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Foro de Metafísica y Esoterismo => Mentes Abiertas => Mensaje iniciado por: Scientia en Mayo 20, 2010, 08:34:10 pm
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La vida, la muerte y la proyección astral.
La proyección del cuerpo astral establece una relación entre los diferentes estados del cuerpo físico, que ciertamente pueden ser bastantes, pero que para simplificar y concretar, dividiremos en tres: vida, proyección y muerte.
Todos, sabemos cuál es el estado que llamamos vida, o sea, el que tenemos por habitual o más frecuente, además de ser el más conocido (por no decir el único) para el hombre corriente.
Tambiíén sabemos a quíé llamamos muerte, aunque por lo general tampoco sea frecuente encontrar personas que pueden hablar de ella por experiencia. En tíérminos pregmáticos, se puede decir que muerte es la cesación de la vida, y es claro que se diría la verdad, por mucho que nos parezca una perogrullada.
En cuanto a la proyección del cuerpo astral, consiste en pasar de un estado físico a otro, y de un estado astral a otro estadio astral.
Cuando un cuerpo físico vivo efectúa una proyección de su cuerpo astral, pasa a un estado físico que se podría considerar como muerte. Sus funciones vitales quedan tan en suspenso que en muchas ocasiones personas que se hallaban en un estado de proyección astral han sido dadas por muertas físicamente.
Cuando un cuerpo astral se halla normalmente alojado en el cuerpo físico al que pertenece podríamos decir que se halla en estado no ya de muerte, pero sí de suspensión de sus facultades. Al estar retenido por la materia física no puede actuar como cuerpo astral. Figuradamente podríamos decir, entonces, que se halla muerto astralmente.
De modo que esta es la relación: la utilización del cuerpo físico implica la "muerte" o pasividad del cuerpo astral, y, viceversa, la utilización del cuerpo astral implica la "muerte" o pasividad del cuerpo físico.
Como es natural, esta cuestión atrae el interíés de toda persona mínimamente consciente de los diferentes procesos y estados del ser humano. La gran incógnita o duda parece residir en si la muerte del cuerpo físico que ha proyectado su cuerpo astral es total, catalíéptica o de cualquier otra manera patológica o fisiológica.
Nos inclinamos a creer que no es nada de eso, pues admitir alguna de estas teorías o probabilidades implica admitir que la proyección del cuerpo astral tendría, en sí, algo de insano o desequilibrado, ya que por ejemplo, la catalepsia es un "estado nervioso asociado generalmente con el histerismo, epilepsias o graves enfermedades mentales". Francamente, no creemos que nada de esto pueda aplicarse a la proyección del cuerpo astral. Tampoco se produce ningún estado de deterioro fisiológico. Simplemente, insistimos en que se produce una suspensión TEMPORAL de sus funciones y facultades vitales. No una muerte, ya que hemos convenido en que muerte es la cesacion de la vida, y en la proyección astral la vida física no cesa, sólo se suspende temporalmente.
Bien entendido esto, quien se disponga a realizar su proyección astral debe saber con toda claridad quíé está haciendo y los diversos riesgos que entraña en determinadas circunstancias, por ejemplo, personas con una salud deficiente, de modo especial en el aspecto mental.
Es condición básica no temer nada, pues el temor es causa de inhibición, la cual, a su vez provoca, lógicamente, una disminución de las facultades de la persona. Esta claro que sólo tendrá temor quien no sepa lo que está haciendo o este falto de practica y desarrollo.
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Proyecciones voluntarias e involuntarias.
Proyección voluntaria
Obviamente es la que realizamos por deseo propio y consciente. En todo momento hay que tener en cuenta las circunstancias o factores que propician la proyección, ya que, evidentemente, siempre debemos procurar que concurran los máximos factores favorecedores de la misma.
Tales factores, bien se entiende que además del que implica saber lo que se está haciendo, suelen ser:
1º Autíéntico deseo consciente de efectuar la proyección astral.
