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Varios atentados dinamiteros y violentas protestas aquí y en otras ciudades fueron demasiado para el optimismo que durante dos semanas impulsó al alza la Bolsa de Valores egipcia, que inicio labores hoy a la baja.
La víspera, los corredores mantuvieron la tendencia a la subida, pero a media sesión dieron un viraje de 180 grados y comenzaron a vender en un mercado abstencionista, marcado por las aprensiones surgidas tras el atentado contra una sede provincial de la Dirección de Seguridad y nuevas protestas en la famosa universidad de Al Azhar en esta capital.
Para los operadores la explosión de un coche bomba en las cercanías del edificio policial en la provincia septentrional de Sharqiyah marca un patrón inquietante de atentados en zonas próximas a la capital y ante ese panorama dejaron de comprar y comenzaron a desprenderse de sus acciones.
El frenesí vendedor se reforzó por el tercer día consecutivo de protestas en la sede de Al Azhar, el más famoso centro de estudios del Islam sunita, donde fue necesario suspender el inicio de los exámenes semestrales por los disturbios entre estudiantes seguidores de la proscrita Hermandad Musulmana (HM) y las fuerzas antimotines.
El viernes, los partidarios de la agrupación islamista prendieron fuego a los edificios de tres facultades y las autoridades del plantel se vieron obligadas a llamar a las fuerzas antidisturbios para controlar la situación.
Esos avatares implicaron que el final de la sesión las ventas de acciones registraran un descenso de 270 millones de libras (unos 38 millones 900 mil dólares) con los inversores foráneos en el papel de vendedores.
De las empresas que se cotizan en el mercado una inmensa mayoría de 110 sufrieron bajas en particular los de bienes raíces que descendieron hasta 1,49 por ciento, según estadísticas oficiales.
El fin del optimismo que reinó durante semanas en la Bolsa puede extenderse hasta mediados de enero debido a la anunciada campaña de protestas públicas de los partidarios de la HM que demandan la reposición del derrocado presidente Mohamed Morsi.
O peor, persistir por tiempo indefinido si los atentados dinamiteros se repiten, ua posibilidad que nadie descarta dada la acritud del enfrentamiento entre el Gobierno interino y los parciales de la HM que cada vez más adquiere matices de guerra a muerte.