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Autor Tema: ¿Cerveza gratis en la oficina? Una realidad...  (Leído 150 veces)

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¿Cerveza gratis en la oficina? Una realidad...
« en: Agosto 07, 2015, 06:10:24 pm »
Por...  Anna Nicolaou




El trabajo compartido a travíés de espacios flexibles es la apuesta en la que WeWork plantea el futuro del trabajo. Lugares con cerveza gratis, juegos y un ambiente diverso entre empresas diferentes.

¿Quíé es WeWork? De acuerdo a Adam Neumann, el fundador de 36 años, es un negocio de energí­a, un kibutz capitalista, una red social fí­sica o, simplemente, el futuro de cómo será el trabajo.

Para JPMorgan e Inversiones Fidelity, quienes estuvieron entre los que inyectaron 400 millones de dólares para la construcción de las instalaciones de la compañí­a, WeWork es una startup de 10 mil millones de dólares que asegura tíérminos de contrato preferentes de propietarios interesados en atraer a desarrolladores de aplicaciones a la empresa.

Pero otros no están tan seguros. Pues, perciben el crecimiento acelerado de WeWork como una la prueba de valoración dentro de la burbuja de compañí­as jóvenes que tambiíén están crecen de forma exponencial. Y que ahora es incluso más grande que Silicon Valley. Durante el año pasado, el número de los supuestos ‘unicornios’ (empresas privadas relacionadas con tecnologí­a y valuadas en más de un billón de dólares despuíés de su fundación), ha incrementado rápidamente a más de 144 a nivel global, con 69 en Estados Unidos.

Considerando que el valor de WeWork es de 10 mil millones de dólares, el espacio de su oficina vale 2 mil 800 dólares por pie cuadrado (más que los 2 mil 400 dólares por pie cuadrado que vale el edificio de GM en la Quinta Avenida en Nueva York).

‘Eso me pareció muy divertido’, declaró John Lutzius, director de consultorí­a inmobiliaria de Green Street Advisors. El mensaje parece ser: ven a trabajar aquí­ y serás parte de todos los jóvenes guapos que te ayudarán a hacer negocios.

Sin embargo, Neumann, un oficial de marina israelí­ de 2 metros de altura que creció en un kibutz, no sólo ve a WeWork como un negocio.



WeWork
La empresa que cambia energí­as y ambientes


La sede de WeWork se encuentra en un gran rascacielos sobre Manhattan, en el mismo edificio donde Michael Douglas interpretó a Gordon Gekko en 1987 para el ‘Wall Street’. Barriles de cerveza gratis, máquinas de videojuegos y frases que rezan ‘Haz lo que amas’ tapizan las paredes.

De acuerdo a WeWork, se sirven 90 mil vasos de cerveza a sus 30 mil inquilinos durante todo el mes, quienes declaran que los eventos sociales de la empresa y la comunidad los distinguen de los competidores y ayudan a hacer la vida de un freelancer o una startup menos solitaria.

‘Como compañí­a, esto nos hace sentir más grandes de lo que somos’, dice Angela McCroy de Rukkus, una startup de venta de boletos en lí­nea que renta un espacio en WeWork.

Neumann, mientras navega en la aplicación de la compañí­a en su telíéfono, lee una serie de publicaciones de las ubicaciones de WeWork. ‘í‰sta es de Miami, hora feliz a las 7 pm., bien . . . San Francisco, otra hora feliz, ¡muy bien!’.

De repente, el director de WeWork, con una playera y botas de combate, recibe un correo electrónico en su telíéfono, se dirige a un empleado y grita: ‘Me gusta la ubicación y el precio, hagámoslo’.

Pero no tampoco revela información financiera acerca de su compañí­a, más allá de lo rentable que es. Sostiene que el íéxito de WeWork se ha dado debido a la sincronización: íél co-fundó el negocio en 2010, cuando la economí­a global estaba aún recuperándose de una fuerte recesión. Con un mercado laboral inestable, más gente se encontraba trabajando de forma independiente o desde casa.

‘Una generación entera . . . lo notó . . . las reglas están rotas’, dice Neumann. ‘La idea de que pudieran ir a la liga escolar Ivy, obtener el tí­tulo perfecto y despuíés ir a las compañí­as norteamericanas por los próximos 30 dí­as . . . ahora nada es seguro, y si ese es el caso, ¿porquíé no hacer lo que amas?’

WeWork se ha beneficiado de su cambio al dirigir a todos estos profesionales independientes y emprendedores en sus oficinas, un movimiento que coincide con un cambio dramático en el mercado de la propiedad comercial, sobre todo en Nueva York.

En la medida en la que las empresas recortan trabajos y reducen sus oficinas, las startups de tecnologí­a y de medios de comunicación compiten por hacerse presentes, ocupando casi un tercio de todas las nuevas rentas en el centro de Manhattan durante el año pasado.