2º Compromiso de contacto astral o necesidad de sustraerse a sufrimientos físicos.
3º Visualización previa de la proyección astral. Se trata de "ver" el viaje astral previamente, digamos que con la imaginación. Estos viajes imaginarios preparan la mente, la acomodan a lo venidero. Es claro que quien no haya realizado previamente un viaje o proyección astral difícilmente podrá imaginarse lo que es en realidad, pero puede imaginarse (para empezar) que viaja entre las estrellas y que accede al espacio exterior. Si además de imaginación y cierta documentación, dispone de un guía, no va a tener especial dificultad en realizar las visualizaciones.
4º Anteriores experiencias que han proporcionado lo que podemos definir como "entrenamiento" que progresivamente va facilitando la previa visualización y la proyección astral propiamente dicha.
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Proyección involuntaria
Tambiíén obviamente es la que se realiza sin que intervenga ni el deseo ni la voluntad del sujeto proyectado. En este caso, es evidente que el control sobre la proyección será escaso, por no decir nulo. Suele ocurrir que se confundan estas proyecciones astrales con los sueños, y hay quien incluso dice que son la misma cosa, es decir, que lo que "soñamos" no son más que "vivencias astrales".
Se conocen casos de grandes temores e incluso perturbaciones de índole mental tras haber realizado una proyección astral involuntaria... y no saber quíé ha podido provocarla. Incluso, muchas personas jamás han oído hablar de este tema, y, consecuentemente, ignoran quíé es una proyección astral, por lo que su desconcierto y su temor ante hechos tan impresionantes como los que nos ocupan pueden alcanzar grados perjudiciales de enfermedad física o alteraciones nerviosas.
Como sea, conviene conocer las más importantes de las muchas causas que pueden provocar una proyección astral involuntaria, y que son:
1º Dolencias o alteraciones nerviosas, como precisamente la catalepsia, y otras como epilepsia, letargia, histeria, etc.
2º Traumas físicos como conmoción cerebral, recepción de descargas elíéctricas, asfixia, congelación, y una amplia gama de shocks mentales: ausencias, íéxtasis, inhibiciones, síncopes, etc.
3º Infecciones de tipo vírico, como tíétanos, cólera, peste, y otras.
4º La acción de agentes tóxicos como son los narcóticos en general, la ingestión desmesurada de alcohol (el famoso "delirium tremens" de los alcohólicos no sería más que una supuesta y distorsionada proyección astral), la anestesia general, y otros.
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Anatomía de la experiencia extracorpórea.
Características básicas.
Percepción y sonidos raros:
- Al salir del cuerpo muchas personas sienten un clic en la cabeza, un sobresalto, un apagón o un viaje por un largo túnel.
- Inmediatamante antes de la salida del cuerpo puede haber un sueño de volar o de caer al vacío o de dar vueltas en espiral (sobre todo bajo anestesia).
- Audición de voces, ruido de pasos, zumbidos o rugídos internos.
- Parálisis física temporal con intensas imágenes hipnogógicas.
- Fuertes vibraciones del cuerpo.
- Algunos ven cambiar de tamaño y forma a su cuerpo.
- Mayor agudeza auditiva.
- Frustrante mezcla de información cierta y errónea.
- Algunos afirman tener experiencias de precognición u otras habilidades psíquicas.
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Visiones:
- Del cuerpo propio tumbado en el lecho. La forma en que lo visualizamos depende de nuestras expectativas, pero lo habitual es verse tal y como uno es en el mundo físico, es decir, se tiene una visión del doble propio.
- Algunas personas tienen otro cuerpo, pero muchas no y cuando miran en un espejo durante la proyección no se ven reflejadas.
- Durante la transición a veces parece que el cuerpo físico es asistido por amparadores (espíritus que ayudan) o obstaculizadores (espíritus que dificultan el ascenso).
