Como estaremos en ese mundo espiritual, despuíés que retornemos para allá? Seremos así como un ser fluctuante, transparente... o tendremos un cuerpo... y como será ese cuerpo?
Los espíritus superiores, en la codificación del Espiritismo, explicaron que los seres humanos son constituidos de un principio espiritual, o Espíritu; de un cuerpo espiritual, o perispíritu, y del cuerpo carnal. Somos, por lo tanto, un ser más bien complejo de lo que comúnmente se supone.
El Espíritu seria así como una centella de Espíritu divino, que ninguno tendría como ver. El perispíritu es un cuerpo intermediario, que permite al espíritu manifestarse en la materia. Por lo que se sabe, hay todavía otros cuerpos como el mental y el etíérico, o energíético, más vamos hablar solamente de los tres principales: espíritu, perispíritu (o cuerpo espiritual) y cuerpo carnal.
Centenas de espíritus que han contado, a travíés de la psicografía de los más diversos míédiuns, sus experiencias en el retorno al mundo espiritual, dicen que, para ellos, sus cuerpos y tambiíén los nuevos ambientes les parecen tan consistentes y tangibles como antes, no obstante aquí en la Tierra, se sientan más leves.
Tambiíén las personas que se desdoblan, o hacen “viajes astralesâ€, hablan sobre los ambientes que encuentran en el mundo espiritual, en las fajas más próximas a nosotros. Ellas dicen que íésos ambientes son bastante semejantes a los nuestros, tanto que, por veces, caen en dudas si están en la Tierra o en la dimensión espiritual.
En el libró Develando lo Invisible la míédium Ivone Pereira narra innumerables episodios y hechos que ocurrieron con ella en incursiones al mundo espiritual, durante los desdoblamientos (viajes astrales) que le acontecián frecuentemente, con explicaciones sobre varios aspectos de esas dimensiones. Es un libro que vale la pena no ser solo leído, mas tambiíén estudiado.
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Existe Cielo? Existe Infierno? Se existen, como son?
La idea de un Infierno eterno es absolutamente incompatible con el más raquítico juicio de justicia.
Usted lanzaría un hijo en el infierno, por la toda la eternidad, para castigarlo por su desobediencia?
Entonces, como puede creer alguien que Dios daría tan horrendo castigo a seres creados por El mismo?
Explican los espíritus que cielo e infierno no existen, en la forma como han sido mostrados por las religiones. Existe, si, el mundo espiritual, con sus diversas fajas o dimensiones vibratorias. Cuanto más elevadas, más luminosas y felices. Cuanto más bajas, más oscuras y tenebrosas.
Más no fue Dios quien las creó. Ellas, en la verdad, reflejan el estado íntimo de sus habitantes.
Dicen los espíritus que la materia en la dimensión espiritual es muy plástica y fácilmente influenciable por los pensamientos y emociones de los que en ella habitan. Así, es fácil entender que los ambientes espirituales donde se reúnen seres de la más baja condición moral, crueles y perversos, portadores de las más indignas pasiones y vicios, sean locales desagradables y así mismo horribles, donde los más fuertes dominan a los más díébiles, aplicándoles sufrimientos innumerables; donde no ahí justicia, y donde la propia naturaleza se amolda al horror que allí se vivencia.
Entonces, vemos que no es Dios el responsable por la existencia de esas zonas vibratorias, que el espíritu de Andríé Luiz llama de Umbral y Tinieblas.
El Umbral, o los umbrales, abrigan espíritus endeudados con la ley mayor, más así mismo ellos no están condenados a permanecer allí eternamente. Siempre que alguno de ellos pida ayuda a Dios a travíés de la oración, sinceramente arrepentido de los malos actos que practicó, esa ayuda le llega por las maños de los buenos espíritus que trabajar en nombre del amor en íésas zonas de sufrimiento.
En esas circunstancias el es conducido hacia alguna de las muchas instituciones asistenciales que existen en la dimensión espiritual. Allí, el aprende a dignificar la vida a travíés del estudio y del trabajo, ajustándose en alguna de las muchas natividades que son ejercidas por los espíritus. Luego algunos encaminados hacia la reencarnación.
