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Autor Tema: ¿A quíé familia pertenece tu alma?  (Leído 566 veces)

Scientia

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¿A quíé familia pertenece tu alma?
« en: Noviembre 08, 2015, 08:27:55 pm »

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¿A quíé familia pertenece tu alma?

Deja simplemente que la vibración de las palabras resuenen en tú interior y observa el movimiento de tu alma mientras lees esto. No te identifiques con la profesión que has escogido o con la actividad emprendida hasta ahora, sino con aquello que mueve y conmueve al alma.

FAMILIA DE LOS MAESTROS
Actualmente existe en el planeta Tierra una familia que nosotros llamamos la de los maestros. En su seno residen, entre otros, los Maestros Ascendidos. El objetivo de la existencia de estas almas es iniciar el movimiento. Cuando se encarnan y la personalidad asegura la transparencia, se convierten en dirigentes, en iniciadores de algún movimiento, ya sea en la luz o en las tinieblas.¿Suscita eso alguna reacción en ti? El juicio no existe en el más allá. Vuestra alma es libre en todo momento. A travíés del filtro terrestre, podíéis optar por el amor y la luz. Teníéis igualmente la posibilidad de uniros al desamor y a la destrucción; vuestra identidad se pondrá al servicio de vuestra elección. En ambos casos, os continuara habitando la llama divina.La luz no desaparece extrañada por la decisión porque como la Fuente, es incondicional. Os acompañara hasta que transformíéis esa elección. Sois libres y en esta libertad consiste vuestra iniciación. La vibración que lleva consigo las almas que eligen encarnarse en el seno de esta familia es la de iniciar el movimiento. Ahora bien, en la densidad de la encarnación tal vez el alma no deje de pedir “por favor, permí­teme iniciar el movimiento” y tope con la resistencia de la personalidad hasta los cincuenta y cuatro años, y sea entonces, cuando suelte uno amarras y decida responder a la visión interior iniciando un movimiento; la forma que adopte ese movimiento no tiene ninguna importancia. Todo ello esta exento de juicio.Para estas almas, una de las pruebas de la encarnación es el ego y las distorsiones posibles de su condición de maestros: la atracción por el poder, por la manipulación. Porque el maestro es aquel que dirige, que transmite, que muestra el camino, que debe iniciar el movimiento a partir del amor y sobre todo de la humildad.El maestro no necesita de ningún titulo porque sabe que lo es y por naturaleza, en todas las cíélulas de su envoltura fí­sica es maestro no sólo con respecto a su vida sino con respecto a todo lo que toca, lo cual comporta una gran responsabilidad.Algunos pueden vivirlo como un peso, otros pueden rechazarlo, no respetar esa energí­a y distorsionarla con sus actos. A estas almas, la encarnación les exige comprometerse. El alma sabe a que familia pertenece, conoce su naturaleza y su identidad. Si la personalidad decide errar, ¡el alma obligara al compromiso! La fuerza que la anima en la encarnación puede hacerlo saltar todo por los aires, derrocar todas las estructuras para favorecer el alineamiento total.La fuerza del maestro se expresa tanto en el hacer como en el no hacer. Si se mantiene en su centro, si conserva la serenidad, su impacto es mucho mayor, ya que la fuerza vibratoria que habí­a en su alma es tal que bastarí­a con que pronunciara una sola palabra en toda su vida, en el momento adecuado, para cumplir su misión. Así­ es el maestro, el que inicia el camino.


