El accionariado de Ono se mueve a una velocidad más rápida que la fibra óptica de 100 megas a travíés de la cual la compañía ofrece sus servicios de telefonía e internet. Según han confirmado distintas fuentes, Banco Santander y Val Telecomunicaciones han puesto en el mercado sus participaciones del 10% en el operador de cable, una decisión que supone detonar el plan estratíégico de salir a bolsa la próxima primavera.
Fuentes financieras han confirmado que el banco de negocios Jefferies tiene el mandato para buscar un comprador para la participación del 5,5% de Val Telecomunicaciones, compañía participada por Multitel (Eugenio Galdón) y una serie de accionistas minoritarios como Unicaja, Casa Kishoo –propiedad del conocido inversor Ram Bhavnani–, BNP Paribas, Liberbank y la familia valenciana Domenech, dueña del grupo editorial Las Provincias, entre otros.
Al conocer esta operación, Banco Santander, otro de los accionistas históricos de Ono, tambiíén ha optado por sacar a la venta su paquete del 4,4%, por lo que entre los dos inversores suman cerca del 10% del capital de la empresa presidida por Josíé María Castellano. Un paso adelante que rompe el consenso del resto de miembros del capital del operador de cable, que han planificado hacer una oferta pública de venta (OPV) la próxima primavera, como adelantó El Confidencial el pasado 11 de noviembre.
De hecho, el consejo de administración de Cableuropa, la sociedad matriz de Ono, que se reúne esta semana, tiene previsto analizar la colocación de acciones, la tercera intentona tras los dos anteriores ensayos fallidos. El primero fue en el año 2000, cuando Galdón, el entonces presidente, tuvo que suspender la emisión el mismo día que tenía que haber fijado el precio de las acciones. El segundo, más difuso, fue en 2010, cuando la nueva consejera delegada, Rosalia Portela, puso sobre la mesa la operación tras conseguir salvar el match ball de la refinanciación de la deuda.
Presuntamente, el tercero y definitivo puede ser el próximo mes de abril o mayo, cuando la compañía ya tenga las cuentas auditadas de 2013. De hecho, la empresa ha contactado con distintos bancos de inversión para contratar a una o varias entidades coordinadoras. Según distintas fuentes, tanto JP Morgan, que es accionista de Ono a travíés de un fondo de inversión, como Deutsche Bank son los que tienen más opciones para quedarse con la operación.
Un accionista rebelde
Val Telecomunicaciones tiene 97,24 millones de acciones de Grupo Corporativo Ono, representativas del 5,35% del capital. La sociedad de inversión tiene valorado en libros este paquete en 109,5 millones de euros, coste rebajado en 29,71 millones por un deterioro del activo. Además, le tiene concedido un críédito de 10 millones de euros a la operadora, línea de críédito que se amplió en otros 3,7 millones y que la compañía ya le ha devuelto. Pero el valor real será mucho mayor debido al calentón que vive el sector de las telecos con operaciones como la de Telefónica en Alemania o Verizon.
Este socio ha sido considerado por otros accionistas como rebelde. De hecho, en su día presentó una demanda en la que impugnó los acuerdos sociales relativos a la refinanciación de la deuda acordada en 2010. Su batalla se saldó con íéxito, hasta el punto de que recibió una compensación de casi 400.000 euros, además de poder recuperar un deterioro de su inversión de 1,4 millones, según las cuentas anuales de Val Telecomunicaciones.
En esta sociedad participa Eugenio Galdón, el presidente de Ono, que tiene otro 6% adicional de la empresa de fibra óptica a travíés de Multitel. El principal accionista es CCMP Capital Advisor, fondo promovido por JP Morgan, junto con Providence Equity Partners y Thomas H. Lee Partners, firmas de capital riesgo con un 15% cada una. Por debajo están Quadrangle Capital y General Electric, con un 9%, respectivamente, seguidas de Caisse de Depot Placement de Quíébec, y las citadas Multitel, Val y Banco Santander. El fondo de pensiones de los profesores de Ontario (Canadá) dispone de un 4,8%.