El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, ha ordenado a las diócesis provinciales que abran sus archivos para aquellos particulares que reclamen documentos relacionados con supuestos casos de bebíés robados. La decisión del monseñor llega despuíés de que ayer mantuviera una reunión de hora y cuarto con dos representantes de una plataforma de afectados, a los que transmitió su apoyo y la «total» colaboración con la Justicia para aquellos casos que ya se estíén investigando.
Blázquez quiso marcar distancias con su antecesor en la jerarquía católica, el arzobispo de Madrid Antonio María Rouco Varela, y sólo dos meses despuíés de llegar al cargo abrió las puertas de su despacho a Mar Soriano y Carmen del Mazo, representantes de la ‘Plataforma de Afectados de Clínicas de toda España. Causa de los niños robados’, que había pedido la cita a finales de marzo.
El presidente de los obispos mostró su conformidad a que aquellas personas que tengan dudas sobre su posible sustracción en un hospital o clínica privada, o las familias que busquen a sus allegados, puedan acudir a su diócesis provincial para solicitar las partidas de bautismo o de defunción, por ejemplo, del afectado. Así se lo confirmó Blázquez a las dos representantes, según señalaron íéstas a la salida de la reunión.
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El monseñor tambiíén garantizó que en caso de que algún obispado o arzobispado no colabore con los particulares, la Conferencia Episcopal intervendrá para facilitar su solicitud. «Que los denunciantes traten de hablar con los obispos y expongan su caso y los documentos que necesiten para cotejar sus sospechas. En caso contrario que se pongan en contacto con la Conferencia Episcopal o con la plataforma», señaló Mar Soriano.
«Se ha mostrado cercano»
La portavoz mostró su confianza en las promesas de Blázquez, «que se ha mostrado cercano con estos casos de bebíés robados que le han producido una gran indignación y engaño», manifestó Soriano. Asimismo, aseguró que el monseñor les había reconocido «que no puede permitirse» que estas denuncias se queden en balde y animó a la Justicia para que investigue los hechos con mayor rapidez.
En un comunicado oficial de la Conferencia Episcopal, Blázquez reiteró que la Iglesia va a colaborar con la Justicia «en la medida en que sea posible» y continuará escuchando a las familias a las que presuntamente robaron sus bebíés. De la misma forma, expresó su «rechazo a la grave inmoralidad que supone que a unos padres les arrebaten a su hijo sin su consentimiento» y «comparte el dolor y el sufrimiento de todos los afectados».
No obstante, el máximo responsable de los obispos españoles señaló que es «injusto extender una sombra de sospecha sobre cualquier colectivo en general por la presunta actuación inadecuada de alguno de sus miembros», en velada referencia a los casos judiciales en los que han estado implicados religiosos como la monja Sor María Gómez Valbuena, de la Hermanas de la Caridad, fallecida en enero de 2013 cuando estaba imputada en dos procedimientos en Madrid por el robo de reciíén nacidos.