 
LA FAMILIA DE LOS SANADORES
Existe una gran e importante familia que engloba a muchas almas. Cuenta con muchos núcleos y se ha escondido para formar otras familias. Se trata de la familia de los sanadores. Las almas que la componen transmiten el fluido de la sanación y la prodigan de todas las manera posibles. Estas almas han recibido muchas iniciaciones en sus manos, su corazón y su conciencia. La energí­a de la sanación impregna todas sus cíélulas. No deben buscarla en el vecino ni en cualquier pócima mágica, pues vive en su interior. Algunas tíécnicas la amplifican, y las iniciaciones recibidas aumentan la expansión y la transmisión de ese fluido. Los miembros de esta familia no solo lo contienen sino que tambiíén lo canalizan y lo esparcen. Este fluido es operativo aunque no hagan nada; ahora bien, este don se intensifica cuando se es consciente de íél. ¡Es urgente, pues, que las almas que forman parte de esta familia abran los ojos a esa realidad! En ocasiones, los sanadores que se acercan a nosotros con las manos en los bolsillos obtienen respuestas algo irónicas a sus preguntas. ¡Menudos sanadores, con las manos en los bolsillos! ¡Que despilfarro!Cuando estas almas colocan descuidadamente la mano sobre un amigo o una planta, por ejemplo, el fluido de la sanación circula y surte efecto. Ya podrí­an argí¼ir todas las razones del mundo para bloquearlo que, a pesar de todo, activarí­an la sanación.Es muy fácil reconocer a sus componentes, porque todos se resisten a la sanación. Corre por sus venas, pero su mayor dificultad consiste en reconocerla; creen que deberí­an buscarla en el exterior y les parece que el otro es mucho mejor sanador que ellos. Una de las pruebas que acechan a las almas encarnadas de esta familia es el ego, el ego inflado o desinflado del sanador. O se subestiman o se sobrestiman. El fluido de la sanación es muy potente y esto puede constituir un riesgo. Gracias a este fluido, sus almas vibran y son muy poderosas, y a la personalidad le resulta fácil aprovecharse de ello. No obstante, no son victimas de nada ni de nadie, pues esto forma parte de su aprendizaje en la encarnación. Estas almas no sólo sanan a los seres humanos, sino tambiíén a las plantas, los animales, los objetos que suponíéis inanimados. .¡Sanan todo lo que tocan! Son las depositarias del fluido de la sanación.Muchos sanadores padecen enfermedades por el hecho de no reconocer este fluido. ¡En casa del herrero, cuchara de palo! Es necesario que estas almas reconozcan y asuman su realidad, porque cuanto mas soslayen esta cuestión, mas enfermedades tenderán a generar. Resistirse a este fluido provoca bloqueos que en la encarnación se manifiestan en forma de desequilibrios fí­sicos ¿Por que es tan importante esta familia? Se ve que muchas de las chispas divinas que nacen de la Fuente y revisten la identidad del alma se dirigen hacia la familia de los sanadores y que muchas almas de esta familia han elegido encarnarse en este nuevo milenio.¿Por quíé motivo? Fácil de adivinar, ¿verdad? ¿No será que el planeta necesita ayuda?

LA FAMILIA DE LOS GUERREROS SANADORES
Estas almas, como todas las demás, han nacido de la Fuente. Escogieron la familia de los sanadores y , cuando se produjo una descisión en el seno de esta familia, su identidad se sintió intensamente llamada a reagruparse con otras almas para crear una familia responsable de la protección del fluido de la sanación del universo de las almas y en el resto de los universos planetarios. Se convirtieron así­ en guerreros sanadores y fortalecieron su identidad. Se encargan, en cierta medida, del alineamiento de la sanación allí­ donde estíén, ya sea en el universo de las almas o en el de la Tierra, Mercurio. Ahí­ donde se encarnan alinean el fluido de la sanación, lo protegen y lo defienden de cualquier ataque de energí­a incompatible. Actúan allí­ donde ese fluido no puede penetrar. Tienen un gran sentido de la responsabilidad y es preciso que vayan con cuidado porque suelen acumular mucho peso en sus hombros y pueden caer fácilmente en la tentación de salvar a todo el mundo. Esta es una de las pruebas de su encarnación. Necesitan buenas bases y son capaces de materializarlas. Utilizan sí­mbolos especí­ficos, anillos o collares con un significado determinado, por ejemplo. Se rigen por un código común y les disgusta llevar tatuajes. Son muy sólidas porque han recibido una iniciación de la familia de los guerreros con la finalidad de reforzar su condición de guerreros, de guerreros al servicio de la sanación.Los guerreros sanadores son los protectores del fluido de la sanación en el universo. Están presentes y actúan ahí­ donde se distorsiona la utilización de este fluido, ya sea en el mas allá o en otra dimensión. Estas almas velan por que el fluido sea canalizado en su máxima pureza: la energí­a del amor.

