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El grupo británico IGas revisó hoy sus cifras en cuanto al gas de esquisto en la zona noroeste de este país, debido sobre todo al interíés de avivar esperanzas sobre una fuente de energía alternativa.
Esa empresa anotó revisiones al alza de acuerdo con sus estimados, de una energía fuertemente criticada por los ecologistas.
Un nuevo estudio geológico de IGas, con licencias para explotar una superficie de 777 kilómetros en esa región de Inglaterra, suscitó ahora discrepancias de cara a los mercados.
El gas de esquisto está presente en esa zona a razón de 15,1 billones y 172,3 billones de pies cúbicos o, lo que es lo mismo, de entre 427 mil 580 millones y 5,8 billones de metros cúbicos.
Se trata de una horquilla, precisó el grupo investigador, cuya estimación probable llega a los 102 billones de pies cúbicos, unos 2,8 billones de metros cuadrados.
IGas debe comenzar sus perforaciones en el cuarto trimestre de este año, mientras el gobierno y el sector energíético esperan mucho de este tipo de explotación para compensar los recursos en declive en el mar del Norte y hacer bajar los precios de la energía.
Sin embargo, la tíécnica empleada en dicho carburante es considerada contaminante por parte de los ecologistas, pues consiste en fracturar la roca a gran profundidad con mezclas de agua y productos químicos a alta presión, para liberar el hidrocarburo.
Dicha explotación enfrenta, por un lado, una esperanza económica basada en el esquisto que puede representar el 10 por ciento de la demanda de gas del país para un siglo y, por el otro, los problemas de afectación de la corteza terrestre, aún por solucionar en el mundo.