Las grandes potencias europeas se esconden ante la crisis económica
Fuente: el Economista
"Las grandes potencias europeas no son el paradigma del buen hacer en la economía". A partir de esta máxima, expertos como el director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos, Gregorio Izquierdo, critican que ni España ni la mayoría de los grandes de la UE han sabido reaccionar a la crisis que estalló hace un año en Estados Unidos.
Alemania es la única que se escapa de puntillas a este tirón de orejas, ya que el país presidido por Angela Merkel supo aplicar aquello de más vale prevenir que curar y prepararse frente a una posible crisis en tiempos de bonanza económica.
Y es que los economistas son conscientes de que hoy en día es complicado que las medidas que están poniendo en marcha los Gobiernos escapen al efectismo propio de potencias económicas "estáticas e inmovilistas" y que hagan frente, a corto plazo, a la caída del crecimiento y el aumento de los precios y el paro.
El caso español
De las más de 20 medidas de impulso económico aprobadas por Moncloa desde el pasado mayo y sobre las 24 reformas económicas que recibieron el visto bueno del Consejo de Ministros extraordinario celebrado a mediados de agosto, Izquierdo considera que sólo una está bien enfocada: la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio, ya que "estimula el ahorro en un contexto de escasez".
Los avales para financiar las pymes y las VPO, las medidas en materia de transporte, servicios, energía, cambio climático o telecomunicaciones aprobadas por el Gobierno de Zapatero para 2008 y 2009 son "cuestionables", según los economistas.
¿Dónde buscar un buen antídoto? La receta para España -extensible al resto de economías- para pasar cuanto antes el trago, pasaría por bajar las cotizaciones sociales, reducir los impuestos (en especial, Sociedades y Sucesiones), mantener la austeridad del gasto público y un plan de liberalizaciones para impulsar el mercado.
Los diferentes Ejecutivos han hecho algo más o menos a estas alturas de la película pero, según los expertos, deberían tomar ejemplo de países como Irlanda, Finlandia o Suecia. A continuación, exponemos el panorama coyuntural que presenta a día de hoy el conjunto de la UE y sus grandes actores y lo que han hecho los distintos Ejecutivos.
La UE se resiente
La economía de la Eurozona atraviesa un momento histórico sin precedentes marcado por la primera caída de su crecimiento desde que la Unión Monetaria nació en 1999. Eurostat rompió hace quince días con nueve años de tendencia al alza y confirmó un retroceso del PIB de la zona euro del 0,2% durante el segundo trimestre de 2008 con respecto al primero.
La Comisión Europea y la Oficina de Estadística de la UE han confirmado además que las 15 economías de la moneda única cuentan con los peores niveles de confianza económica en cinco años, y con una tasa de desempleo que en julio no logró recortar a la registrada en mayo y junio, del 7,3% (11,35 millones de personas).
La inflación -uno de los puntos negros del expediente económico europeo de 2008- está previsto que díé un respiro en agosto cuando se prevíé que baje dos díécimas hasta situarse en el 3,8%, según los datos adelantados. Pero ante la persistencia de la inflación en la Eurozona, el guardián de la estabilidad de los precios, el BCE, se ha mantenido firme durante los últimos meses y su presidente, Jean-Claude Trichet, ha afirmado que no bajará los tipos (actualmente en el 4,25%) mientras no mejoren las perspectivas económicas.
La política de austeridad funciona en Alemania
Alemania no ha quedado a salvo de la crisis financiera. Por primera vez en cuatro años, la economía alemana sufre una seria contracción. El PIB germano retrocedió en el segundo trimestre de 2008 un 0,5% con respecto a los tres primeros meses del año y, por otro lado, el clima empresarial y la confianza del consumidor han empeorado notablemente. Aun así, y pese a este deterioro de la actividad económica, las cuentas públicas del Estado germano han continuado con la senda alcista y en la primera mitad del año acumulan un superávit de 6.700 millones, frente a los números rojos que vivieron de 2003 al cierre de 2007.
El IPC de agosto presentó una desaceleración del 3,1% en su tasa anual, lo que representa una caída 0,3% respecto a julio (hace un año, los precios crecían a un ritmo del 1,9% interanual). En materia laboral, el número de parados cayó en agosto un 0,1% al reducirse en 14.000, con lo que la cifra de desempleados se sitúa en 3.196.000 y la tasa ha caído hasta el 7,6%, la más baja que se registra desde 1992.
¿Los consejos? El Bundesbank señala, en su último informe, que -por el momento- no parece apropiado un estímulo fiscal en la economía alemana, aunque sí prevíé un período difícil para la segunda mitad del año. Unas advertencias que ha recogido el Gobierno germano y por las cuales se estaría estudiando la posibilidad de poner en marcha un paquete de medidas fiscales para estimular la economía.
