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Economistas estiman que Alemania puede perder más de un millón de científicos, tíécnicos en computación, matemáticos e ingenieros para fines de la díécada, por lo que abriría sus puertas a inmigrantes altamente calificados.
En momentos en que Europa tiene la tasa de natalidad más baja y la población de más edad, Alemania necesita inmigrantes, pero no cualquier inmigrante. Necesita a Xiaoqun Clever.
Decepcionada ante sus perspectivas en la China de Deng Xiaoping, la especialista en informática abandonó sus estudios en ese país para trasladarse a Alemania en 1991. Al principio no fue fácil.
“Le dije a mi padre: ‘Dios mío, me siento perdida aquí. Es un país aburrido y estoy desperdiciando mi juventud aquíâ€, dijo Clever al recordar aquellos primeros días en la ciudad universitaria de Gí¶ttingen, en el norte de Alemania. “Me asombraba que los comercios cerraran a partir de las 13:00 de los sábados y que los domingos todo estuviera muertoâ€.
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Perseveró. Durante dos díécadas se dedicó a ascender en el gigante de software SAP AG, y en enero obtuvo el puesto de máxima responsable de tecnología de la emisora privada ProSiebenSat.1 Media AG.
Los economistas estiman que Alemania puede perder más de un millón de científicos, tíécnicos en computación, matemáticos e ingenieros calificados para fines de la díécada, por lo que el país enfrentaría una inminente crisis de talento.
Si no hay un nuevo flujo de inmigrantes de alta calificación y elevado nivel de estudios como Clever, las tendencias demográficas pueden poner en peligro el futuro industrial y de ingeniería de un país cuya economía no sólo se basa en emblemas nacionales como Volkswagen AG y Siemens AG, sino tambiíén en miles de pequeñas y medianas empresas responsables de buena parte de la innovación tíécnica de Alemania.
“Es un gran riesgo para la economía alemanaâ€, dijo Wolfgang Herrmann, quien dirige la Universidad Tíécnica de Múnich, entre cuyos ex alumnos se cuentan el máximo responsable ejecutivo de Alcoa Inc., Klaus Kleinfeld, y tres máximos responsables de Bayerische Motoren Werke AG. “Debemos tener el valor de buscar la mejor mano de obra, de ser más liberales a la hora de permitir el ingreso de los más capaces a Alemania y de desarrollar una cultura receptiva que abra los brazos a los mejoresâ€.
En las elecciones de la Unión Europea del mes pasado, los votantes alemanes demostraron que son receptivos a ese mensaje. Si bien la mayor parte del continente se ha inclinado decididamente por oponerse a la inmigración, los partidos políticos alemanes que respaldaron el ingreso de más trabajadores calificados ganaron terreno.
De todos modos, el país aún tiene un largo camino por delante. Si bien la cantidad de estudiantes internacionales crece, lo hace con más lentitud que en otros países que integran la OCDE, según un estudio de octubre de 2013.
Alemania tambiíén está por debajo de Estados Unidos, Canadá y Australia en el índice de Políticas de Integración de los Migrantes, que producen el British Council y el Migration Policy Group a los efectos de evaluar los procedimientos de los países para el otorgamiento de la ciudadanía.