The Associated Press
Cuando Rohini Anand se hizo cargo de programas de diversidad en la empresa multinacional de catering Sodexo en 2002, tuvo un objetivo: demostrar que una empresa se beneficia de tener el mismo número de hombres y mujeres en puestos gerenciales.
Sodexo, que tiene 419.000 empleados en 80 países, dice que Anand acaba de lograr eso. Un amplio estudio realizado el año pasado por la empresa encontró que las unidades con igual número de hombres y mujeres en puestos gerenciales dieron más ganancias y de forma más sistemática que aquellas dominadas por varones.
"Ahora ya se ha vuelto parte del sistema. No sólo soy yo hablando de eso", dice Anand, con cara de "se los dije".
Aumenta la evidencia de que la equidad de gíénero no sólo es políticamente correcta, sino tambiíén buena para las empresas. Sin embargo, mientras las compañías tratan de aumentar el número de mujeres en posiciones ejecutivas, muchas están batallando porque no pueden adaptar las condiciones de trabajo a una forma que asegure que mujeres calificadas no caigan de la escalera corporativa.
Este caso es convincente para que las empresas actúen.
En un sondeo realizado el año pasado a 366 empresas, la firma consultora McKinsey & Co. encontró que aquellas con papeles de liderazgo más balanceados entre hombres y mujeres tenían más probabilidades de reportar resultados financieros superiores al promedio nacional del sector.
Las empresas con mandos más balanceados hicieron un mejor trabajo reclutando y reteniendo a los empleados talentosos, reduciendo el costo asociado con reemplazar a altos ejecutivos, halló McKinsey. Las compañías tambiíén tienen relaciones más fuertes con los clientes porque la administración refleja mejor la diversidad de la sociedad y tienden a tomar mejores decisiones de negocios porque se toman en cuenta más puntos de vista.
El director general de Apple, Tim Cook, quien el año pasado reconoció públicamente su homosexualidad, dijo a PBS que es importante contratar personas que "te complementen, porque se trata de formar un rompecabezas".
"No se trata de apilar cajas de gomas de mascar y que todos sean iguales", agregó.
Mientras la mayoría de las empresas grandes ahora cuentan con programas para aumentar su diversidad de gíénero, muchos ejecutivos expresan frustración porque estos no están funcionando. McKinsey halló que 63% de los empleadores encuestados tenían al menos 20 iniciativas sobre equidad de gíénero, pero las mujeres ocupaban menos de una tercera parte de los puestos gerenciales en 92% de las empresas.
Sandrine Devillard, consultora del tema desde hace 16 años, dice que cuando ella comenzó, a las empresas les daba lo mismo retener a las ejecutivas. Ahora las compañías quieren saber quíé programas sirven y rápido.
Eso es porque los prospectos para que una mujer ascienda caen a cada paso de la carrera profesional, de acuerdo con otro sondeo realizado tambiíén por McKinsey a 130 empresas en 2012.