Son el equivalente de los seres angíélicos y demoníacos.
- Muchas personas ven el mundo cotidiano que les rodea, es decir, su entorno físico real.
- Mayor realismo que cuando se vive la realidad cotidiana: sensación de que los colores y formas son más brillantes y nítidos. Por otra parte, el mundo visto durante la ECC puede variar desde una versión bastante realista de la situación presente hasta una versión distorsionada de la misma pasando por un mundo más allá del proyector con regiones de belleza inefable, paradisíaca, o bien infernales.
- Amigos y familiares vivos y fallecidos a los que se puede hablar y escuchar.
- Una pequeña proporción de personas ven un cordón (a veces de plata) que une el cuerpo físico con el doble astral, pero la mayoria no.
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Emociones:
- Las reacciones pueden ir del placer al terror, de la alegría a la indiferencia. Cuando son positivas los sujetos parecen sentirse bien en dicho estado, incluso pueden comentar lo real o sólido del mismo. Describen felicidad extrema, excitación, euforia, júbilo, así como vitalidad y bienestar generales, aunque el cuerpo estíé enfermo en el momento de la experiencia.
- Las emociones negativas suelen manifestarse en un miedo injustificado de no poder regresar al cuerpo físico, pero de hecho se regresa al mismo con sólo pensarlo y desearlo. A veces temor a morirse, a perderse o a que el cuerpo sea poseído por alguna entidad malíéfica.
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El cordón de plata.
Cuando el cuerpo astral es proyectado al plano astral, por supuesto se separa del cuerpo físico, pero siempre queda unido a íéste por medio del llamado Cordón de Plata.
Los clarividentes suelen describrir este "cordón" como una especie de hilo muy elástico, cuyo tono plateado es debido a estar compuesto por partículas de todos los colores, que vibran a una frecuencia tan alta que los colores parecen mezclarse hasta producir un color único, de tono plateado.
Este hilo elástico es extensible hasta el punto de que por mucho que se separe el cuerpo astral del cuerpo físico, el cordón siempre da de sí lo necesario, ya que precisamente este es su cometido: facilitar al cuerpo astral una movilidad ilimitada en el plano astral. Haciendo un símil, podríamos decir que el Cordón de Plata puede ser considerado como el cordón umbilical que une a la madre y a su bebíé hasta el momento del nacimiento de íéste.
Los nombres que en ocultismo recibe la esencia del cuerpo físico que sobrevive a la muerte son numerosos. Desde simplemente espíritu a cuerpo astral, pasando por cuerpo etíéreo, ka, espectro, cuerpo mental, cuerpo de deseos, cuerpo de luz, cuerpo espiritual, cuerpo luminoso, fantasma, ectoplasma... Sea cual sea el nombre que elijamos, lo que parece cierto es que existe esa esencia del cuerpo físico extinto... o en suspensión de sus constantes vitales.
Nosotros le estamos llamando cuerpo astral.
Tradicionalmente se cree que el Cordón de Plata se alarga hasta grandes distancias cuando el doble viaja lejos del físico. No siempre se ve pero puede sentirse como si tirara del cuerpo. Cuando la muerte sobreviene naturalmente, el cuerpo astral se afloja poco a poco, elevando el físico y luego se rompe para permitir que los cuerpos superiores se eleven.
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VIAJANDO EN EL PLANO ASTRAL
En los planos Astrales mayormente nos encontraremos con las entidades con las que, a nivel de vibración, estemos en sintonía; debido especialmente a nuestra evolución espiritual, lo cual se refleja sintomáticamente en los colores del aura que nos rodea y nos protege.
En nuestras primeras experiencias conscientes veremos colores más brillantes que en este mundo terrenal. Todas las cosas y seres resplandecen de vida; podremos ver incluso partículas del "prana", la energía vital, como pequeñas motas a nuestro alrededor de las cuales se nutre nuestro propio aliento. Todos los objetos, animales, plantas y seres vivos parecen ser más vitales que en el plano físico.