LA FAMILIA DE LOS CHAMANES
De la familia de los guerreros surge tambiíén la de los chamanes, que está todaví­a en fase de evolución; no está estabilizada del todo porque aún existe la posibilidad de una nueva división. Estas almas han decidio entre otras cosas, acompañar al fluido del chamanismo en el planeta Tierra. Se dedican continuamente a equilibrar los fluidos del planeta con los fluidos interplanetarios. No se encarnan necesaria y exclusivamente en el pueblo amerindio: el chaman puede ser ruso o yugoslavo o chino. En el más allá los credos brillan por su ausencia. El chaman es la vibración propia del alma, y su misión es ayudar a que el planeta y todos sus elementos sanen y alineen sus vibraciones.Estas almas son transmisoras del fluido de la transformación. Son capaces de transformar la envoltura fí­sica, de trasmutar los órganos internos y sus cristalizaciones o las plantas para extraer sus propiedades, siempre al servicio del fluido de la sanación.Como su familia de origen es la de los guerreros es normal que incorporen este fluido y hagan uso de íél para transformar y transmutar la energí­a del planeta. Las almas de esta familia son numerosas y pueden reconocerse y conversar telepáticamente entre si. Necesitan enraizarse en lugares precisos para activar desde ahí­, la sanación en el planeta Tierra. Si supieran utilizar plenamente la identidad de su alma, prescindiendo de todo juicio, podrí­an desplazarse a travíés del tiempo y el espacio con el cuerpo fí­sico. Podrí­an por ejemplo, materializarse en el desierto de Nevada para reunirse con otros chamanes. Disponen de esta facultad de transformación y de transmutación en la densidad para servir al fluido de sanación y al chamanismo. Una de las dificultades con las que topan durante su encarnación es la de quedar absorbidos por su peso. No nos referimos a lo fí­sico sino a la opacidad personal. Corren el riesgo de olvidar que arde en ellos el fuego de la transmutación, de olvidar quienes son pasando por alto el fluido de sanación que los caracteriza, su naturaleza guerrera y su capacidad de transformación. Estas almas se valen de rituales y sí­mbolos sin saberlo siquiera. Es urgente que sean conscientes de las señales que pueblan su camino y que muestren más respeto por los elementos que les rodean: el agua, la tierra, el fuego, el cielo, el aire, las nubes, etc. El chamán debe trabajar con ayuda de su envoltura fí­sica. Le es muy útil en su encarnación terrestre. Negarlo provocarí­a fugas de energí­a vital: caí­da del cabello, uñas y dientes, problemas de piel. Estas almas transmiten sin cesar el fluido de la sanación, están en transformación constante y su cuerpo les sirve de canal, de herramienta.

LA FAMILIA DE LOS GUERREROS
Esta familia no es originaria de la de los sanadores. La esencia propia del guerrero es proteger, aunque eso no quiere decir que el alma se encarne con una armadura. Los guerreros son los protectores de la energí­a : la energí­a luminosa o de la energí­a oscura. Para estas almas no existen las medias tintas. Si así­ lo deciden protegerán la vibración de la luz, la vibración del alma. Quizá notíéis que , en el curso de su encarnación y de su aprendizaje terrestre, tienden a ejercer el rol de salvadores. Ahora bien, cuando el alma del guerrero se reconoce mas allá de la tercera dimensión, actúa sin pretender salvar el mundo entero.Estas almas necesitan encarnarse, en el plano terrestre o en otros. Se sienten impulsadas a sembrar la compasión a travíés de la densidad del planeta escogido. La misión de esta familia consiste en defender, trabajar, actuar para frenar la oscuridad y proteger el universo de las almas. Esta acción es magnifica, de una entrega y un amor total y enraizado. Muchas de las almas de esta familia, olvidando su origen celeste, se convierten en “guardaespaldas” , llevan armas y se pierden en la segunda dimensión.Es fácil distinguir a los guerreros porque no son muy sociables. Acostumbran a ser más bien huraños y a encerrarse en su coraza, pero siempre están dispuestos a defender o a salvar. Encontraríéis a muchas almas de esta familia practicando artes marciales, porque estas artes están basadas en la energí­a guerrera caracterí­stica de su familia. No obstante, tienen un gran corazón. Por eso, para los miembros de esta familia, la encarnación es un periodo delicado y una gran prueba. Aunque percibáis que a la personalidad le ha faltado tiempo para acorazarse, rebosan amor. Deben aprender a conservar esta energí­a de amor aunque sean guerreros, defensores, protectores, guardianes del umbral.

