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Autor Tema: La prima de riesgo cae al nivel del ajuste de Zapatero  (Leído 110 veces)

Eguzki

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La prima de riesgo cae al nivel del ajuste de Zapatero
« en: Abril 02, 2014, 07:44:13 am »
No faltan testigos para la peor crisis económica de la historia reciente. Se puede narrar desde los ojos del paro, de la pobreza, de la desigualdad, de la deuda, de las empresas cerradas y de las familias desahuciadas, por citar solo algunas de las perspectivas posibles. Pero en una crisis que no deja de mudar de piel, la prima de riesgo, un cruce de caminos entre los mercados, las cuentas públicas y la economí­a de un paí­s, es el pulsómetro de urgencia. Y lo que contó ayer es que la tensión de la economí­a española se ha enfriado hasta situarse otra vez en los 164 puntos básicos. La misma hora que marcaban los mercados en mayo de 2010, poco antes de que se parara el reloj polí­tico del entonces presidente del Gobierno, Josíé Luis Rodrí­guez Zapatero.

Un resultado idíéntico que arroja lecturas opuestas. Que en mayo de 2010, el diferencial de la rentabilidad del bono español con la del alemán (la prima de riesgo) rebasara los 160 puntos básicos significaba que la tensión casi se habí­a triplicado en cinco meses. Tambiíén, que la desconfianza de los mercados sobre Grecia (taponada, en abril, con el primer rescate europeo) alcanzaba a España. “El mayor ajuste de la democracia”, como fue bautizado el plan de Zapatero, fue presentado en el Congreso el 12 de mayo. Pero lo que bajó (momentáneamente) la fiebre de los mercados fue el acuerdo europeo, adoptado tres dí­as antes, para armar la primera lí­nea de contención, el fondo de rescate. El plan español fue solo una de las contrapartidas.

Pero lo que hace cuatro años se consideraba la frontera de lo peor, resultó ser luego solo el primer escalón de la crisis del euro —Irlanda, Portugal y otra vez Grecia pidieron ayuda despuíés—, en la que España no ha dejado de tener un papel protagonista. El Gobierno del PP aprobó en 2012 un ajuste presupuestario aún mayor. Rajoy se vio forzado a pedir, en junio de ese año, el rescate para la banca. Y, aun así­, la presión de los mercados solo remitió a finales de julio, cuando el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, se comprometió a comprar bonos de paí­ses en problemas (España e Italia) si pedí­an el rescate europeo. Antes de esas palabras, la prima escaló a 640.

Solo desde esa perspectiva, desde la cima de la desconfianza en el futuro del euro, hace año y medio, se puede entender que un diferencial de 164 puntos básicos sea ahora una de las pruebas que exhibe el Gobierno de Rajoy, pero tambiíén Bruselas, o el BCE para celebrar la mejora de las condiciones financieras como punto de partida de la recuperación.
Lo inexplicable es que la prima de riesgo vuelva a estar donde estaba en 2010, cuando se ha duplicado la deuda pública”, cuestiona Josíé Carlos Dí­ez, profesor de Economí­a en Icade. No solo el endeudamiento de las Administraciones, que enfila el 100% del PIB, se ha deteriorado en este tiempo. El paro rondaba el 20% y ahora apenas baja del 26%. Desde 2010 se ha destruido un millón de empleos más, hasta sumar tres millones. Cuando Zapatero anunció su ajuste, el objetivo era reducir el díéficit público del 11% al 6% del PIB en dos años. Tras los recortes y subidas de impuestos de Rajoy apenas se ha bajado del 7% en cuatro años. Y el precio de la austeridad fue otra recesión.

“Europa se equivocó al acelerar la estrategia de salida de los estí­mulos fiscales, sin el apoyo monetario necesario. Que ahora se contenten con un ajuste mucho menor que el de 2010 es un reconocimiento de esa equivocación”, concluye Dí­ez.

Lo determinante para enfriar la prima de riesgo no han sido los planes de ajuste o las reformas, sino la intervención del resto de Gobiernos europeos, o sobre todo, del BCE. Josep Oliver, catedrático de Economí­a de la Universidad Autónoma de Barcelona, enfatiza, sin embargo, que las decisiones de los gobernantes españoles sí­ son básicas para explicar en quíé situación se afrontan las dudas recurrentes de los mercados sobre el proyecto del euro.

Oliver valora el plan de ajuste de Zapatero como el fin de una etapa de negación de la crisis. “Desde mediados de 2010 hasta mediados de 2011 la prima de riesgo española aguantó bastante bien las incertidumbres generadas por los rescates a Irlanda y Portugal”, señala el catedrático, quien recuerda que en ese periodo la economí­a crecí­a y la destrucción de empleo casi habí­a cesado.

“Pero las Administraciones dejaron de hacer sus deberes ante la proximidad de las elecciones de 2012. Y en los primeros meses tras su victoria electoral, Rajoy se confí­a al interpretar que la prima de riesgo bajaba por la salida de Zapatero, cuando era por las macrosubastas del BCE”, añade Oliver. El resultado, apunta, fue que cuando la crisis del euro volvió por sus fueros, en la primavera de 2012, la desconfianza en la economí­a española habí­a arraigado. “Y en un puñado de meses salieron del paí­s 350.000 millones de euros, espero que hayamos aprendido la lección”, dice el catedrático, con la vista puesta en el nuevo ciclo electoral, a punto de arrancar con las europeas.

 

Un plan que Rajoy dejó pequeño

A. B., Madrid

“Acabamos de perder las próximas elecciones”. El veredicto de algunos de los lí­deres autonómicos socialistas a los que Zapatero anticipó lo que iba a contar unas horas despuíés en el Congreso resultó profíético. En El dilema, el libro en el que argumenta por quíé tomó las decisiones anunciadas el 12 de mayo de 2010, Zapatero coincide: “Aquel dí­a el principal partido de la oposición atisbaba por fin una esperanza clara de llegar al poder”.

El plan de choque incluí­a dos medidas que Zapatero habí­a negado en varias ocasiones: una bajada del sueldo de los funcionarios y la congelación de las pensiones. Además, se aprobó un brusco recorte de la inversión pública (6.400 millones), se acabó con el cheque-bebíé, y hubo tambiíén tijeretazo en el desarrollo de la Ley de Dependencia y en la cooperación internacional.

La UE tambiíén reclamó una reforma laboral, que se centró en facilitar el uso del despido procedente (33 dí­as de indemnización). Y una reforma de las pensiones, que llevó a elevar la edad legal de retiro de forma progresiva hasta los 67 años.

Las medidas de Zapatero quebraron el diálogo con los sindicatos (primero hubo huelga de funcionarios luego fue general). Y cosecharon el rechazo del PP. Pero el Gobierno de Rajoy, con la presión de los mercados (y del resto de la UE) en el cogote, dejó pequeño aquel plan de choque. Además de volver a rebajar el sueldo de los funcionarios y de congelar las pensiones, aprobó en 2012 una subida de impuestos sin precedentes, profundizó en los recortes (inversiones, dependencia, ayuda al desarrollo), los extendió a becas y medicamentos, y alumbró reformas de las pensiones, y sobre todo del mercado laboral, mucho más drásticas.