A Fernando Alonso se le notan las líneas de expresión en la cara. Siguen marcándose un milímetro más profundas año tras año, se le nota más el invierno. Se ve a un hombre maduro, no al chaval que debutó hace 15 años en Minardi. Más distendido, sin presión, con un rostro más duro, sigue sintiíéndose cómodo en las ruedas de prensa, marcando los tiempos, llevando al periodista a su terreno para despuíés soltar la andanada y mensaje que quiere sin andarse con rodeos.
Hasta Ron Dennis le ha dejado por imposible. Pelo largo indomable, barba como le va saliendo -admira la firmeza con la que le sale a Arda Turan-, pero alejado de la peluquería, Fernando parece centrarse ya menos en su imagen exterior y mucho más en lo único que le gusta, el trabajo. Nunca ha sido de pasarelas, trajes y glamour, y el paso de los años ha acentuado esta inercia. Mira asombrado la nueva vida social de su exníémesis Lewis Hamilton. "Sí, es abundante la verdad, mientras ganas, todo va bien. Pero luego hay cosas que vuelven en su contra cuando tienes una vida social tan intensa, así que mejor llevar una vida tranquila", valora.
Gráfico: compara el nuevo McLaren-Honda MP4-31 de Alonso con su antecesor
Con 34 años, la imagen que transmite este gigante del deporte invita a muchos a pensar que se ha dejado ir. Incluso por esa forma de hablar en pasado, la perspectiva que le da a los temas. Admitir que en 2007 "pude haber sido más listo, yo tambiíén tuve algo de culpa" no es algo habitual en su discurso.
Afirmar que íél se fue de Ferrari ante el asombro de Montezemolo y que le pidieron un trueque con Hamilton en Mercedes, han sido otras dos perlas que han dado, y darán, mucho juego. Parece de vuelta, pero Ferrari le quiso renovar hasta 2019 y ahora McLaren le insiste en que siga más años con su excelente sueldo. Menos mal que está acabado.
Ha simplificado su presencia pública para ganar tiempo para su vida. Y hasta su compañía. Ya viaja sólo con su amigo Alberto y sus fisios de siempre, Fabri y Edo.Hasta su mánager Luis García Abad se dejará ver menos este año. Lejos queda la íépoca de simultanear tres bancos a la vez, un hito en el patrocinio, y permanentes días de grabación. Hasta su reaparición en febrero en los test apenas se ha dejado ver por Oviedo durante el parón invernal. Algo en Navidad y Nochevieja, más alguna visita esporádica a su Museo y su karting. Unas instalaciones magníficas y no para cualquiera, sino para pilotos. El ojito derecho del español, que, de hecho, se llevó a un puñado de alumnos a los test de Montmeló.
Algo tiene Dubai que le seduce. En parte su temperatura constante, en parte estar en medio del mapamundi del motor, a un avión de Australia, a uno de España. Un poco de anonimato controlado y de exposición pública seleccionada por íél mismo. El Nirvana.
¿Peleará por victorias?
Fernando afronta con este nuevo espíritu su 15ª temporada en la F1, donde ha atravesado reglamentos, motores, coches y rivales tan dispares que ya es un gurú de la competición. Lo que le interesa al aficionado, incapaz de leer entre los confusos datos de pretemporada es quíé se puede esperar. Si se le verá pelear por victorias, realmente.
De la riada de sensaciones telemíétricas de los test, inalcanzables para los mortales, emergen contadas certezas de quienes no tienen porquíé vender la burra. El nuevo jefe de Honda coloca directamente a sus coches como los sextos o síéptimos en prestaciones. Tercera o cuarta línea de parrilla en Australia. Fernando responde que no ve porquíé no puede llegar alguna victoria a lo largo del año.
Hasta el domingo por la tarde no sabremos dónde estamos realmente"
Fernando Alonso
Insiste en que el proyecto conMcLaren es ganador, que Honda será la fuerza dominante de la F1 porque la planificación de inversión es astronómica, que se ve tricampeón del mundo, si no, no saldría a competir. Su hoja de ruta es que deben puntuar ya y merodear los podios tras el verano. "En dos o tres carreras ya sabes donde vas a estar todo el año". Y están donde deberían haber estado la pasada temporada y no atravesando el año más funesto y a veces dolorosamente ridículo, tanto de McLaren como del propio Fernando, que asoma ahora renacido, hablando de carreras y no de averías.
El cambio de escenario tiene que ser estructural. Las imágenes de la broma de Brasil, tomando el sol, no son propias de un equipo histórico. Tampoco que en la reunión del día siguiente con los ingenieros se dedicaran todos a hacer un ranking de los mejores memes de las redes sociales sobre aquella imagen. Ni que su departamento de comunicación hiciera fotos de la coña de los los dos pilotos en el podio del circuito de Interlagos.
Esta inercia ha quedado en vía muerta, ahora que el motor Honda ha encontrado un camino. Solucionados los problemas de fiabilidad, más o menos, y los de recuperación y uso de energía, el lastre en 2015, el foco está ahora en la potencia pura, "que seguirá siendo nuestro talón de Aquiles.Teníamos demasiada desventaja", masculla.
Sin mirar atrás
Si en 2017 la cosa no le convence, ni su coche ni la nueva F1 que se anuncia más veloz y emocionante, habla abiertamente de coger el petate y probar Le Mans. "Para mí es la carrera de las carreras", afirma. Quince años en la íélite, siempre en un equipo con exigencias, deja huella en cualquiera. Su preparación física sigue siendo exigente, se mantiene permanentemente en el mismo peso, pero se le nota un poco cansado de vivir al son del tiempo que marca la F1, esos 15 días libres puros que le deja al año. Si aparca su carrera con 36 lo hará sin mirar atrás, desvinculado del Gran Circo.
"Durante tantos años no tienes ninguna libertad de elección sino ir donde tienes que ir, hacer lo que tienes que hacer, que te digan como aplaudir, mirar o sonrerír, te sientes desprotegido, sin poder de elección.Estoy seguro de que no querríé estar relacionado". Dice que ya no está en el candelero y que los paparazzi ya no le cercan. Pero se le ha casado en portada y separado en contraportada en apenas dos semanas y sigue siendo pasto de titulares crudos de expilotos que incluso le admiran como Villeneuve. Elija la vida que elija, nunca dejará de ser noticia.
