ACS, a travíés de su filial australiana Cimic y en consorcio con el fabricante de trenes CAF, compite por el contrato de obras de construcción y posterior operación y mantenimiento del primer tramo del tranvía de Canberra, un proyecto de 783 millones de dólares australianos (unos 500 millones de euros).
La obra consiste en la construcción de un tramo de tranvía de doce kilómetros de longitud que conectará el centro de capital australiana con el distrito de Gungahlin, al Norte de la ciudad.
El contrato tambiíén abarca la ejecución de trece paradas, la instalación de todos los sistemas y de la señalización.
En caso de lograr el proyecto, el grupo que preside Florentino Píérez reforzaría su ya destacada actividad en Australia, un mercado estratíégico en la política de expansión internacional del grupo, en el que está presente a travíés de su filial Cimic, la antigua Leighton.
Además, logrará posicionarse en el desarrollo posterior de la red tranviaria de la ciudad, dado que el contrato en liza supone el primer tramo de una futura red que "transformará" la capital, según informa el Gobierno del Territorio de la Capital de Australia.
El consorcio a travíés del que ACS y CAF compiten por el proyecto es uno de los dos que este Gobierno de la capital australiana ha invitado a pujar por la obra. El grupo lo completan la corporación nipona Mitsubishi, el fondo de inversión Aberdeen Infrastructure Investment y la firma de ingeniería ferroviaria alemana DB International.
A su vez, este grupo compite por la obra con Bombardier, la firma de ingeniería australiana Downer EDI Works, la constructora canadiense Plenary Group, la filial australiana del grupo francíés de transporte Keolis y la ingeniería australiana Parsons Brinckerhoff.
El Gobierno de la capital australiana confía en que, una vez que estos dos consorcios presenten sus respectivas ofertas por el proyecto, procederá a su adjudicación a comienzos de 2016, para que las obras de construcción del tranvía arranquen a finales de ese año.
3.500 empleos para su construcción
Canberra calcula que la construcción de esta infraestructura permitirá crear 3.500 puestos de trabajo y generará beneficios a la economía de la ciudad estimados en 1.000 millones de dólares australianos (unos 630 millones de euros).
En un comunicado, el Gobierno de la capital destacó que los consorcios seleccionados para pujar por la obra incluyen a algunas de las compañías con "mayor experiencia internacional" en este tipo de proyectos.
Asimismo, indicó que el tranvía supondrá una alternativa para el viaje en coche privado entre el centro de la capital y el distrito del Norte de la ciudad, que actualmente requiere un tiempo de viaje de unos 57 minutos. Con su construcción, Canberra tambiíén pretende ampliar su sistema de transportes público para absorber el previsto aumento de la demanda de movilidad y hacerlo más sostenible.
Para ACS, la eventual adjudicación de este proyecto se sumaría a la destacada cartera de obras con que cuenta en Australia, en la que destaca dos de los tres tramos del 'Westconnex', la autopista urbana de 33 kilómetros que cruzará Sydney, una de las mayores obras del país, que suman 5.000 millones de euros.
Europa Press