Por... DEMETRIS NELLAS
El gobierno de coalición de Grecia sobrevivió a una moción de censura presentada por el principal partido de oposición a primeras horas del lunes, y el primer ministro puso fin a tres días de debate al decir que el país debe estar listo para tomar príéstamos en los mercados financieros para finales del próximo año.
La moción de censura del principal partido de la oposición, la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA), no logró reunir los 151 votos necesarios para ser aprobada: 124 legisladores votaron a favor y 153 en contra. Además de SYRIZA, la moción fue apoyada por el Partido Comunista, los Griegos Independientes, un grupo populista de derecha, y el partido de extrema derecha Amanecer Dorado.
La moción de censura fue presentada el jueves, pocas horas despuíés que la policía antimotines puso fin a una protesta de casi cinco meses de empleados despedidos de la antigua televisión estatal ERT. El gobierno, bajo presión de sus acreedores internacionales, decidió cerrar ERT en junio.
Aunque la moción tenía pocas probabilidades de aprobarse, SYRIZA usó el debate para criticar al gobierno de coalición, liderado por el primer ministro Antonis Samaras. El líder de SYRIZA, Alexis Tsipras, acusó al gobierno de estar "bajo control extranjero" y de gravar a los pobres para proteger a los ricos.
Tsipras tambiíén pidió elecciones adelantadas al decir que "sólo el pueblo soberano" puede cancelar el acuerdo de rescate por el que Grecia ha recibido más de 240.000 millones de euros (320.000 millones de dólares) para evitar la bancarrota. Esos fondos se entregaron a cambio de severas medidas de austeridad que han exacerbado una profunda recesión, lo que ha contribuido a un desempleo ríécord de 27% y a una fuerte reducción de los ingresos disponibles.
Con la moción de censura fuera del camino, Samaras tendrá ahora que concentrarse en las difíciles negociaciones con la llamada troika de los acreedores —la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional— que se han mostrado escíépticos de las alegaciones de superávit presupuestario del país y tampoco aprueban las proyecciones de ingresos del gobierno.