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El Banco Popular de China (BPCh), divulgó sus tareas prioritarias para 2016, luego que esta semana inyectara millones de dólares en el mercado financiero nacional a fin de reducir problemas de liquidez y seguir estimulando la demanda interna.
En un comunicado publicado en su página web, la entidad bancaria central del país expuso que la política monetaria ayudará a la neutralización del exceso de capacidad productiva, a la eliminación de los excedentes inmobiliarios, a la reducción de los costes de las empresas y a la subsanación de los puntos díébiles.
Según detalla BPCh, esas medidas van dirigidas a reducir la sobrecapacidad en las industrias del acero y el carbón.
Se continuará ofreciendo una política de príéstamos de vivienda diferenciados a las regiones con base en sus propias condiciones de mercado y se trabajará para ampliar la garantía en los príéstamos bancarios para los residentes rurales, indica.
Además se orientará a las instituciones financieras a ofrecer más críéditos relacionados con la agricultura para impulsar el desarrollo rural, explica la autoridad monetaria.
El BPCh abrirá firmemente el mercado de bonos de la segunda economía del mundo y avanzará con un programa piloto para bursatilizar los activos no rentables.
Adelantó que durante 2016 el banco tambiíén formulará medidas para facilitar el alivio de la pobreza aguda y trabajará para mitigar los riesgos financieros en internet.
Con el poder de controlar la política monetaria y regular las instituciones bancarias en China continental, el BPCh, inyectó esta semana 870 mil millones de yuanes (133 mil 800 millones de dólares estadounidenses) en el mercado financiero nacional, a fin de reducir problemas de liquidez y continuar incitando la demanda interna.
La última de estas inyecciones tuvo un valor de 240 mil millones de yuanes (36 mil millones de dólares), por el procedimiento de acuerdos de recompra (repos) en los que los bancos centrales adquieren activos de entidades financieras comerciales con el acuerdo de revenderlas con un dividendo del 2,25 por ciento.
Se trata de la mayor inyección de liquidez semanal que lleva a cabo el banco central chino en lo que va de año.