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Naciones Unidas recomendó a los 49 países más pobres del planeta priorizar la creación de empleos para que se traduzca en progreso socio-económico el potencial representado por sus jóvenes.
En su nuevo reporte sobre los Países Menos Desarrollados (PMD), la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) señaló que ese sector es uno de sus recursos más preciados, y por tanto clave en las aspiraciones de avance sostenible.
La cifra de personas entre 15 y 24 años en esos estados aumenta a un ritmo de 16 millones por año, por lo que se espera que crezcan de 168 a 300 millones para 2050, respecto a 2010, refleja el documento presentado aquí.
Para la Unctad, los gobiernos de los PMD deben sacar provecho de ese potencial, con políticas que lleven a la creación de puestos de más calidad y reduzcan el desempleo.
Se requieren esfuerzos significativos en materia laboral para encarar los retos demográficos, porque de lo contrario crecerán la pobreza, la inestabilidad social y la emigración, advirtió en el reporte sobre los 49 países que la ONU ubica como los de menos desarrollo.
La lista incluye a 33 naciones de ífrica, 10 de Asia, cinco de Oceanía y una del Caribe (Haití).
Afganistán, Angola, Bangladesh, Burkina Faso, República Centroafricana, Chad, Etiopía, Gambia, Laos, Liberia, Madagascar, Mali, Mozambique, Nepal, Níger, Ruanda, Islas Salomón, Somalia, Tuvalu, Sudán, Tanzania, Vanuatu y Yemen están entre los países registrados bajo el tíérmino utilizado desde 1971.
De acuerdo con el estudio de la Unctad, aunque los PMD mostraron crecimiento en su Producto Interno Bruto en el período 2002-2008, ese progreso económico no se tradujo en el incremento de empleos.
Las naciones catalogadas como las 49 más pobres por la ONU demandan a los estados ricos un mayor compromiso con la ayuda oficial al desarrollo, la cual ha caído por dos años consecutivos, bajo el argumento de la crisis económica y financiera global.
Inversiones, transferencia tecnológica, capacitación y un comercio justo y sin proteccionismo están entre los reclamos de países tradicionalmente calificados de proveedores de materias primas y víctimas además del robo de cerebros.