En las colonias espirituales como Nuestro Hogar, tan bien descrita por el espíritu de Andríé Luiz, a travíés de la psicografía de Chico Xavier (en el libro del mismo nombre), existen instituciones responsables por las reencarnaciones, donde son estudiados y analizados los procesos de retorno a la materia, así como tambiíén es hecho el acompañamiento de los casos.
Los planos superiores se multiplican en infinitas graduaciones, desde las más próximas a nuestra condición, hasta aquellas muy elevadas que escapan a nuestro entendimiento, por su armonía y profunda belleza. Tambiíén ellas reflejan los valores espirituales ya alcanzados por sus habitantes.
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Para que tipo de plano espiritual iremos nosotros, seres de mediana evolución, despuíés de nuestra desencarnación?
Toda a nuestra existencia es regida por leyes muy sabías, perfectas y justas, que siempre nos llevan a recoger exactamente aquello que sembramos. Fue por eso que Jesús afirmó: “A cada uno le será dado de conforme con sus obrasâ€.
Esas leyes generan los mecanismos de causa y efecto, por los cuales toda acción provoca una reacción semejante. Así, al desencarnar, nosotros vamos a encontrar en la dimensión espiritual condiciones buenas o malas, de acuerdo con el uso que hicimos de los bienes que la vida nos concedió, con las acciones que practicamos y tambiíén con nuestras omisiones indebidas.
Hay un dictado viejo y sabio que dice: “Quien siembra vientos, cosecha tempestadesâ€. Esta es una verdad cósmica. Por lo tanto, cuando pasemos hacia el mundo espiritual a travíés de la muerte, vamos a recoger exactamente el resultado de todo que aquí sembramos. De nada valdrán las “promesas †espirituales de última hora, tales como misas pagadas, oraciones recitadas, novenas, perdones y otros actos semejantes, porque toda persona responde por sus acciones y no hay como burlar esa ley; no hay como engañar a Dios.
La muerte, en verdad, conduce cada espíritu hacia la situación o faja vibratoria apropiada y merecida. Esto funciona de forma irreversible, por la fuerza de la ley de las afinidades vibratorias.
Las personas muy apegadas a los bienes terrenos, a la casa, a los muebles, al trabajo, a las amistades y endurecidos, generalmente permanecen aquí mismo en la Tierra, despuíés de su desencarnación, imantadas a los ambientes donde vivieron. Esto les genera sufrimiento y es perjudicial a su evolución. El espíritu liberado de la carne debe liberarse tambiíén de todas las condiciones materiales y reiniciar sus experiencias, natividades y aprendizajes en el mundo espiritual, orientado siempre a su crecimiento, su evolución como ser cósmico que es.
Los espíritus que no consiguen apartarse de los ambientes en que vivieron, tambiíén son conocidos como “sufridoresâ€. Las maldades, los problemas y enfermedades que los perturbaron antes de su desencarnación permanecen vivos en sus mentes, proyectándose en sus cuerpos espirituales. Con eso, ellos continúan sintiendo los mismos dolores y angustias de sus últimos tiempos en la Tierra, y sus sufrimientos repercuten tambiíén en las personas sensibles a las cuales se aproximan, pudiendo causarles innumerables trastornos y hasta así mismo enfermedades que los míédicos no encuentran como diagnosticar, ni tratar de forma correcta.
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De la misma forma, aquellos que practicaron el suicidio sufren mucho en el mundo espiritual. Hay innumerables relatos de espíritus de ex-suicidas narrando sus sufrimientos verdaderamente atroces y por regla general es de larga duración. Es claro que las situaciones varían de un caso a otro, mas siempre el suicidio representa terribles sufrimientos a quien lo practica, reflejándose en sus futuras encarnaciones. Los espíritus de suicidas generan una vibración tan pesada e hipnótica que su simple presencia puede hasta inducir una persona reencarnada a practicar acto idíéntico, desde que esa persona tenga tales tendencias y se deje influenciar por aquella presencia. Tal vez por eso los espíritus hablan sobre zonas espirituales, como el Valle de los Suicidas, donde esos espíritus permanecen, por períodos más o menos largos, distantes de las comunidades terrenas.
