Huw Pill dice a EXPANSIí“N que "las previsiones están para fallar" y admite que los inversores internacionales van por delante de los economistas al haber apostado con fuerza por el mercado español durante 2013.
Pero el directivo del banco americano afirma que "Europa podría estar mejor si España e Italia hubieran sido ayudadas por el BCE, sobre todo para haber exigido más reformas a Roma". Despuíés de diez años de trabajo en el Banco Central Europeo (BCE), Huw Pill fue contratado por Goldman Sachs en agosto de 2011 para convertirse en el economista jefe de la entidad estadounidense en Europa. Desde esa posición, con sede en Londres, la tarea de Pill es aventurar el futuro económico del Viejo Continente, para que otros departamentos de Goldman y los clientes del banco puedan basar sus decisiones de inversión. En 2012, Pill dijo que el Gobierno español tendría que ser rescatado por el BCE porque los mercados privados dejarían de financiarle. Hace dos semanas, el directivo de Goldman publicó un informe entonando el "mea culpa" por el fallo en su previsión. "Creo que ningún otro banco hace este ejercicio de comprobación de los aciertos y equivocaciones. Nosotros consideramos que debíamos hacerlo. No pasa nada por reconocer errores, las previsiones están para fallar y deben ser tomadas como guías para el debate y contraste, no como algo sagrado", dice Huw Pill despuíés de un encuentro con periodistas en la sede de Goldman en Londres. Prueba de que la vida sigue es que Goldman mantiene su afán adivinador y acaba de publicar sus expectativas para 2014, que contemplan un crecimiento del 0,4% para el PIB español. "No me gustaría parecer estupido otra vez el año que viene", dice Pill. "Creo que la realidad no se desviará más de un 0,5% hacia arriba o abajo de nuestras previsiones en Europa", afirma. En el caso de España, el economista considera que podría producirse una sorpresa positiva, si la llegada de inversión extranjera crea un efecto "bola de nieve" que anime otros sectores. "Las previsiones económicas se mueven más lentamente que los inversores, y no quiero volver a subestimar a España otra vez", afirma Pill. "España es una economía que está resolviendo algunos de sus problemas de fondo. Está haciendo una dura tarea de consolidación fiscal y ajustes estructurales. Ahora estamos viendo capital extranjero entrando en el país, en parte para explotar las oportunidades creadas por ese ajuste y ante el hecho de que la competitividad y productividad del país han mejorado gracias a la contención salarial". Pero por el momento, Pill no mejora sus previsiones sobre España (al crecimiento del 0,4% en 2014 le seguirán un 1,2% en 2015 y un 1,7% en 2016) porque todavía está por ver si esa llegada de inversiones estimula el resto de la economía. "El hecho de que se estíé produciendo el ajuste significa que el desempleo sigue siendo alto, que el gasto es díébil y que el proceso de reducción de deuda tiene que seguir adelante. Todo ello impacta en la demanda interna, lo que impedirá un crecimiento elevado. No debemos esperar un gran crecimiento durante los próximos 18 meses, pero el proceso de ajuste por el que está llegando inversión extranjera hará que el país crezca de forma significativa a partir de esa fecha. Otros países que no hacen estas reformas pueden crecer igual que España a corto plazo, pero a medio plazo no disfrutarán de esa dinámica". En el lado de los riesgos para la economía española, Huw Pill ya no ve en el horizonte que España vaya a necesitar la ayuda del BCE o de la Unión Europea. "Lo que más impresiona es que el Gobierno ha hecho las reformas sin que sean condiciones a cambio de un rescate. De hecho, creo que Europa estaría mejor si España hubiera pedido ayuda, porque eso hubiera arrastrado a Italia y íéste país se hubiera visto forzado a realizar las reformas que necesita". Sin embargo, la debilidad del crecimiento español hace que Peter Oppenheimer, jefe de estrategia bursátil de Goldman Sachs, mantenga sus reservas hacia el Ibex en sus previsiones para 2014. "La bolsa española fue una de las que más subió en la segunda mitad de 2014 porque desapareció el riesgo de un desastre en el país. Pero ahora se ha pasado del temor al desastre a una mala situación, con díébil crecimiento. El PER del Ibex (veces que el precio contiene los beneficios de las empresas) es de 14,5 veces, por encima de las 12 veces del índice alemán", dice Oppenheimer. Por ello, Goldman recomienda la compra de bolsa alemana entre sus preferencias para 2014.