EFE
Autoridades mexicanas ubicaron en el puerto de Manzanillo (Pacífico) un buque cargado con 68.750 toneladas de hierro extraído de forma ilegal en el estado de Michoacán (suroeste) por el cártel de "Los Caballeros Templarios", informó una fuente oficial.
El comisionado federal para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, señaló que el cargamento fue descubierto tras una denuncia anónima que indicó que el navío zarparía el 22 de abril.
El barco "Jian Hua" logró zarpar del puerto de Lázaro Cárdenas (Michoacán), pero finalmente funcionarios del Servicio de Administración Tributaria y militares lograron ubicarlo en Manzanillo, en el estado de Colima, colindante con Michoacán.
La tripulación intentó justificar el cargamento con un permiso emitido por el Ministerio de Economía de Míéxico para la explotación de una mina en Michoacán, pero las autoridades comprobaron que el yacimiento no ha sido explotado, por lo que era imposible que el mineral proviniera de ese sitio.
El Ministerio de Hacienda y Críédito Público realizó el embargo precautorio del mineral, mientras que la Fuerza Naval mexicana mantiene retenido al buque y a la tripulación.
Castillo precisó que la empresa responsable de la exportación del mineral, que tenía como destino el continente asiático, tendrá un plazo de 30 días para presentar los documentos que amparen su extracción.
De no comprobarse la legalidad del mineral, la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) procederá contra la empresa, cuyo nombre no ha sido revelado, y la tripulación del buque por los delitos que deriven del presunto robo de bienes propiedad de la nación.
En lo que va de 2014, el Gobierno mexicano ha decomisado en distintos operativos en los estados de Michoacán y Guerrero más de 200.000 toneladas de material ferroso, extraídas de forma ilegal por los "templarios".
Fuerzas federales mantienen una estrategia especial en Michoacán que ha permitido descubrir una red de negocios de esa agrupación criminal, así como el abatimiento de Nazario Moreno González, alias "el Chayo", y Enrique Plancarte Solís, "el Kike", los dos principales líderes de la banda.
El Gobierno tambiíén detuvo a Dionicio Loya Plancarte, alias "el Tío", número tres en la línea de mando de la banda, por lo que Servando Gómez Martínez, "la Tuta", asumió el control total de las operaciones de la organización criminal.