LA FAMILIA DE LAS HADAS ALQUIMISTAS
En el universo de las almas existe una familia especial: la de las hadas alquimistas. Estas almas se encarnan en el planeta Tierra para espiritualizar la materia. Algunas de ellas están muy cerca de los íngeles porque, aunque pertenezcan al núcleo de su familia, no son muy densas. Al contrario, son bastante ligeras y se pasan la vida revoloteando como las mariposas. Les cuesta mucho integrar su envoltura fí­sica y suelen resistirse a la encarnación.En el ámbito de la fí­sico gozan del don de des-materializar todo lo que tocan. Podrí­an atravesar las paredes con la envoltura fí­sica lo cual explica sus problemas con las llaves o los picaportes de las puertas, ya que olvidan que no las necesitan. Espiritualizan todo lo que tocan y elevan automáticamente su vibración. Ante una densidad, actúan mediante la difusión de ondas que emanan de su cuerpo, y esto nada mas encarnarse, desde la mas temprana infancia.Estas almas dan la impresión de estar en la luna, como ausentes, igual que la imagen que tenemos de las hadas. Han elegido encarnarse no porque les guste la densidad, en absoluto. Han venido porque su presencia contribuye a transmutar la materia. Podrí­amos decir que son autíénticos transformadores vivientes. Su capacidad de volatilizar cantidad de cosas sin siquiera darse cuenta de ello hace que tengan la sensación de perderlo todo. Estamos bromeando, pero este ejemplo, aunque exagerado, se aproxima bastante a su realidad. Les parece estar arraigadas cuando, de hecho, están volando y les cuesta delimitar lo que va arriba y lo que va abajo. Su principal dificultad, al encarnarse, reside precisamente en eso, en encarnarse. Si consiguen conocerse mejor y saber quienes son, pueden aplicar su poder y utilizarlo en la sanación, en la comunicación, en todos los oficios y profesiones del mundo. Pueden transmutar todo lo que esta a su alrededor, lo cual significa enfocarse en un estado vibratorio y activarlo de tal manera que pierda su identidad para fundirse con el principio divino. El amor es la clave definida de la transmutación ¿Por quíé motivo están presenten aquí­ estas almas en este cambio de milenio? Porque son las encargadas de transmitirnos la siguiente enseñanza telepática verbal y oralmente: “¡ Despertad, queridas almas, pues podíéis espiritualizar la materia¡â€ Esta es la razón de su existencia y esta es su identidad real.

LA FAMILIA DE LA COMUNICACIí“N
Estos mensajeros se dedican a comunicar y a transmitir el amor de muy diversas formas: mediante el arte, la canción, la literatura, el teatro…Hay muchos en este momento en el globo terráqueo. Los hallaríéis en cualquier ámbito o profesión, como escritores, poetas, periodistas, músicos, etc. Estas almas se distinguen entre otras cosas, por el hecho de no estar atadas a su aspecto fí­sico. Esto no significa que algunas de ellas no se sientan atraí­das por los bienes materiales; ahora bien, la mayorí­a tienen un solo objetivo: comunicar, hacer que el mensaje sea accesible como sea: a travíés del canto, el baile, la escritura, el arte. Todo sirve para comunicar. Esas almas no destacan por su arraigo, por ello pueden introducirse con facilidad en el mundo de las drogas. Su ligereza no las ayuda precisamente a encarnarse. Para ellas, el aspecto fí­sico no tiene ninguna importancia, comparada con el arte de la comunicación y la expresión artí­stica. Por eso, en el seno de esta familia, hay muchos artistas que, en el periplo de la encarnación y la personalidad, olvidan que, por encima de todo, son comunicadores y no necesariamente de la forma que impone la sociedad.

