Por... Lourdes Píérez Navarro
En Estados Unidos, donde la fuerza laboral sobrepasa los 155 millones de ciudadanos, el desempleo disminuyó en agosto a 7,3 por ciento, su nivel más bajo desde 2008, inicio de la crisis económica mundial, pero ¿realmente hay menos desocupación?
Las cifras no parecen ser confiables, a partir de una realidad: muchas personas se salen de la fuerza laboral, pues una vez que dejan de buscar trabajo el Gobierno deja de contarlos como desempleados.
Según los analistas, parte de ellos pertenecen a la generación conocida como los baby boomers, aquellos nacidos despuíés de la Segunda Guerra Mundial que se están retirando al arribar a la edad de jubilación.
Otros son los adultos jóvenes, quienes ante la difícil situación que presenta el mercado laboral, buscan alternativas como insertarse en la educación universitaria o simplemente dejan de buscar un puesto de trabajo.
Datos del Departamento de Trabajo muestran que a principios de septiembre la cantidad de estadounidenses oficialmente fuera de la fuerza laboral nacional ascendió a un ríécord histórico de 90 millones 473 mil individuos.
Estas personas no son consideradas desempleadas, al quedar soslayadas por parámetros específicos que rigen denominaciones gubernamentales y los sondeos de la mencionada entidad.
Voceros del Buró Nacional de Estadísticas consideran que un individuo es borrado del inventario de la fuerza laboral cuando tiene 16 o más años y no busca empleo de manera consistente y activa durante al menos cuatro semanas.
En julio pasado por este concepto se contabilizaban 89 millones 957 mil estadounidenses, pero la cifra aumentó en 516 mil en solo un mes.
Aun cuando era uno de sus empeños principales al arribar a la presidencia de Estados Unidos, desde que Barack Obama asumió en la Casa Blanca, la tasa de desempleo nacional ha bajado solo 0,5 por ciento: desde 7,8 por ciento en enero de 2009 hasta 7,3 en septiembre de 2013.
Otra arista de la situación llega de la mano de los empleos vacantes, los cuales disminuyeron en 180 mil en julio último, a una cifra ajustada estacionalmente de tres millones 700 mil.
De acuerdo con el sondeo mensual del Departamento de Trabajo sobre puestos disponibles y rotación laboral, la contracción fue prácticamente generalizada en todos los sectores.
Las mayores bajas ocurrieron en los ámbitos del comercio, transporte y servicios de infraestructura, servicios profesionales y de negocios, atención míédica y asistencia social.
En contraste, se reportaron ligeras subidas en los sectores de recreación, hotelería y manufacturas.
INSUFICIENTE CREACIí“N DE PUESTOS DE TRABAJO
Durante el pasado mes de agosto en Estados Unidos se crearon 169 mil puestos de trabajo, cifra superior a los 104 mil reportados en julio, pero por debajo de lo esperado por los analistas, además de que los nuevos contratos se firmaron en sectores con baja remuneración.
Con ello la creación de empleo media durante los últimos 12 meses ronda los 182 mil contratos.
Pero tal cifra es insuficiente, pues, según analistas, para que la tasa de paro baje de una forma creíble y sostenida, la economía estadounidense debería generar más de 250 mil empleos al mes.
A todas luces la contratación mejora de una manera que se puede calificar de modesta y los empresarios tienden a continuar reforzando sus plantillas con empleos parciales, una manera que tienen de cubrir el alza de la demanda sin que eso suponga elevar los costos.
Según estadísticas oficiales, actualmente existen en el país siete millones 900 mil personas que se ven forzadas a laborar a tiempo parcial, lo cual da una imagen de la escasa calidad con la que mejora el mercado laboral.
El tema se torna sumamente importante. La situación del empleo es uno de los aspectos que la Reserva Federal estadounidense (FED) tendrá en cuenta para decidir este año si reduce su programa de compra de bonos de 85 mil millones de dólares al mes, lo cual dependerá del comportamiento que muestre la economía.
A mediados de junio la FED mejoró ligeramente sus pronósticos del crecimiento económico y desempleo del país para 2013.
En cuanto a los vaticinios para el año en curso, los ubicó entre 2,3 y 2,6 por ciento, ligeramente inferiores al emitido en marzo (de entre 2,3 y 2,8).
En tanto, augura que el desempleo será de entre 7,2 y 7,3 por ciento, frente a las previsiones anteriores (7,3 y 7,5 puntos porcentuales).
La entidad fue más optimista con lo que espera para el mercado laboral en 2014, al ubicar la desocupación entre 6,5 y 6,8 por ciento.
Por lo pronto, las cifras se muestran engañosas y el tema desempleo desemboca en dobles lecturas.
Oficialmente baja la tasa de desocupados, pero muchas personas salen del listado de la fuerza laboral, cansados de buscar un puesto que ocupar en un mercado que hace mucho dejó de cumplir sus expectativas, mientras otros, por necesidad, se aferran a trabajos a tiempo parcial o muy mal remunerados.