Tambiíén las personas que viven en desacuerdo con las leyes de Dios, practicando la violencia, el lucro inescrupuloso, perjudicando al prójimo, vivenciando el orgullo, la prepotencia, la usurpación y otros valores negativos así como diversos vicios irán a situarse, despuíés de la muerte, en zonas vibratorias compatibles con su propio estado espiritual.
En el retorno hacia el mundo espiritual, por las puertas de la muerte, cada cual recibe exactamente lo que se hizo merecedor durante su vida en la Tierra. Las posiciones que ocupó no tienen allí cualquier valor.
Ninguno llega a los planos más elevados sin antes aprender aquí mismo en la Tierra a perdonar, a ser pacífico, humilde, fraterno, honesto, justo, desprendido de los bienes materiales, actuar con íética y por encima de todo, amar. De la misma forma, ninguno asciende espiritualmente sin adquirir los valores de la inteligencia y de la sabiduría, a travíés del estudio, del trabajo y de las luchas y dificultades de lo cotidiano.
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Que hacer cuando se sospecha de la presencia de “espíritus sufridoresâ€?
La frecuencia a un centro espíritu (siendo eso posible) es muy importante, porque, más allá de los esclarecimientos y orientaciones que allí son suministrados, esos espíritus son debidamente asistidos y encaminados.
Tambiíén es importante hacer oraciones por ellos, pidiendo a Dios para aliviar sus dolores y aflicciones, a los benefactores espirituales para que los asistan y los conduzcan a alguna institución de socorro en el mundo espiritual.
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Y los planos superiores, como son?
Hay muchos relatos de los espíritus sobre esas regiones vibratorias más elevadas, y hasta así mismo uno de los Apóstoles dice que pareciera hasta el tercer cielo.
Como la materia astral es muy plástica y los ambientes espirituales reflejan la belleza o fuera de lo que va en lo íntimo de sus habitantes, podemos imaginar cuan maravillosas deben ser las regiones donde habitan seres como Francisco de Asís, madre Teresa de Calcuta, Ghandi y otros espíritus de lo mas selecto.
Y no se trata apenas de los aspectos de belleza, mas tambiíén de la elevada vibración que allí es una constante. Muchos míédiuns y personas de gran sensibilidades perciben la presencia de espíritus más evolucionados con tanta intensidad y en una forma tan divina, que no consiguen como retener las lágrimas. Son presencias maravillosas, irradiando tanto amor, júbilo y paz, que expresarlo en palabras no es posible.
Más no se piense que en las zonas superiores se disfruta de reposo. Conforme a las informaciones de los espíritus, cuanto más evolucionados, más trabajan ellos y en ese trabajo está su placer, su realización.
En los relatos de espíritus que narran su retorno al mundo espiritual, hay siempre el componente de trabajo. Luego que se hayan recuperado de los traumas de la desencarnación (muerte) comienzan a sentir necesidad de actividades. Muchos vuelven a estudiar, porque allá tambiíén hay escuelas, universidades, etc. Otros piden trabajo que les es proporcionado de acuerdo con sus capacidades y aptitudes. Mas por allá tambiíén hay pasatiempos de los más variados, dependiendo tambiíén de los gustos y proyectos evolutivos de los habitantes.
Así, aquellas ideas de un cielo de inactivo, cantando glorias a Dios por la toda la eternidad, o sentados en el borde de una nube, tocando arpa, no coinciden con la realidad.
La lógica nos dice que una naturaleza dinámica, realizadora, como la del ser humano, no iría a soportar una existencia de inactividad, inocua y vacía por toda la eternidad.
Así mismo que el cielo fuese como dicen ciertas creencias, cual ríos de leche y miel, con todos los placeres posibles, llegaría un día en que todo eso llevaría al tedio y al cansancio.
La naturaleza humana no soportaría por mucho tiempo la paralización.
Dios sabe lo que hace. La reencarnación y las infinitas posibilidades de crecimiento, aprendizaje y realización reflejan a ley universal de la evolución continua