Por si la situación no estaba al rojo vivo, Standard & Poor's (S&P) podría echar más leña al fuego. La agencia de calificación americana está estudiando rebajar el rating de Grecia justo despuíés de que Syriza haya accedido al poder.
La entidad ha puesto en revisión la nota 'B' de Grecia porque considera que las políticas presupuestarias y económicas que quiere llevar a cabo el nuevo Gobierno "son incompatibles" con el marco político acordado por el anterior Ejecutivo con sus acreedores.
La agencia, que prevíé tomar una decisión cuando actualice su rating de Grecia el próximo 13 de marzo, advierte de que si el nuevo Gobierno de Alexis Tsipras no logra alcanzar un acuerdo con sus acreedores sobre un nuevo apoyo financiero, se debilitará su posición financiera y su solvencia.
"Podríamos rebajar el rating si las negociaciones con la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) entran en un callejón sin salida, limitando la capacidad de Grecia de hacer frente a su servicio de deuda", remarca S&P.
La agencia subraya que, dado su limitado acceso a los mercados de deuda, el país depende de la ayuda financiera de sus socios para hacer frente a los vencimientos de 17.000 millones de euros previstos para 2015. Así, espera que, aunque la ampliación del programa de ayuda acaba el 28 de febrero, íéste se prorrogue para dar tiempo al nuevo Gobierno a negociar posibles cambios.
Asimismo, recalca que algunas de las propuestas recogidas en el programa electoral de Syriza, como el incremento del salario mínimo o la eliminación del impuesto a la propiedad, no están en línea con lo recogido en el Memorándum de Entendimiento (MoU) del rescate.
Por ello, espera que tras la formación del nuevo Gobierno comiencen las negociaciones sobre los tíérminos y las condiciones de un nuevo apoyo financiero. En su escenario central, la agencia prevíé que ambas partes alcancen un acuerdo, dados los esfuerzos realizados por evitar la quiebra del país.
Así, considera que si las negociaciones tienen íéxito la economía helena seguirá recuperándose de forma gradual a pesar de la actual incertidumbre política, pero si no hay acuerdo podría verse dañada su recuperación y el desempeño de su presupuesto, aumentando los riesgos para la estabilidad de sus sistema bancario.
La bolsa se desploma
Toda esta incertidumbre está haciendo mella en la bolsa griega. Este miíércoles, la Bolsa de Atenas se ha hundido un 9,2% y ha bajado hasta 711 puntos, niveles del año 2012, cuando la ruptura del euro era una posibilidad muy real.
La banca es la que más está sufriendo los temores que han surgido en los mercados acerca de la labor financiera que puede llevar a acabo el Ejecutivo de Alexis Tsipras. De hecho, entidades como Piraeus Bank se han desplomado casi un 30% en un mercado que cada vez teme más por el futuro del país heleno.