La multinacional catalana de hemoderivados Grifols está volcada en reforzar aún más su presencia en los países emergentes, que en 2013 aportaron ya el 15,5% de los ingresos de la compañía, y por ello prevíé abrir filiales en India, Indonesia y Taiwán, y a medio plazo se las plantea en Rusia y Turquía.
Aproximadamente el 94% de la facturación de este grupo ya proviene del extranjero y en los últimos años el peso de los llamados países emergentes ha aumentado paulatinamente.
Así, en 2006, el año en el Grifols salió a bolsa, estos países aportaron apenas 70,7 millones de euros, mientras que al cierre del año pasado ya suponían 426,2 millones, seis veces más.
Según datos facilitados en el encuentro anual de analistas e inversores que Grifols celebró en junio, la empresa aumentó en 2013 sus ingresos en Oriente Medio un 75 %, en China un 40 %, en Brasil un 27 %, en Turquía un 21 % y en el conjunto de Latinoamíérica un 22 %.
Grifols divide actualmente sus ingresos en tres áreas geográficas: EEUU y Canadá, que en 2013 fue el origen de un 62,3 % de las ventas; la UE, que generó un 20,8 % de los ingresos, y ROW (Resto del Mundo), que ya supone un 15,5 %; a estos porcentajes habría que sumar un cuarto bloque, denominado Raw Materials, que supone otro 1,4 % y que no se puede desglosar geográficamente.
En declaraciones a Efe, la directora de relaciones con los inversores de Grifols, Nuria Pascual, ha asegurado que desconoce si en un futuro las regiones y países emergentes pueden acabar siendo la segunda área geográfica en importancia para Grifols, pero ha apuntado que seguramente tendrán un volumen de ventas "muy parecido" al de la UE dentro de algún tiempo.
Y de entre estas regiones, una de las prioridades para Grifols es Latinoamíérica, ha comentado Pascual, dado que es la región en la que Grifols lleva asentada más años, y Brasil uno de los países prioritarios. De hecho, Grifols está construyendo una nueva planta en ese país para la fabricación de bolsas para la extracción, separación, conservación y transfusión de componentes sanguíneos.
Otro área que tambiíén suscita muchas expectativas es Oriente Medio, ya que los países del Golfo planean construir 15 hospitales en los próximos años, una zona que Grifols controla desde Dubái.
En Asia, Grifols, que en enero cerró la adquisición de la unidad de diagnóstico transfusional de Novartis, quiere comercializar a corto plazo sus productos de diagnóstico en China, y tambiíén empezar a venderlos en la India.
Pascual ha precisado que, fruto de la compra de ese negocio a Novartis, la compañía catalana cuenta con una oficina de representación en India, que con el tiempo prevíé convertir en filial, un modelo que seguirán en Indonesia y Taiwán
En cuanto a Rusia y Turquía, Grifols tiene acuerdos con distribuidores, pero "a medio plazo" quiere tener filiales en esos países.
Grifols ganó el año pasado 345,6 millones de euros y en el primer semestre de este año ya acumulaba un beneficio de 224,8 millones, un 23 % más que en el mismo período de 2013.
En cuanto a la distribución geográfica de las ventas, Grifols todavía no dispone de cifras actualizadas, ya que aún está repartiendo por áreas geográficas el negocio adquirido a Novartis.
Sin embargo, Pascual estima que esta compra elevará un poco el peso de EEUU y Canadá sobre el total de ventas, hasta un 65 %, aproximadamente, y que ajustará un poco a la baja los porcentajes de UE y resto del mundo.
El negocio principal de Grifols es el desarrollo, producción y distribución de medicamentos biológicos derivados del plasma.
Un segundo negocio, potenciado ahora con esa compra a Novartis, es el suministro de soluciones intravenosas, productos de nutrición, bolsas de sangre e instrumentos de diagnóstico y reactivos para uso en hospitales y clínicas.
Grifols está construyendo actualmente en Dublín su principal centro logístico a nivel mundial, unas instalaciones a las que destinará 45 millones de euros