Por el momento, Alemania ha llevado a la práctica una política de austeridad que empieza a dar sus frutos. El Gobierno, en palabras de su canciller Angela Merkel, reconoció que para 2009 la situación económica se debilitará aún más, lo que hace necesaria una política laboral muy cautelosa. En ese contexto, rechazó nuevamente la introducción de un salario mínimo en Alemania como instrumento nocivo, pero reconoció que hay sectores en los que apenas hay vinculación sindical que sí requieren normativas estatales.
La política de saneamiento fiscal -que le ha llevado a pasar de unos números rojos que llegaron hasta el 4% del PIB en 2003 hasta el equilibrio al cierre de 2007- le ha permitido ahora obtener un excedente en sus cuentas públicas.
Reino Unido propone incentivos fiscales
El PIB británico tuvo un crecimiento cero en el trimestre comprendido entre abril y junio en el que es el primer estancamiento desde 1992 y se prevíé que la economía entre en recesión en los próximos meses. La previsión del Gobierno es crecer entre un 1,75 y el 2,25% en el conjunto de 2008. El IPC tambiíén alcanzó en julio el 4,4% en tasa interanual, frente al 3,8% del mes anterior. Asimismo la tasa de paro de julio repuntó hasta el 5,4%, la mayor en 16 años. Entre junio y julio las peticiones de subsidios ascendieron en 20.100, hasta las 864.700.
¿Quíé ha hecho el Gobierno de Gordon Brown? Entre las medidas adoptadas destacan, sobre todo, el plan de incentivos para reactivar el sector inmobiliario, ya que se prevíé que el precio de la vivienda caiga un 10% este año. Así, quiere destinar 200 millones de libras (unos 250 millones de euros) para comprar casas nuevas que no hayan sido vendidas y reconvertirlas en pisos de alquiler de protección oficial. Además, inyectará otros 100 millones de libras (125 millones de euros) en la creación de un fondo para ayudar a los compradores de primera vivienda.
Cabe destacar tambiíén la reforma del sector financiero que llevó a cabo tras la quiebra del Northern Rock, a partir de la cual dotaba de más capacidad de intervención al Banco Central y de más garantías a los clientes de los bancos.
La crisis tambiíén está afectando electoralmente al primer ministro. Mientras Brown se escuda alegando que la crisis de la economía británica es consecuencia de la crisis internacional, la oposición conservadora critica que el Gobierno no ahorrara dinero durante la díécada de bonanza económica y le acusa de falta de ideas nuevas ahora.
Francia: muchas leyes, muy cuestionadas
El Gobierno francíés excluye una recesión, pero tras la contracción inesperada del PIB en el segundo trimestre, el crecimiento de la economía no superará el 1% ni este año ni el que viene, según los economistas. El PIB francíés registró un crecimiento negativo del 0,3% en el segundo trimestre del año y, según el Banco de Francia, la economía sólo crecerá un 0,1% hasta septiembre.
Francia se resiente tambiíén por una inflación del 3,6% interanual -la más alta desde 1992- y arrastra un elevado díéficit público. Por otra parte, el retroceso del paro registrado desde 2005 ha marcado una pausa en 2008. En el primer trimestre de este año, la tasa de paro era del 7,2%.
Sin margen de maniobra presupuestario, el Ejecutivo de Nicolas Sarkozy se propone seguir adelante con las reformas estructurales sin recurrir a una política de relanzamiento, una estrategia criticada por la oposición y que deja escíépticos a los economistas.
Ley sobre la participación de los trabajadores en los beneficios de las empresas, ley sobre la renta de solidaridad activa, ley de medio ambiente, ley de programación militar, ley penitenciaria, ley sobre la vivienda: a partir del 22 de septiembre, los diputados tienen un calendario cargado para aprobar las medidas susceptibles de mejorar el poder adquisitivo y el potencial de crecimiento. El primer ministro, Franí§ois Fillon, insiste en que un plan de relanzamiento "sería artificial" y asegura que Francia necesita "las reformas estructurales ya puestas en marcha".
La Italia de Berlusconi no ha reaccionado
Italia viene de una situación mucho peor que sus vecinos, ya que su economía ya estaba muy mal hace un año. Pero los datos de PIB del segundo trimestre, cuando retrocedió un 0,3%, colocan al país transalpino al borde de la que sería su cuarta recesión económica. Los empresarios italianos -a los que representa la patronal Cofindustria- lo dan ya por hecho: consideran que en la segunda mitad del año, la coyuntura irá aún peor ante el píésimo panorama que se vive en el contexto internacional y ante la inoperancia del Gobierno.
Y es que el Ejecutivo que lidera Silvio Berlusconi desde mayo ha hecho más bien poco por plantar cara a la crisis. Además de mantener la previsión de crecimiento para este año en el 0,5%, el Gobierno sólo se ha preocupado de meter la tijera al abultado endeudamiento público, que asciende a 110% del PIB, el más alto de toda Europa. Si Berlusconi no acometió las reformas de las pensiones y el mercado laboral para fomentar la productividad en tiempos mejores, no cabe esperar que lo haga ahora cuando la recesión está a la vuelta de la esquina.