El esfuerzo de mantener el 20,01% del capital de Repsol YPF en las actuales circunstancias de aguda crisis financiera ha resultado demasiado pesado para Sacyr Vallehermoso, tal y como informó El Confidencial el pasado lunes. El consejo de administración del grupo constructor y de servicios ha autorizado a su presidente, Luis del Rivero, para que inicie las gestiones oportunas en orden a la enajenación de dicho paquete. La decisión fue adoptada por el núcleo duro de la comisión ejecutiva, y posteriormente ratificada en Consejo a finales de julio pasado, aunque hasta ahora nada había trascendido.
De acuerdo con el balance de situación a 30 de junio de 2008, Sacyr acumula una deuda de 19.207,1 millones de euros (excluida ya la operación Eiffage), sostenida por unos recursos propios de 3.427,7 millones. Dada la situación de contracción del críédito bancario, la venta de activos resulta inevitable. En medios financieros madrileños es conocido desde hace meses el deseo de los accionistas capitalistas de Sacyr, en particular de Juan Abelló y Demetrio Carceller, de vender la participación de Repsol cuanto antes para aliviar las tensiones a que el fuerte endeudamiento está sometiendo a la sociedad. Las relaciones entre el presidente de la constructora, Luis del Rivero, y Abelló se han deteriorado mucho en los últimos tiempos.
Sacyr Vallehermoso celebró reunión de su Consejo de Administración el 28 de julio y tambiíén el pasado 1 de septiembre. Una fuente cercana a Luis del Rivero aseguró ayer, a preguntas de este diario, que “eso no es cierto o por lo menos a mí no me consta. El Consejo no ha adoptado ninguna resolución de vender Repsol, y yo no soy consejero, pero asisto a las reuniones como invitadoâ€.
Según fuentes cercanas al propio Consejo de Sacyr, la constructora tratará de vender otros activos, caso de Itínere, Testa e incluso Valoriza, antes de abordar la enajenación del 20% de Repsol. Según las mismas fuentes, Sacyr Vallehermoso ha otorgado mandato para la colocación de dicho paquete al alemán Dresdner Bank, que acaba de ser adquirido por Commerzbank. La tarea corre a cargo de Germán González del Valle, chairman no ejecutivo de Dresdner para la Península Ibíérica, e hijo del que fuera presidente de Hidrocantábrico Martín González del Valle, barón de Grado.
A preguntas de este diario, González del Valle aseguró ayer no estar en disposición de confirmar si ese mandato existe: “Venimos asesorando a Sacyr en su estrategia energíética desde hace tiempo. Junto con otro adviser del banco, he asistido a múltiples reuniones de alto nivel en la firma, en las que se hace seguimiento de la inversión en Repsol, pero delante de mí no se ha hablado de desinvertir y desde luego si se trata de otorgar un mandato nosotros no estamos delante. El seguimiento puro del mandato se hace desde Londresâ€.
Mutua y Caixa Catalunya incluirían sus paquetes
A tenor de los primeros movimientos efectuados en el mercado por el banco en cuestión se ha puesto de manifiesto la intención de Del Rivero de sumar al 20% de Sacyr algunas participaciones de Repsol en menor importancia en otras manos (caso del 2% que controla Mutua Madrileña, e igualmente del 2% en poder de Caixa Catalunya) para con todos ellos configurar un “paquete de control†del orden del 25% del capital capaz de alcanzar un mejor precio en el mercado. Fuentes de Mutua descartaron ayer a este diario su entrada en la operación: “Nosotros no hemos dado mandato de venta a nadie, porque estamos cómodos con nuestro 2%â€.
Según las fuentes consultadas, Sacyr tendría ya sobre la mesa algunas ofertas, “todas bastante o muy por debajo de precio, pero que demuestran que existe interíés por ese paquete antes incluso de que la decisión de vender haya saltado al mercadoâ€. Repsol, que ayer cerró a 19,07 euros (+0,90%), capitaliza en Bolsa 23.282 millones de euros, por lo que el paquete de Sacyr tiene ahora mismo un valor de mercado de 4.658 millones de euros. Teniendo en cuenta que pagó por ese paquete una suma que ronda los 6.250 millones, la constructora acumula minusvalías en el entorno de los 1.600 millones de euros. La propia Sacyr, por su parte, vale en Bolsa 3.518 millones de euros.
La constructora se ha visto obligada esta semana, a requerimiento del banco agente, el Santander, a aportar garantías adicionales –en forma de acciones de Testa por valor cercano a 150 millones de euros- del críédito de 5.175 millones que sirvió para financiar la compra del 20% de la petrolera. Fuentes de Repsol consultadas ayer rehusaron confirmar la decisión de vender adoptada por el consejo de Sacyr, asegurando que “la constructora es el principal accionista de referencia de Repsol YPF, y ha expresado siempre, desde el momento en que hizo efectiva su entrada en el capital, su vocación de permanencia y el carácter estratíégico de su participaciónâ€.
Gobierno y Caixa tendrán que pronunciarse
A partir de aquí empiezan los problemas políticos, porque parece obvio que ese paquete de Repsol no tiene comprador nacional a la vista, por lo que su destino no puede ser sino internacional. Está claro que ese 20%, y no digamos ya un eventual 25%, es perfectamente comprable por cualquier gran multinacional petrolera, lo cual entraña aceptar que la compañía que preside Antonio Brufau podría terminar más pronto o más tarde en manos extranjeras, asunto en el que el Gobierno de la nación tendría algo que decir.
Y naturalmente La Caixa, el segundo accionista, a travíés de Criteria Caixa Corp, de la petrolera, por detrás de la propia Sacyr. Empezando porque el 2% de Repsol en manos de Caixa Catalunya lo está a travíés de la sociedad de inversión Retinvest, en la que la Caja que preside Narcís Serra comparte accionariado al 50% con la propia Caixa de Isidro Fainíé, ergo será difícil que Fainíé deje escapar ese 2% de Repsol, que en buena lógica debería ir a incrementar la presencia de La Caixa en la petrolera.