LA FAMILIA DE LOS QUE ENSEí‘AN
Estas almas enseñan todo lo que puede enseñarse, toda suerte de conocimientos y experiencias. Enseñan el amor, la luz, la píérdida de las ilusiones, la escucha, lo importante que es vivir el ahora… Esta familia consta de dos núcleos, dos filtros, un equilibrio y dos franjas perifíéricas; sin embargo, es estable. A la larga es posible que se esconda y se creen dos familias igualmente estables. Algunas almas decidirán experimentar esta división para ejercer una acción más precisa y directa.Las almas de esta familia poseen y transmiten el fluido del conocimiento, fluido que las identifica plenamente. En su condición de almas encarnadas, van hacia la verdad, del conocimiento y su anhelo de transmisión es grande. Son los guardianes del conocimiento difundido en los distintos planetas. Tambiíén se los podrí­a denominar “los guardianes del umbral”. Esta familia administra el cúmulo de conocimientos de todo el Universo. Su psique disfruta de la virtud de ir a consultar los archivos akáshicos, autíénticos depósitos de la diversidad de conocimientos existentes. En el planeta Tierra, se presentan como estudiosos de la numerologí­a, la cábala o lenguas clásicas como el sánscrito, todo ello con el fin de transmitir toda la sabidurí­a que almacenan.Si la transmisión del conocimiento sigue un camino tortuoso y se distorsiona, puede que esta familia sienta la necesidad de escindirse y crear otra familia cuya intención seria la de actuar como guerreros del fluido del conocimiento, en claro paralelo con los guerreros del fluido de la sanación. Estas almas son fáciles de reconocer. Enseñar las colma de una gran alegrí­a porque esta es su vocación sea cual sea la forma que adopte. La etiqueta de los que enseñan no les hace ninguna falta: lo son por naturaleza, pues canalizan constantemente el fluido del conocimiento. Cuando vislumbran la identidad de su alma pueden recibir gran cantidad de informaciones desconocidas en el planeta Tierra y divulgarlas. No deberí­an dudar en canalizar el conocimiento y retransmitirlo. Para ello, basta con que canalicen el fluido que impregna su alma.En el aspecto fí­sico, estas almas sienten a veces el impulso de crear centros en determinadas zonas geográficas para impartir sus enseñanzas.