En el Astral encontraremos criaturas notables, tanto personas como otros seres. Tambiíén podremos ver espíritus de la naturaleza, que siempre son positivos, buenos y amables, aunque tambiíén existen criaturas horribles, conocidos como "elementales", seres con una conciencia muy baja que normalmente si luego encarnan lo hacen a travíés del reino animal. Son formas de vida primaria dentro de la vida espiritual, y se encuentran en los primeros grados de su desarrollo, y son irresponsables y malignos, son casi pedazos de protoplasma animados. Ocupan el mismo rango en el plano Astral que podrían ocupar los monos en el nuestro. No tienen un propósito concreto y, a veces, muestran actitudes amenazadoras ante la presencia de un ser humano viajando en el Astral. No obstante no tienen posibilidad alguna de hacernos ningún daño, aunque a veces gesticulan y hacen muecas extrañas sin ningún significado. Solamente se crecen si les muestras temor. En caso de encontrarnos con ellos, únicamente sucedería en nuestro primer viaje Astral.
Buscan que fracasemos en nuestras primeras experiencias, pero sólo pueden molestarnos si, por miedo, se lo permitimos. íšnicamente nos encontraremos con ellos una vez de cada cien, y si estamos medianamente elevados espiritualmente, ni siquiera eso.
Si utilizamos las tíécnicas adecuadas de protección no se acercarán siquiera. Estos seres se hayan en la parte más baja del Astral, pero según vayamos ascendiendo en los planos Astrales nos iremos encontrando con seres y entidades más avanzados que nos irán ayudando a conocer los distintos planos y a desarrollarnos cada vez más.
En la tierra, como en el Astral, podremos visitar a nuestros amigos y conocidos, y viajar a las ciudades de todo el mundo, entendiendo todos los idiomas.
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Algunas de las entidades que nos encontraremos en los planos astrales son seres de otros mundos, e incluso entidades de luz sin ninguna forma física, y estos serán Guías especiales en nuestro desarrollo espiritual. La forma astral se mueve a la velocidad del pensamiento atravesando el firmamento, y trascendiendo el tiempo, pasando del día a la noche en meros instantes, y luego vuelve al cuerpo físico cuando lo desea instantáneamente.
El cuerpo astral no respira aire, por lo que puede viajar por otros mundos e incluso introducirse en las profundidades del mar sin que esto signifique ningún problema. Debido a que el cuerpo astral viaja a la velocidad del pensamiento no hay límite alguno a los lugares que se pueden visitar, si como hemos hablado antes vencemos nuestro propio miedo a hacerlo. Solamente hay que pensar en la persona y en el lugar a donde queremos ir, y con la suficiente práctica instantáneamente nos encontraremos allí.
Podremos hablar con entidades superiores telepáticamente y esto es una gran suerte porque ellos amablemente se detendrán para aconsejarnos como realizar mayores progresos espirituales, e incluso modificar el curso de diversos acontecimientos para mejorarlos en nuestro propio beneficio.
Entre las entidades más extraordinarias que nos encontramos en el plano astral se encuentran los llamados Espíritus de la Naturaleza. Muchos seres humanos en su vanidad y presuntuoso sentido de la superioridad creen que son los únicos seres dotados de alma, y que sólo ellos merecen seguir viviendo despuíés de esta vida física y tener nuevas encarnaciones. No obstante, algunas culturas antiguas y diversas razas veneraron a los Espíritus de la Naturaleza, ya que eran conscientes de su existencia. Algunos de estos Espíritus de la Naturaleza tienen, al menos, tanta importancia como los espíritus humanos.
El ser humano es, en realidad, un montón de protoplasma con alma guiado por el Ser Superior, que le dicta como actuar y crecer. De la misma forma, un árbol tiene su Espíritu de la Naturaleza o entidad espiritual que se ocupa de íél.
