Repsol ha cerrado los nueve primeros meses del año con un beneficio de 1.646 millones de euros, un 28% superior al de un año antes. La petrolera ha reducido su deuda a niveles históricos.
Estos resultados reflejan la buena marcha de los negocios de la compañía y la fortaleza financiera de Repsol.
El resultado neto, calculado en base a la valoración de los inventarios a coste de reposición (CCS) y una vez eliminados los resultados no recurrentes, ascendió a 1.337 millones de euros, cifra superior en un 9,6% a la de los primeros nueve meses de 2013.
Estos resultados son especialmente significativos porque se han producido en un entorno de caída de precios del crudo -en el último trimestre-, ralentización de la demanda mundial y menor producción en Libia.