Meliá quiere seguir los pasos de las grandes hoteleras internacionales como Marriott, Hilton o Accor y convertirse en una compañía mayoritariamente gestora. El objetivo del grupo mallorquín es que más del 67% de su cartera estíé bajo contratos de gestión o franquicia, mientras que el peso del ladrillo en propiedad se reduzca desde el 23% actual hasta un 16% o 18%.
"El peso de propiedad tiene que ir disminuyendo en los próximos años en favor de la gestión. Una parte será por la vía de la venta de activos, que tambiíén favorece la reducción de deuda, y otra por la incorporación de hoteles bajo fórmulas poco intensivas en capital como alquileres variables, etc", asegura Gabriel Escarrer, consejero delegado de Meliá Hotels International en una entrevista con este diario en el marco de la celebración de Fitur, la feria internacional del turismo que acoge Madrid desde hoy hasta el domingo.
Meliá tiene activos valorados en 3.142 millones de euros y os habíéis comprometido a soltar ladrillo para reducir la deuda. ¿Cuál es el objetivo final de desinversión?
Tenemos previsto vender hoteles por 200 millones de euros entre 2014 y 2015, a razón de unos 100 millones de euros al año. Una vez culminado este plan de desinversión creo que no habrá más a largo plazo -en 2013 la cadena vendió un hotel en Míéxico por 46 millones de euros-. Nos sentimos cómodos con este nivel de propiedad, ya que tenemos activos muy buenos que, en función del ciclo económico, es una bendición mantener.
En cuanto al plan de expansión, ¿cuántas aperturas teníéis previstas en el medio plazo?
En este momento el grupo tiene firmados 56 establecimientos para incorporar en los próximos 18-24 meses y casi todos están bajo contratos de gestión (80%) y el resto en alquileres variables.
La estrategia de Meliá pasa por crecer en Asia. ¿Estáis negociando con algún grupo una nueva alianza para seguir creciendo?
Nuestra alianza firme es con dos grupos. Uno Greenland, con el que experimentaremos gran parte del crecimiento en la zona y otro con Jin Jiang, que potencia el reconocimiento de nuestra marca en China para que este cliente de alto potencial chino vaya a nuestros hoteles en Europa y Amíérica Latina. Estamos muy contentos con estas dos alianzas y no vemos nada más.
El 3% del portfolio de la compañía proviene de Asia. ¿Cuántos hoteles teníéis previsto abrir en el medio plazo en la región y quíé peso esperáis que tenga?
Lo cierto es que tenemos una fuerte apuesta de expansión por Asia y por China. El gigante asiático se va a convertir en el primer emisor de turistas a nivel internacional, por lo que es importante posicionarse en la zona. Descartamos entrar en segundas ciudades, donde más del 80% del tráfico es chino, y vamos a concentrarnos en crecer en primeras ciudades, grandes urbes como estamos en Xian, Zhengzhou, Shanghai... que es donde tenemos ventajas competitivas. Entonces, definitivamente, no se si será en 2014 o en 2015 pero se apuesta para alrededor del 10% de nuestro portfolio venga de Asia... es una apuesta que hicimos hace 4 o 5 años y estamos dedicando muchos recursos. Para mí, cualquier grupo global que no tenga presencia en China a corto medio plazo no puede ser un gran jugador... no puedes ser competitivo.
¿Y en número de hoteles?
Unos 15 establecimientos más de los que ya están anunciados, a medio plazo. Pero no me atrevería a asegurar los años -en la región ya tienen otros 15 establecimientos entre proyectos y abiertos-.
La cadena tiene sólo tres hoteles en EEUU. ¿Hay planes de expansión por Norteamíérica?
En EEUU el crecimiento se va a centrar en las principales ciudades. No nos vemos compitiendo en las segundas ciudades porque no se puede luchar contra los gigantes americanos. Queremos concentrar el crecimiento en Miami, Nueva York, Washington, Los íngeles, San Francisco, Chicago.
¿Quíé pasa con Amíérica Latina o países como Rusia?
En Amíérica Latina vamos a crecer en el Caribe, tanto hispanoparlante como anglosajón. A su vez seguimos mirando oportunidades en Colombia, Chile, Perú y Brasil. En cuanto a Rusia, no tenemos nada previsto. Es muy estratíégico pero no hay nada para entrar porque necesitamos seguridad jurídica.
El Gobierno anunció ayer que España ha recuperado el tercer puesto como receptor turístico con 60,6 millones de visitas... ¿Se ha dejado notar en las cuentas?
El balance es muy desigual en cuanto al vacacional y urbano. A nivel vacacional ha sido un año bastante bueno en ocupación, aunque no en rentabilidad porque los hoteleros durante muchos años hemos realizado un esfuerzo muy grandes en contención y ajuste de tarifas. Por otro lado, a nivel urbano diría que ha sido un año muy malo porque Madrid ha tenido un problema de gran envergadura. Me atrevería a decir que 2013 ha sido el peor año para el turismo urbano, con la excepción de Barcelona. De todas formas, son turistas prestados por la crisis del Norte de ífrica y hay que tomar medidas para mejorar la calidad y conseguir que se queden.
Con unos precios tan ajustados, ¿cómo afecta el alza de los impuestos?
La verdad es que cualquier subida de impuestos es bastante negativa y lo que puede parecer el incremento del IVA de este 2% del año pasado afectado negativamente a las cuenta de resultados porque no fuimos capaces de repercutirlo al consumidor final. A su vez, la subida de las cotizaciones sociales por la puerta trasera es la puntilla que le faltaba al sector. Cualquier cosa que sea subir los impuestos influye. Sólo en este hotel que estamos (Meliá Castilla) le representa 275.000 euros adicionales de gasto que hace un año no teníamos.