DIPLOMACIA Pone de acuerdo a Putin y Obama para crear un grupo de contacto liderado por la OSCE
canciller alemana, Angela Merkel.
La canciller alemana, Angela Merkel. Reuters
ROSALíA SíNCHEZ Especial para EL MUNDO Berlín
Actualizado: 03/03/2014 10:59 horas
La canciller alemana, Angela Merkel, ha vuelto a pasar la noche al telíéfono y ha conseguido desbloquear la vía diplomática en la crisis de Ucrania. Ha hablado con Vladimir Puntin y con Barak Obama y ambos han llegado a travíés de su intermediación a un principio de acuerdo para articular un "grupo de contacto" que gestione la crisis bajo mandato de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Este punto ha sido ya aceptado tanto por el presidente ruso como por el estadounidense, abriíéndose así el camino que no ha sido posible a travíés del G-8.
Merkel, además, ha sido muy dura con Putin y le ha transmitido un gran malestar desde Alemania, según informa un comunicado que ha emitido a primera hora la Cancillería de Berlín. Concretamente le ha reprochado la "inaceptable intervención rusa en Crimea", y ha calificado su proceder de "contrario al derecho internacional", instándole a respetar la integridad territorial de Ucrania. Ante estos argumentos, el presidente ruso ha defendido la necesidad de la intervención militar rusa alegando "la constante amenaza de violencia de las fuerzas ultranacionalistas que pone en peligro la vida y los intereses legítimos de los ciudadanos rusos y de toda la población rusa", según el comunicado del Kremlin sobre esa misma conversación. En ese sentido, Putin ha señalado que "las medidas adoptadas por Rusia son completamente acordes a la extraordinaria situación actual", al tiempo que informa que ha acordado con Merkel "mantener consultas a nivel bilateral y multilateral para fomentar la normalización de la situación política en Ucrania".
Un callejón sin salida
Los países que integran el G-7, el grupo de los siete principales países industrializados, habían anunciado anteriormente la cancelación de los preparativos de la cumbre del G-8 (que incluye a Rusia), prevista para el mes de junio en la localidad rusa de Sochi, con lo que la vía diplomática se convertía en un callejón sin salida.
Varios miembros del G-8 habían amenazado además con expulsar a Rusia de este foro si no retrocede inmediatamente en sus posiciones, pero el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, ha rebajado el nivel de enfrentamiento entre Occidente y Moscú y ha abogado por un diálogo, rechazando la posibilidad de castigar a Rusia "sacrificando" el G-8, el "único foro de diálogo" directo de Occidente con ese país.
Steinmeier ha sugerido el envío de una misión internacional que analice la situación de Crimea sobre el terreno y se mostró convencido de que "aunque el escenario es muy peligroso, todavía hay marcha atrás", apuntando como una "señal" que el primer ministro del gobierno provisional ucraniano, ArseniYatseniuk, y el primero ministro ruso, Dimitri Medvedev, hayan hablado por primera vez.
http://www.elmundo.es/internacional/2014/03/03/531446fae2704ee3708b456b.html