Los animales tambiíén tienen espíritus guías que poseen caracteres nada inferiores al mejor de los hombres.
En los planos astrales hay entidades humanas realizando peculiares tareas de protección y guía. Del mismo modo, hay Espíritus de la Naturaleza que atienden y protegen a los animales y las plantas, al igual que a los elementales de los cuales ya hemos hablado.
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El plano astral es un mundo singular, regido por algunas leyes similares a las leyes físicas y otras muy diferentes. Los cuerpos y objetos tridimensionales tienen su correspondencia en este plano, en el que sin embargo no existe la gravitación (característica del mundo físico terrestre); tambiíén es diferente la cohesión molecular de los cuerpos, de tal manera que los sólidos pueden ser penetrados, etc.
La gran mayoría de los seres humanos no somos concientes del fenómeno del desdoblamiento, ni tampoco de lo que ocurre con posterioridad. En el mejor de los casos, estas experiencias quedan en nuestra memoria como sueños, similares a la fantasía mental en estado de vigilia. Repetimos mecánicamente los eventos del día o proyectamos nuestras expectativas hacia el futuro, de manera que sólo recordamos algunos sueños vagos y confusos. En cambio, si despertáramos la conciencia viviríamos esos momentos de la misma forma o con más intensidad que en las horas de vigilia. Tendríamos una forma de conocernos directamente a sí mismos y al cosmos que nos rodea.
Ingresando conscientemente al plano astral podemos acceder a realidades superiores, ignoradas por la cultura moderna, pero muy estudiadas en antiguas civilizaciones. El V. M. Samael Aun Weor, fundador del Movimiento Gnóstico afirma:
“Durante las horas del sueño, todo ser humano se mueve en Astral, flota fuera del Cuerpo Físico. Desgraciadamente los seres Humanos deambulan, durante el sueño, en los Mundos Internos con la conciencia absolutamente dormida tambiíén. Por lo común, se dedican a realizar las mismas tareas ejecutadas en la vida diaria. Si alguien despertara la conciencia cuando está dedicado a las tareas nocturnas, tendría oportunidad de contemplar con sus ojos astrales todas las maravillas de los Mundos superiores, y podría dedicarse al estudio de los Grandes Misterios de la Vida y de la Muerteâ€.
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Dentro de los estudios gnósticos existen numerosos procedimientos que permiten provocar el fenómeno, aunque es bueno aclarar desde un principio que el íéxito en realizar estas prácticas, está dado por la efectividad en la realización del trabajo interior que propone la gnosis. Queremos decir: no se despierta conciencia en el plano astral por “casualidadâ€, sino que ese despertar es, en alguna medida, el resultado del trabajo en la meditación y la transmutación de la energía.
Todos estos míétodos se basan en la necesidad de “despertar la conciencia†para de esa manera ir generando las condiciones que permitan evidenciar el desdoblamiento.
Transcribimos uno de esos procedimientos, explicado en el libro “Logos, Mantram, Teurgia†del V. M. Samael Aun Weor:
“Dentro del cerebro humano, en el interior de sus celdillas, resuena, incesantemente, la "SUTIL VOZ". Es un sonido sibilante, agudo. Es el "CANTO DEL GRILLO", el silbo de la "SERPIENTE", el "SONIDO ANAHAT": la Voz de Brahama. Tiene diez tonalidades que el Teurgo debe aprender a escuchar. La mente del estudiante debe absorberse en ese SONIDO, como abeja en el níéctar de las flores.
Aquel que desee escuchar el SONIDO ANAHAT, debe vaciar la mente, tener la mente quieta, no aquietada; repetimos: QUIETA. El que intente y se proponga escuchar ese místico SONIDO, que mantenga la mente en silencio, no silenciada; repetimos, EN SILENCIO.