Esto ha elevado los precios, pero Neumann insiste en que es capaz de negociar mejores acuerdos de renta. Pues los propietarios se empiezan a dar cuenta del valor adicional que los inquilinos de WeWork pueden traer.



WeWork

‘Hay una demanda inagotable de bienes raí­ces’, declara. ‘No es importante si es de un mercado alto o bajo . . . siempre hay un edificio a la vuelta de la esquina’.

Y para toda la fama que tiene, WeWork opera como un negocio tradicional de bienes raí­ces: que comprende la renta de espacio para oficinas, el rediseño del espacio y el subarrendamiento a los inquilinos, comúnmente de un mes de duración.

Su rival principal, Regus, ha hecho lo mismo por 26 años y sabes que su modelo podrí­a funcionar cuando la industria de la tecnologí­a se encuentre en su máximo punto, aunque existen riesgos significativos.

Al igual que WeWork, Regus se ha expandido rápidamente durante el último boom ciberníético, pero se fue a bancarrota en el 2003 despuíés de la crisis económica y los usuarios de tecnologí­a se terminaron por ser expulsados. Desde ese momento, ha diversificado a sus clientes y ha optado por tomar contratos más flexibles para prevenir experiencias pasadas. Ahora, esto le representa una capitalización de mercado de 2.5 mil millones de dólares.

‘WeWork aún crece rápidamente, y tiene un grupo más diverso de inquilinos de lo que la gente se imagina’, dice Neumann. Sólo una quinta parte de los inquilinos de WeWork son startups, y menos del 5 por ciento están respaldados por capital de riesgo.

Y admite que, aunque al inicio era ‘anti Amíérica corporativa’, ha recibido tambiíén a empresas grandes. Empresas como Merck, Pepsi y American Express ahora son parte de WeWork. ‘El crecimiento ha sido exponencial . . . todo se mueve más rápido’, dice Neumann mientras hace planes de expansión en Londres y ímsterdam, gestionar las adquisiciones y eventualmente ir a los públicos.

En relación a su competencia, establece que no hay comparación. ‘Cualquiera que nos compare con Regus debió nunca haber estado en un Regus y en un WeWork’. Espera que los inquilinos compartan esta perspectiva, por el bien de su empresa. WeWork logra contratos largos, de al menos 10 años. Pero sus inquilinos únicamente necesitan avisar 30 dí­as antes en caso de partir.



Coworking: La economí­a digital acrecenta el íéxito de los espacios flexibles.

El cambio tecnológico, la economí­a digital y el aumento en los niveles de autoempleo han incrementado un boom global en el íéxito de los espacios flexibles.

Los centros tradicionales de negocios, quienes evolucionaron en la díécada de los 80 a pequeñas compañí­as caseras, están dando entrada a espacios de coworking (co-trabajo) que permiten a pequeños negocios y profesionales independientes compartir equipo y conocimiento, de acuerdo a asesores de propiedad de DTZ. Entre el 6 y 8 por ciento del espacio de oficina global, es ahora utilizado de esta forma, estima la compañí­a.

Londres tiene la mayor concentración de espacio de coworking en el mundo, con 816 oficinas diferentes disponibles, declaró DTZ. Otros grandes centros son Nueva York, donde proveedores como WeWork dominan, aunado a Berlí­n, Hong Kong y Shanghai.

Más de un cuarto de los inquilinos de espacios flexibles de oficina trabajan globalmente en la industria tecnológica con más de un 28 por ciento concentrado en servicios profesionales y un 17 por ciento trabajando en las industrias creativas.

Pero, Sophy Moffat, una directora asociada en DTZ, piensa que el trabajo flexible no es sólo para preservar a los emprendedores de compañí­as pequeñas. Tambiíén grandes empresas están rentado espacio flexible de manera exponencial.

Contratos cortos, trabajo a distancia y hot-desking pueden ayudar a reducir costos de bienes raí­ces

Lloys Banking Group en Reino Unido es un ejemplo: su programa Workwise ha introducido trabajo flexible en 20 por ciento de su espacio de oficina, y cubre a una población de 18 mil personas. Así­, debido a que hay un mayor uso eficaz de espacio, tiene la intención de remover mil escritorios de sus oficinas en Londres dentro de los próximos dos años, ahorrando 10 millones de libras.

La tendencia tambiíén se ha expandido a Asia. Un proveedor importante, PeopleSquared, se fundó en 2010 y ahora tiene 12 sedes en Beijing y Shanghái. Su fundador Bob Zheng inició el negocio cuando subarrendó espacio en su propia oficina. ‘El concepto es relativamente nuevo en la cultura china, así­ que tuvimos que educar al mercado sobre sus virtudes’, menciona.

Ahora, debido al auge que tiene en las industrias de tecnologí­a y creatividad, los propietarios de oficinas de coworking establecen sus edificios en áreas relativamente baratas que se están poniendo de moda – zonas como Shoreditch en Londres y Brooklyn en Nueva York son el ejemplo.


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 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...