LA FAMILIA DE LOS BARQUEROS
Esta familia proviene de un desprendimiento, de una escisión de la familia de los sanadores, aunque no se asocie con ella. Se mantiene muy estable, y esta estabilidad es esencial para la acción. Los barqueros tienen una misión especifica: en el más allá ayudan a las almas en transito por los diversos umbrales vibratorios que deben atravesar. Están muy cerca de los umbrales angíélicos y arcangíélicos, de los umbrales de los maestros ascendidos y tambiíén de las chispas divina. Aquí­ abajo, asisten en los múltiples cambios que se dan en nuestro planeta: el paso de la infancia a la adolescencia o de un empleo a otro, el cambio de milenio, el transito de la muerte… Facilitan la experiencia del cambio, que es una íépoca de evolución especial.Las almas que la componen han pasado por un solo umbral vibratorio. Por eso su identidad no está tan consolidada como la de otras almas, puesto que deben salvaguardar constantemente la transparencia necesaria para asumir su función en el más allá, es decir, ayudar a que las almas pasen de chispa divina a alma y afinen su identidad.Los barqueros tambiíén ayudan a la familia de los chamanes colaborando en el equilibrio de las transformaciones, de los cambios en el universo de almas y están muy ocupados. Entablan a menudo comunicación con el más allá y la noche es el momento mas propicio para ello. Durante la encarnación podrí­an exclamar al levantarse: “¡He trabajado duro esta noche!” y seria verdad, porque no paran nunca. De ahí­ la importancia de cuidar de su envoltura fí­sica, porque trabajan dí­a y noche.Sienten con frecuencia la nostalgia del mas allá y algunas, abrumadas por ese sentimiento, se extraví­an recurriendo a las drogas y sustancias alucinógenas para contrarrestar esta nostalgia, pues no saben que hacer con ella. Otras anhelan morir e incluso volver al estado de pura chispa divina, porque la identidad vibratoria de su alma no les interesa demasiado. Bordean el mundo de la no identidad, de la vacuidad divina, y eso puede mover a confusión, sobre todo para el alma encarnada. Como son muy fluidas, algunas intentan que su envoltura fí­sica se vuelva pesada, para evitar esa sensación de flotar. Necesitan enraizarse bien para actualizar al barquero que llevan dentro. Otras, con un cuerpo fí­sico extremadamente delgado, por no decir casi transparente, deberán persistir en el enraizamiento a pesar de su díébil constitución.Por su identidad vibratoria, estas almas gozan de una gran cualidad: querer ayudar a las almas en todo momento y lugar. En cuanto alguien las necesite, que solicite su ayuda y acudirán sin falta. Las caracteriza una gran disponibilidad, de dí­a y de noche; se entiende, pues, por que algunas de ella se extraví­an en el papel de salvadores. Los barqueros atraen a las almas errantes, que no tienen identidad o que la han perdido. Esas almas se dirigen a ellos porque los reconocen del mas allá, pues fueron ellos quienes las ayudaron a afinar su identidad vibratoria.Son barqueros de amor , y el amor es lo único que cuenta y los alimenta.

LA FAMILIA DE LOS INICIADORES DE CONCIENCIA
La acción de estas almas es fugaz. Llegan para un periodo de breve duración con el fin de despertar la conciencia en el planeta donde se encarnan. No desencadenan ningún movimiento que no sirva para concienciarse de algo. Aparecen simplemente para despertar la conciencia y a menudo lo hacen con una muerte espectacular, para volver y marcharse otra vez.Están presentes en las catástrofes colectivas, en lugares donde se producen terremotos, accidentes, huracanes. Inician movimientos de conciencia mediante su vida y su muerte al partir del planeta. Forman parte de aquellos episodios trágicos en los que una gran cantidad de seres son asesinados o torturados y abandonan la Tierra de manera brusca y violenta. Estas almas escogen manifestarse así­ para despertar la conciencia de los humanos.Una mente estrecha considerara que esto es una autentica locura, ¿verdad?. Sin embargo, te exhortamos a acrecentar tu conciencia. Estas almas vienen para ponerse al servicio de la evolución del planeta. .