Distíngase entre una mente que está quieta, porque ha comprendido que es inútil pensar; y una mente aquietada artificialmente. Diferíénciese entre una mente que está en silencio natural, espontáneamente, y una que está silenciada a la fuerza, violentamente.
Cuando la mente está quieta, en profundo silencio, el estudiante sí puede escuchar, inevitablemente, el SONIDO DEL GRILLO: un sonido sutil, agudo, penetrante. Aun más: si el Alma se absorbe en este místico sonido, se abren para el estudiante las Puertas del Misterio. Pues en esos instantes, levántese del lecho, instintivamente, y salgade su recamara para dirigirse a los Templos de la Logia Blanca, o a cualquier lugar del Universo.
¡El discípulo debe aprender a tocar la Lira de Orfeo! ¡Esa Lira es el Verbo, el Sonido, la Gran Palabra!â€
Esta práctica se realiza en los instantes en que nos retiramos a descansar y requiere de nosotros la voluntad de “salir de la cama†para comprobar luego si estamos en el plano físico o en el plano astral. En base al ensayo, tal vez fracasando algunas veces, finalmente vamos a dejar en la cama a nuestro cuerpo físico durmiendo serenamente, mientras ingresamos en ese mundo hasta entonces desconocido.
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Otras prácticas como la “Yoga del Sueño†descripta en el libro “La doctrina secreta de Anahuac†permite, a partir de un procedimiento extendido en el tiempo, ir alcanzando resultados en sucesivas sesiones.
Tambiíén es posible despertar la conciencia en el plano astral como consecuencia de un trabajo diario sobre la atención psicológica. Así nos explica el V. M. Samuel Aun Weor esta tíécnica, llamada “clave del discernimientoâ€:
“Revelaremos una Clave precisamente para despertar conciencia astral, durante el tiempo del sueño normal, en los Mundos Superiores:
EJERCICIO: Durante el estado del tráfago de la vida diaria, hay que acostumbrarse al "Discernimiento". Cuando el estudiante vea, por ejemplo, una hermosa puesta de sol, con todos sus colores de púrpura, lo más lógico que debe hacer es preguntarse a sí mismo: ¿Estaríé yo en Cuerpo Astral?... ¿Andaríé fuera del Cuerpo Físico?... Entonces, procurar dar un pequeño salto, un brinco hacia arriba, con la intención de flotar. Y si logra flotar es porque está en Cuerpo Astral, es porque dejó durmiendo el Cuerpo Físico en el lecho, inactivo, aunque sí con todas sus facultades vitales.
Deben admitir y recordar los discípulos gnósticos que, durante el sueño, las almas ven astralmente las cosas exactamente iguales a las existentes en el Mundo Físico; y por ello cree firmemente cualquiera que se encuentra en Cuerpo Físico. ¡Es que en los Mundos Internos reina la ley de la Levitación en tanto que en el Mundo Físico, la Ley de la Gravedad!
Así pues, el saltito resuelve el problema y, si se flota en el Astral, se despertará conciencia. Y todo detalle, toda cosa digna de curiosidad, todo hermoso paisaje de la Naturaleza, debe ser motivo para que el estudiante se formule aquella pregunta y para que ejecute el saltoâ€.
A travíés de este ejercicio u otros similares despertamos la conciencia dentro del mismo sueño, con toda la sorpresa que significa experimentar esas leyes “extrañas†que rigen ese nuevo “mundoâ€.
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Por último, y no por eso menos importante, queremos recalcar la necesidad de la oración en la práctica. Al considerar la realidad del plano astral, debemos tambiíén entender nuestro lugar en el cosmos. Estamos regidos por fuerzas superiores, manejadas y ordenadas por maestros y guías. La oración en el trabajo es fundamental en la búsqueda interior que propone la gnosis. Alejados de esas fuerzas superiores que nos rigen, es difícil pensar siquiera en cambiar nuestro estado interior y alcanzar la experiencia directa.