EFE
Hasta 5.000 empleados de una fábrica de calzado del sur de China, que produce para numerosas marcas foráneas, han protagonizado una huelga de tres días en protesta por impagos de prestaciones sociales, un ejemplo de movilizaciones de trabajadores que cada vez son más comunes en el país.
Según informa la organización "China Labour Watch" (CLW) en un comunicado, la huelga comenzó el pasado domingo y concluyó el martes, y en ella participó casi la mitad de la plantilla de la fábrica "Stella Footwear", 5.000 personas de las 10.000 que están empleadas aproximadamente.
Además, en una planta "hermana", añade CLW, cientos de trabajadores tambiíén salieron a protestar a las calles el martes.
"Stella Footwear" fabrica para marcas internacionales como Prada, Nike, Adidas, Timberland, Louis Vuitton, Clarks, Nine West, Easy Spirit, Reebok, Kenneth Cole o Via Spiga; y se encuentra en la ciudad sureña de Dongguan, zona industrial donde el año pasado ya se registraron protestas laborales.
Los trabajadores reclaman a la empresa que les compense los impagos de fondos para la vivienda. Según la ley china, recuerda CLW, el empleador debe pagar mensualmente un fondo para la vivienda a sus trabajadores.
Durante la huelga, los empleados cortaron el acceso a la fábrica y, durante su protesta, un número indeterminado de empleados fueron "golpeados por coches" -cuya propiedad no se especifica- y resultaron heridos, según detalló a CLW una empleada apellidada Liu.
Las fotografías que han circulado por internet muestran un gran dispositivo policial de agentes con perros a las puertas de la fábrica, y personal míédico con camillas trasladando a trabajadores.
Esta protesta es un ejemplo más del incremento de las movilizaciones de trabajadores en China que son cada vez más conscientes de sus derechos y están más dispuestos a reclamarlos, según confirman organizaciones en defensa de los derechos laborales.
En abril del año pasado, Dongguan fue tambiíén el centro de una masiva protesta, cuando más de 60.000 trabajadores decidieron abandonar sus puestos de trabajo cosiendo zapatillas para Yue Yuen, el mayor fabricante de este calzado para marcas como Nike o Adidas, y tomar durante dos semanas las calles en protesta por bajos sueldos.