LA FAMILIA DE LOS PILARES
Cabe mencionar a una familia cuyas almas son llamadas pilares. Son pocas las que están encarnadas actualmente en nuestro planeta y permanecen en comunicación constante con otros planetas. Su densidad es considerable. Cuando un pilar se sienta al lado, se advierte su presencia de inmediato. Vienen para enraizar los planos celestes en la profundidad de la Tierra y recrear las conexiones entre los lugares sagrados del planeta. Y, aunque la personalidad no lo sepa, el alma actúa donde la materia o el planeta lo requieran. Están muy atareados y no dejaran de estarlo, porque velan por el equilibrio y la unión, estabilizando las energí­as y creando nuevos circuitos energíéticos, sobre todo en aquellos planetas sujetos a cambios decisivos, como el vuestro en este momento. Vayan donde vayan, enraí­zan la energí­a del mas allá en el mas acá. Son los encargados de arraigar las vibraciones de la Fuente.Estas almas se encarnan en lugares estratíégicos del planeta con la función de ser pilares. En su domicilio crean, canalizan y organizan los meridianos interplanetarios. En ocasiones, les cuesta desplazarse porque deben realizar una acción concreta allí­ donde han decidido encarnarse. Ahora bien, son capaces de trasladarse a aquellos lugares que requieran su presencia y esto puede desconcertar al ego, que quizá no entienda por que, de repente, el alma presiona para ir a Yucatán o a Tí­bet. Una de las dificultades de su encarnación tiene que ver con la envoltura fí­sica. Como su acción es muy exigente para con su cuerpo, deben cuidarse mucho en tíérminos de equilibrio alimentario: aporte de minerales, proteí­nas, vitaminas y aminoácidos. ¡Es realmente importante!.Esta familia posee quince núcleos, lo cual implica una gran fuerza de mutación y de transmutación. Se parece a un naví­o en una fase determinada se producirá una escisión, no ahora sino cuando llegue el momento. Los pilares se pasean por las familias de almas y vigilan los movimientos de la energí­a se comunican continuamente con el universo de las chispas divinas. “Patrullan” por la periferia del universo de todas las familias de almas. Por eso dispone de tantos núcleos, para moverse a lo largo y ancho del Universo.Cuando estas almas eligen la encarnación, precisan de la densidad fí­sica. Con frecuencia sus cuerpos son robustos, ya que necesitan una fuerza muscular y ósea excepcional, distinta de otras envolturas fí­sicas. Dependen de su aspecto fí­sico y saben cómo utilizar la materia, como manejarla y transmutarla. En cierta medida se parecen a los chamanes y tambiíén a los sanadores, pero no lo son. Su voluntad se aplica a sanar los planetas, los universos interplanetarios e interestelares. Establecen redes gracias a las cuales pueden circular los rayos y los fluidos, como el de la sanación o el del conocimiento, y llegar así­ hasta los planetas y las estrellas. Los pilares conocen al dedillo el universo de las familias de almas porque son capaces de recibir sus fluidos y de ayudarlos a descender vibratoriamente, lo cual facilita su manifestación en la densidad de los planetas.Son los guardianes de este Universo.

LA FAMILIA DE LOS MECíNICOS
Son almas que vienen a reparar el planeta. Son reparadores, o mas bien agentes de sanación expertos en la mecánica y reparación de determinados circuitos del tejido planetario. Les acompaña a menudo pilares o chamanes en el seno de su familia terrenal; pueden que, por ejemplo, los padres sean mecánicos, que unos hijos sean chamanes y otros pilares y que actúen al uní­sono.Estas almas se hacen cargo del medio ambiente, de los elementos contenidos en el subsuelo, el aire o la atmósfera, de ahí­ el nombre de “mecánicos” Aunque pueden adoptar una identidad terrenal muy poco relacionada con eso, es fácil encontrarlos “a ras del suelo”. Sienten una gran necesidad de ocuparse de la Tierra, por ejemplo plantar árboles donde no hay. En el mas allá, los mecánicos reparan el campo energíético que lo abarca todo, una especie de velo magníético que forma parte de los universos conscientes. Las almas de los así­ llamados mecánicos reparan, si se rompe, este tejido energíético compuesto de diferentes fluidos.Esta familia solo consta de un núcleo y es muy estable. Suele trabajar en equipo con la de los chamanes. No tienen porque asociarse obligatoriamente, pero de todos modos su acción será complementaria. Hay muchas almas de esta familia encarnadas ahora en la Tierra. Hallareis a miembros de esta familia en grupos sensibilizados por la protección del entorno medioambiental, de los acuí­feros, de los bosques. Algunas se dedican a la sanación otras a la comunicación, otras a escribir, pero todas sienten la necesidad de implicarse para contribuir a la regeneración del planeta. Para estas almas es clave de su aspecto fí­sico no en el sentido de acaparar bienes materiales sino de poder vivir en el hábitat del planeta. Están enamorados de la Tierra. Dí­a y noche reciben informaciones sobre el planeta en el que habitan y sobre otros planetas habitados por sus hermanos y hermanas.